LA LETRA י IUD

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LA LETRA י IUD   Por Kabbalah y Torah en Expansión   La letra י ‘Iud’, un pequeño punto suspendido, revela la chispa de bondad esencial escondida en la letra ט ‘Tet’. A continuación del ‘Tzimtzum’ inicial (la contracción de la ‘Or En Sof’ (Luz Infinita) de HaShem para hacer “lugar” a la Creación), quedó dentro del ‘Jalal’ (“espacio vacío”) un punto potencial e individual o ‘Reshimú’ (“impresión”). El secreto de este punto es el poder del Infinito de contener el fenómeno finito dentro de Sí Mismo, y expresarlo en la realidad externa aparente. Una manifestación finita comienza de un punto de dimensión cero, luego se desarrolla en una línea unidimensional y una superficie bidimensional. Esto está insinuado en la escritura completa de la letra י ‘Iud’ יוד (iud-vav-dálet): “punto” (iud), “línea” (vav), “superficie” (dálet).   Estas 3 etapas corresponden en Kabbalá a: “punto” (Nekuddá), “espectro” (Sefirá) y “rostro” (Partzuf). El punto inicial, el poder esencial de la letra

ASTRO-KABBALAH

ASTRO-KABBALAH

Por Kabbalah y Torah

Cada signo del Zodiaco tiene ciertas características, pero es importante superar la naturaleza inherente a los signos a fin de que no seamos controlados completamente por los planetas.

También está escrito: “Y que sean para señales y para tiempos designados...”, toda la estructura de fechas, fiestas, festividades religiosas de los meses lunares y el Shabbát se deriva de esto y es formada por el firmamento, porque mide todos y cada uno de los grados.

Vengan y contemplen: Porque la Luna gobierna y brilla por el poder de ese río que sale de Edén, el cual es Biná, Luz es añadida a todos los Cielos debajo: Atzilút, Beriá, Ietzira y Äsiá de separación, y sus huestes. Así, los planetas rigen al mundo y hacen que crezcan plantas y árboles, y todo en el mundo crece y se multiplica. Aun el agua y los peces en el mar crecen en cantidad.

(Zóhar, Bereshít Álef 41:396,401)

Rabbí Shimön dijo: “Hemos aprendido... que todas estas Sefirót del Rey son comparadas a siete firmamentos y siete planetas que corren de aquí para allá, y son llamados con nombres físicos. Pero aunque ocultan todos los firmamentos, esto es: son llamados con nombres que aluden a su aspecto interno, secreto, en cuanto a los siete planetas, Shabbetái (Saturno), Tzédek (Júpiter), Maadím (Marte), Jammá (Sol), Nóga (Venus), Kojáv (Mercurio), Levaná (Luna), ellos relacionan estas siete Sefirót celestiales con aquellos nombres de los planetas, deseando ocultar los asuntos, a saber: con relación a aquellos de quienes está escrito: “IAÄMDU-NÁ  VEIOSHIÜJ  HOVERÉ  SHAMÁIM  HAJOZÍM  BAKKOJAVÍM  MODIÏM  LEJODASHÍM  MEASHÉR  IAVÓ  ÄLÁIJ - Aparezcan ahora y te defiendan los contempladores de los cielos, los especuladores de las estrellas, los que enseñan los cursos de la luna, de lo que vendrá sobre ti”. (Ieshaäiáhu/Isaías 47:13)

(Zóhar, Haazínu 4:14)

Los planetas y estrellas, como dice el Zóhar, no son una masa inerte de materia; son fuerzas espirituales de Luz y cada uno de ellos tiene diferentes cualidades. Como se puede ver en los fragmentos del Zóhar citados previamente, de cierta manera, los planetas gobiernan las actitudes y los comportamientos humanos. Esto no debe usarse para inferir que no tenemos responsabilidad por nuestras acciones porque, de hecho, nosotros mismos atraemos el signo zodiacal en particular bajo el cual nacemos para ayudarnos a completar nuestro tikkún aquí en la Tierra. Por lo tanto, no somos controlados por los signos del Zodiaco; en lugar de ello, nosotros escogemos el nivel en el cual nos influirán las estrellas y los planetas.


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