ZEJUTAM IAGUEN ALENU - Que sus méritos nos protejan

ZEJUTÁM  IAGUÉN  ÄLÉNU - Que sus méritos nos protejan

Por Kabbalah y Torah

Una vez, el Báäl Shém Tóv llegó a sus estudiantes que estaban sentados y discutiendo las muchas maravillas que su maestro había realizado. Y les dijo: “¿Por qué están hablando de mis milagros, pero no están hablando acerca de mi auto-sacrificio?”

Debido a nuestras transgresiones, la gente está muy acostumbrada de hablar sobre los milagros de los Tzaddikím de las generaciones anteriores y lamentan que no existen Tzaddikím así. Pero en verdad, es herejía decir tal cosa. Porque así como HaShém se encuentra en cada generación, sin duda hay Tzaddikím santos en cada generación (Sijót HaRán, #192).

Y como el autor del libro “Tiféret Shelomó”, explicó sobre la bendición recitada después de leer la Haftará: “TZÚR  KOL  HAÖLAMÍM, TZADDÍK  BEJOL  HADDORÓT - Roca de todos los mundos, Tzaddík en cada generación”: Al igual que HaShém es la Roca de todos los mundos, también hay un “Tzaddík en cada generación”, que se asemeja a su Creador y es apropiado acercarnos a él y de hablar de su grandeza. Porque al hablar de ellos, entrará en nuestros corazones un poderoso anhelo de andar por sus caminos y de unirnos a HaShém. Por lo tanto, la manera principal de elevar y exaltar la sabiduría es a través de hablar de los Tzaddikím. 

Feliz es el que siempre habla acerca de la grandeza de los Tzaddikím y de su impresionante auto-sacrificio en servicio del Señor. Porque de esta manera, un poderoso estímulo e inspiración entrará en los corazones de todos los que están escuchando al narrador y el mérito de toda la congregación se le atribuyen. Feliz es él y feliz es su porción.