PARASHÁT BEMIDBÁR -
(Bemidbár/Números 1:1-4:20) - Buscar oportunidades/Fortaleza por encima de
limitaciones
Por Kabbalah y Torah
La palabra bemidbár significa “en el
desierto”, lo cual es apropiado, dado que el desierto es el ambiente de este
cuarto libro de los Cinco Libros de Moshé. Para percibir a completitud el
significado espiritual interno del Libro de Números, es importante comprender
la energía innata del desierto; tanto para los israelitas como para nosotros
mismos. La palabra “desierto” en este contexto es más que solamente el entorno
físico: ésta representa los obstáculos y, a su vez, una oportunidad de traer la
Luz a nuestra vida.
Desde una perspectiva kabbalística,
el desierto es, primero y principal, un espacio desolado, un vacío espiritual.
Está muerto y es estéril, y carece de la Luz del Creador tanto como la
superficie de la Luna carece de vida. Aquí, en este paisaje árido, con Moshé
como su líder, los israelitas hicieron su largo y lento recorrido a la tierra
de Canaán. Este viaje incluyó muchos percances, mucha frustración y bastante
caos a cada paso del mismo. En realidad, no pudo haber sido de otra manera,
dado que los israelitas se estaban liberando de generaciones de esclavitud en
Egipto. Kabbalísticamente hablando, estaban saliendo del dominio del Deseo de
Recibir para Sí Mismo Solamente, pero no sabían en que estaban metiéndose. De
pronto se encontraron en un entorno espiritualmente sin vida en el cual la tan
familiar negatividad de la esclavitud egipcia tenía que ser sustituida con
alguna conexión con la Luz.
Después de todo, la esclavitud es,
paradójicamente, una clase de libertad. Cuando somos esclavos, alguien más es
responsable de cada aspecto de nuestra vida; si somos infelices y estamos
insatisfechos, podemos culpar al amo. Pero cuando nos libramos de la
esclavitud, de pronto nos damos cuenta de que necesitamos asumir la
responsabilidad por nosotros mismos: ahora depende de nosotros si nuestra vida será
dominada por el caos o por la realización.
Mientras eran esclavos en Egipto,
los israelitas podían considerarse víctimas; y esta mentalidad de víctima era
la verdadera esclavitud egipcia. Esta clase de esclavitud -la mentalidad de víctima-
tiene sus desventajas, pero puede ser adictiva y, como la mayoría de las
adicciones, ofrece un escape conveniente para evitar lidiar con los problemas
personales. El éxodo de los israelitas de Egipto conllevó a una libertad
genuina y a un control sobre su propio destino, pero esto resultó ser un
panorama sorpresivamente incómodo para ellos. De pronto era más conveniente y
mucho más fácil para los israelitas verse como esclavos y víctimas, y culpar de
todo a los egipcios. De esa manera, podían decir que los eventos en sus vidas
estaban, simplemente, “fuera de su control”.
La verdad es que ningún
acontecimiento jamás está fuera de nuestro control. Es nuestra naturaleza
reactiva lo que nos aparta de esta comprensión. Cuando aceptamos la libertad
verdadera, tenemos el desafío de vernos en el espejo y asumir la
responsabilidad por cualesquiera que sean el caos y dificultades que nos
ocurren. La aceptación de esta libertad verdadera fue la causa de los
obstáculos internos que los israelitas enfrentaron en el desierto. Y el caos y
la dificultad que esto acarreó fue el fundamento para su resistencia al cambio,
una resistencia que alcanzó su punto máximo en Números, capítulo 14, cuando los
israelitas, literalmente, rogaron regresar a la esclavitud:
“HALÓ TÓV LÁNU
SHÚV MITZRÁIMA - ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto?... ¡VENASHÚVA
MITZRÁIMA! - ¡Volvámonos a Egipto!” (Bemidbár/Números
14:3-4)
Al leer estas palabras en el siglo
21, podría sorprendernos la falta de gratitud por la mayor oportunidad que se
les había presentado. ¿Cómo podían ser tan débiles de espíritu que querían
regresar a la esclavitud? No obstante, la realidad es que nosotros mismos
expresamos muchos de estos mismos sentimientos todos los días. Cuando sentimos
que es “muy difícil” ser una persona verdaderamente dadora, estamos buscando
una manera de regresar a nuestro Egipto personal. Cuando el Deseo de Recibir
para Sí Mismo Solamente luce tan tentador y seductor, nuestro deseo es regresar
al servicio del Faraón, alguien a quien podamos culpar por nuestra infelicidad,
dolor e incomodidad.
Rabbí Iosi dijo: ¿Cuánto tiempo
hemos de soportar el exilio hasta que llegue ese tiempo? Y el Santo, Bendito Sea
Él, hizo depender todo de si ellos expiaban sus pecados y se arrepentían, si
ellos merecían o no la redención, si se arrepintieron o no. Como está escrito:
“ANÍ ADO-NÁI BEÏTTÁH
AJISHÉNNA - Yo, el Señor, a su tiempo lo apresuraré” (Ieshaäiáhu/Isaías
60:22). Si son merecedores, esto es: si se arrepienten, “AJISHÉNNA -
Yo...apresuraré su tiempo”, pero si no son dignos, esto es: si no se arrepienten,
entonces, “BEÏTTÁH - en su tiempo”.
(Zóhar, Vaierá 32:454)
Los conceptos de esclavitud y
libertad verdadera en el Libro de Números como tal tienen una importancia
enorme para nuestra situación actual en la historia de la humanidad y para el
mundo en el que vivimos ahora. No nos equivoquemos: estamos en el nacimiento de
una nueva era en la historia. Después de todo, esta es la Era de Acuario.
La felicidad máxima que el Creador
tiene destinada para nosotros finalmente será alcanzada, mientras que el caos y
la negatividad tendrán fin de una vez por todas. Sin embargo, a medida que
entramos en esta nueva era, la humanidad enfrentará las mismas dudas, temores y
resistencia interior que el pueblo de Israel sintió durante sus años en el
desierto.
Hay varias ventanas de oportunidades
en el periodo de 6.000 años de transformación en las cuales podemos producir la
paz mundial mediante un cambio proactivo de nuestra naturaleza. El Zóhar provee
suficiente información acerca de estas oportunidades y las señales que anuncian
su llegada. Muchas veces, las dificultades y los obstáculos aparecen para
proporcionarnos una oportunidad para crecer y evolucionar espiritualmente. Si
no estamos conscientes de esta verdad, nuestra tendencia será reaccionar con
desesperación y angustia. La conciencia crea nuestra realidad; por lo tanto,
nuestros pensamientos negativos y dudas son como profecías autocumplidas.
Cuando reconocemos que estos desafíos son oportunidades para una transformación
positiva, garantizamos una vida llena de propósito; a diferencia de la ilusión
del caos fortuito. El Zóhar dice:
¡Felices son aquellos que
permanecerán en el mundo al final del sexto milenio y entrarán al Shabbát, que
es el séptimo milenio, porque ese es un “día” para Di-s solamente para unir la
Hé apropiadamente, y seleccionar nuevas almas para traerlas al mundo! esto se
refiere a las almas que aún no han venido al mundo, junto con las almas
renovadas que han estado allí desde el principio, como está escrito: “Y
sucederá que el que ha quedado en Sion, y el que permanece en Ierushaláim/Jerusalén,
serán llamados santos, cada uno de los que están inscritos para la vida en
Ierushaláim” (Ieshaäiáhu/Isaías 4:3).
(Zóhar, Vaerá 34:483)
Comentarios
Publicar un comentario