ISHSHÚV HADDÁÄT (“Asentamiento del conocimiento,
tener una mente calma y clara, paz mental”) Y EL PODER DE SIMJÁ (Alegría)
Por Kabbalah y Torah
Rabbí Najmán de Breslóv dice: “La
razón por la cual las personas están lejos del Señor y por qué no se acercan más
a Él es sólo porque no tienen Ishshúv Haddáät y no piensan con claridad acerca
de y no llegan a un acuerdo con la pregunta: “¿Qué objetivo real y que beneficio
final son todas las pasiones y los asuntos de este mundo, tanto las pasiones
corporales y los deseos emocionales y mentales, como el deseo por el honor?”
Una vez se han reconciliado con la respuesta, sin duda, regresaran al Señor.
¡Pero debes saber! Debido a la tristeza
y a la amargura, es imposible tener control sobre la mente y es difícil calmar
y aclarar a la mente para poder pensar con claridad. Sólo a través de Simjá
(alegría) puede uno tener control y ser capaz de calmar la mente. Pues Simjá es
el ‘mundo de la libertad’, un aspecto del verso (Ieshaäiáhu/Isaías, cap. 55):
‘Pues saldrán a través de Simjá’. A través de Simjá, uno se convierte en un
hombre libre y sale del gal´lút (exilio). Por lo tanto, cuando se une Simjá a
la mente, la mente se convierte en un ‘hombre libre’ y ya no está en la
categoría de gal´lút. Y, a continuación, puede dirigir su mente libremente y
tendrá una mente calma y clara ya que la mente está libre y ya no esté en
gal´lút.
Como resultado de estar en gal´lút,
la mente no está calmada, como explicaron nuestros sabios (Talmúd Meguil´lá
12b) en relación con los hijos de Ammón y Moáv que tenían Ishshúv Haddáät
porque no habían sido exiliados, como dice (Irmiáhu/Jeremías, 48:11): ‘Moáv
tenía calma desde su juventud, y ha reposado sobre sus heces [como el vino en una
cuba], y no ha sido vaciado de vasija en vasija, ni ha ido al exilio. Por eso
su sabor se mantuvo en él y su aroma no cambió. El llegar a Simjá es logrado a
través de la búsqueda de algún buen punto en sí mismo, como se explica en el
verso (Likkuté Moharán, Parte I, #282): ‘Haré música a mi Di-s mientras aún
existe [lit., con lo 'poco' más en mi]. En lo mínimo, uno puede ser feliz de
que él mereció ser de la semilla de Israel, ‘que Él no me hizo un pagano’, como
decimos: ‘¡Bendito sea nuestro Di-s, quién nos ha creado para Su gloria y nos
ha separado de los que se extravían y nos dio la Torá de verdad...’. De todo
esto y de cosas similares, es apropiado que la persona obtenga Simjá para
alegrar su mente. Y esta es la categoría de (Talmúd Shabbát, 77B): ‘Bedijá daäté
(estar en un muy buen humor)’, que es una gran cosa, es decir, el unir Simjá a
la mente y a continuación, la mente es liberada, concediéndole Ishshúv Haddáät.
Y también es creada una gran unificación en los mundos superiores a través de
este bedijá daäté.
(Rabbí Najmán de Breslov)
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