LA LETRA י IUD

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LA LETRA י IUD   Por Kabbalah y Torah en Expansión   La letra י ‘Iud’, un pequeño punto suspendido, revela la chispa de bondad esencial escondida en la letra ט ‘Tet’. A continuación del ‘Tzimtzum’ inicial (la contracción de la ‘Or En Sof’ (Luz Infinita) de HaShem para hacer “lugar” a la Creación), quedó dentro del ‘Jalal’ (“espacio vacío”) un punto potencial e individual o ‘Reshimú’ (“impresión”). El secreto de este punto es el poder del Infinito de contener el fenómeno finito dentro de Sí Mismo, y expresarlo en la realidad externa aparente. Una manifestación finita comienza de un punto de dimensión cero, luego se desarrolla en una línea unidimensional y una superficie bidimensional. Esto está insinuado en la escritura completa de la letra י ‘Iud’ יוד (iud-vav-dálet): “punto” (iud), “línea” (vav), “superficie” (dálet).   Estas 3 etapas corresponden en Kabbalá a: “punto” (Nekuddá), “espectro” (Sefirá) y “rostro” (Partzuf). El punto inicial, el poder esencial de la letra

DE 49 A 50 - DEL OMER A SHAVUOT


DE 49 A 50 - DEL ÖMER A SHAVUÖT

Por Kabbalah y Torah

Terminamos la cuenta del Ömer, 49 días en los cuales nos ocupamos de la rectificación de las cualidades del corazón. Siete sefirót desde Jésed hasta Maljút, que también representan esas cualidades de la psiquis relacionadas principalmente con el mundo de nuestras emociones. En la noche de Shavuöt ya no contamos en la práctica, y sin embargo está dicho en la Torá: “Y contarán para ustedes cincuenta días”, y de aquí que también en Shavuöt hay una cuenta. ¿Cuál es?

Por encima de las siete sefirót con las que trabajamos, se encuentra la sefirá de Biná, בינה “entendimiento”, en la cual hay “Cincuenta portales de entendimiento - Jamishshím Shaäré Biná”. Tal cual como el día cincuenta de la festividad de Shavuöt. Es decir que después de haber trabajado en el mundo de los sentimientos, relativamente externos, subimos a una dimensión más elevada, el estrato de la mente representada por la sefirá de Biná. Aquí la sefirá como que se rectifica a sí misma, un día que “se cuenta” por sí mismo, y así ameritamos recibir la Torá (que habla en el idioma del intelecto, Biná). Dentro de los “portales de entendimiento”, el portal 50 llamado “Sháär HaNún”, el portal Nun (50), es conocer a HaShém, como la vivencia que se experimentó en el monte Sinaí, donde HaShém se revela y dice “aquí estoy”, ANOJÍ  ADO-NÁI  ELO-HÉJA, “Yo soy el Señor tu Di-s”.

La experiencia interior de la sefirá de Biná es la simjá, alegría. Así después de que culminamos la rectificación del corazón con la cuenta del Ömer, no caemos en esa baja auto satisfacción (que puede estropear todo lo que hicimos), sino que simplemente nos alegramos. Nos alegramos en la festividad, en este Ióm Tóv, y nos alegramos por recibir la Torá. La palabra חמשים jamishshím, “cincuenta” misma cambia el orden de sus letras y se transforma en שמחים semejím, “alegres”.


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