LA LUZ PRESERVADA (Desde el 17 de
Tammúz al 9 de Áv) - (Desde el sábado, 20 de julio al sábado 10 de agosto 2019)
Por Kabbalah y Torah
En el momento de la Creación del
mundo, el Creador escondió la Luz más grande, que es llamada “la Luz
Preservada”. Esta Luz Preservada está presente en los 21 días a partir del 17
de Tammúz hasta el 9 de Áv. De acuerdo con la Kabbaláh, estas tres semanas
parecen incluir los días más negativos del año. Si bien el 9 de Áv parece ser el
día más negativo del año, es realmente el día que puede revelar la mayor
cantidad de Luz Preservada.
Para entender esta paradoja, podemos
leer la introducción a las Diez Emanaciones Luminosas de Rav Iehudá Áshlag,
carta 13:
Y los sabios ya hicieron una
metáfora hermosa acerca de esto, en el versículo: “HÓI HAMMITAVVÍM ET-IÓM ADO-NÁI
LAMMA-ZÉ LAJÉM IÓM ADO-NÁI
HU-JÓSHEJ VELO-ÓR - ¡Ay de los que desean el día del
Señor! ¿Para qué queréis este día del Señor? Será de tinieblas, y no de luz”. (Ämós/Amós
5:18). La metáfora es la de un gallo y un murciélago que están esperando la
luz. El gallo le dijo al murciélago: “Estoy esperando a mi luz, pero ¿para que
necesitas tú la luz?” (Sanhedrín 99:72). Está explicado que en el 9 de Áv toda
la Luz del mundo será revelada, pero será oscuridad absoluta para aquellos que no
tienen el mérito.
Báäl HasSul´lám enseñó que todo
nuestro trabajo en este mundo está dirigido hacia convertir el Deseo de Recibir
para Sí Mismo Solamente en el Deseo de Compartir. Para alguien que esté
completamente ensimismado, la Luz parecerá oscuridad. Cuando una persona
todavía está enredada en el Deseo de Recibir, su felicidad y dicha son
completamente opuestas a la Luz y la Luz es opuesta a su felicidad y dicha.
Desafortunadamente, la mayoría de la
gente comete el error de pensar que merecerán la Luz debido a sus buenas
acciones, a pesar de que continúen sumergidos en su Deseo de Recibir para Sí
Mismo Solamente. No están completamente equivocados en esa creencia: el Creador
no alejará la Luz de la persona que la merezca. Pero la Luz que podemos recibir
de nuestras buenas acciones es nada en comparación con la Luz que podemos
obtener a través del verdadero trabajo espiritual de transformarnos.
Es por ello que estos días entre el
17 de Tammúz y el 9 de Áv son oscuridad para nosotros: todavía estamos
atrapados en nuestro Deseo de Recibir para Sí Mismo Solamente, y es este deseo
el que convierte la bondad en maldad y la dulzura en amargura. Nuestro trabajo
ahora es cambiarnos a nosotros mismos a fin de que merezcamos la gran Luz que
está preservada en estos días. Sólo de esta manera podremos disfrutar realmente
de la Luz del Creador y verdaderamente conocer a Di-s.
Los kabbalístas enseñan que la
historia de Pinejás trata acerca de la sanación. Pinejás era conocido como un
sanador porque él no reaccionaba a las circunstancias; en lugar de ello, él
pensaba antes de actuar. A fin de que nosotros podamos sanar, tenemos que
restringir nuestra naturaleza reactiva. Sin ese cambio en nosotros, ninguna
herramienta de sanación puede funcionar.
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