PARASHÁT BALÁK: CON RESPECTO AL MAL
DE OJO
Por Kabbalah y Torah
Biläm tenía el poder de darles Mal
de Ojo a los israelitas. El Zóhar dice:
Sin embargo, el ojo del perverso
Biläm era maligno en toda forma. Lo que él miraba era destruido como con una
llama, ya que no existe tal ojo maligno en el mundo como el ojo de ese perverso...
(Zóhar, Balák 39:390)
Hablamos bastante acerca del Äin
Hará (ojo maligno), pero la mayoría de la gente no conoce en realidad cómo
funciona. ¿Cómo puede ser que una persona pueda causar sufrimiento a otra con
tan sólo verla?
El ojo maligno despierta fuerzas
sutiles. Por ejemplo, lo que ocurre cuando alguien ve envidiosamente el
automóvil de alguien más y dice “¡Vaya! ¡Qué automóvil!”, en su corazón se está
preguntando: “¿Por qué él tiene ese auto?”. De este modo, la atención del Lado
Negativo es atraída y, si el propietario no merece ese automóvil, le es
arrebatado.
La verdad es que no merecemos la
mayoría de las cosas que tenemos, pero el Creador nos las da como resultado de
acciones que, en el mejor de los casos, realizaremos en el futuro. Sin embargo,
cuando otras personas nos juzgan, se despierta un juicio celestial sobre
nosotros, ocasionando que perdamos lo que tenemos. Nunca debemos asumir que
nada malo les ocurrirá a las personas sólo porque son justas o dadoras. Ellas
también son juzgadas, y cualquier cosa que no merezcan se les puede quitar. Al
participar y conectar con esta lectura, tenemos protección para que aun cuando
alguien nos dé mal de ojo, seamos tratados con misericordia y el juicio no
pueda prevalecer sobre nosotros.
Hay acciones que podemos realizar
para prevenir el mal de ojo. Una de las más importantes de ellas es usar el
Hilo Rojo que es enrollado alrededor de la tumba de Rajél en Israel e imbuido
de la protección del Creador. Esto se debe a que Rajél la Matriarca, quien
lloró por sus hijos, es la fuente de misericordia para todos nosotros: ella es
la madre de todos.
Cuando la Shejiná se apareció por
vez primera a Moshé, Ella es llamada 'un ángel', como dice: “VAIERÁ MALÁJ ADO-NÁI ELÁV
BELABBAT-ÉSH - y se le apareció el ángel del Señor en una llama de fuego...”
(Shemót/Éxodo 3:2). A Iaäkóv, Ella no se le apareció como eso, excepto en una
semejanza, significando: en Rajél abajo, quien es la semejanza de Rajél arriba,
la cual es Maljút. Está escrito: “...VERAJÉL BÁA - Y Raquel llegó...” (Bereshít/Génesis
29:9), la cual es la forma de otra Rajél Arriba, que es Maljút, como está
escrito: “Así dice Di-s: 'Una voz se oye en Ramá... Raquél que llora por sus hijos...”
(Irmiáhu/Jeremías 31:14). Esta Rajél es el secreto de Maljút. Aquí también,
“Rajél llegó” sin especificar indica a Maljút. “... con las ovejas...” (Bereshít/Génesis
29:9). Estos son los niveles de Maljút. “...de su padre...” (ibíd.),
ciertamente, ya que Abbá, que es Jojmá, estableció a la hija, que es Maljút. Y
todos, esto es: todos los mundos, fueron designados y asignados a las manos de
ella, “...KÍ ROÄ HÍ - porque era pastora” (ibíd.). Ella también
las guiaba y había sido asignada sobre ellas.
(Zóhar, Balák 6:50)
Cuando usamos el Hilo Rojo en
nuestra muñeca izquierda (la muñeca izquierda representa el juicio), tenemos
control sobre cualquier juicio que pueda caer sobre nosotros. Más importante
aún, si nos abstenemos de juzgar a los demás, entonces el juicio no es traído a
este mundo para ellos ni para nosotros tampoco. Si nos restringimos de juzgar a
los demás, el mal de ojo no tiene control sobre nosotros. En el Zóhar leemos:
“No comas el pan de aquél que causa
mal de ojo”, porque el pan o beneficio de esa persona que causa mal de ojo no
merece ser comido o beneficiarse de ello. Cuando Israel descendió a Egipto, si
no hubieran probado el pan de Egipto, no habrían sido abandonados al exilio en Egipto,
y los egipcios no habrían sido capaces de dañarlos.
(Zóhar, Shemót 4:21)
Aquí recibimos protección de las
fuerzas negativas ya sea de miradas maliciosas de otras personas o maldiciones,
que intentan penetrar nuestras defensas. Cada día realizamos tanto acciones
positivas como negativas, pero vivimos bajo un escudo de protección sin el cual
nunca podríamos sobrevivir a las repercusiones de incluso una sola de nuestras
acciones negativas. La parashá Balák nos ayuda a conectarnos con esa clase de
protección y a fortalecerla.
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