LA ENERGÍA DEL MES DE IAR

LA ENERGÍA DEL MES DE IÁR

El mes de Iár, cuyo signo es Tauro (el Toro) está íntimamente relacionado con el atributo de la meditación e introspección de pensamiento.

Esta es una época de estrechez en la claridad y la percepción del amor Divino, y la función del hombre en este mes es la búsqueda y el reconocimiento de la verdad, que, basada en el pensamiento viene como consecuencia de la fe que se ha establecido en el corazón de cada uno durante el mes de Nisán/Aries.

El trabajo durante este mes, de búsqueda de la verdad y perfeccionamiento del pensamiento, se manifiestan claramente en el trabajo de la cuenta del Ömer, como está escrito en el rezo del Ömer: “para purificarnos de nuestras impurezas”...

La introspección en la búsqueda de la verdad, junto con el temor a Di-s son dos cualidades esenciales en el inicio del individuo por el sendero espiritual.

El mes de Iár/tauro es conocido desde la antigüedad como el mes característico de la curación (Bené Issajár-Iár) tal como lo manifiesta el acrónimo de la letras que componen la palabra Iár: Álef-Iúd-Iúd-Résh con la siguiente frase simbólica: “ANÍ  ADO-NÁI  ROFÉJA: “Yo soy el Señor Tu curador” (Shemót/Éxodo 15:6). Esta relación también se expresa en el mismo valor numérico de las palabras Iár y Arúj / remedio.

Se reconoce que las enfermedades del hombre vienen primordialmente como consecuencia de una inadecuada alimentación o una mala disciplina y asimilación de la digestión. En relación con esto, la trama Bíblica nos indica que el Maná, el alimento celestial de los judíos en el desierto, comenzó a caer durante este mes, al igual que la provisión de la fuente de agua.

El elemento del mes, según la ciencia astrológica, es la tierra. Este elemento que viene a continuación del elemento fuego del mes precedente de Nisán representa claramente el trabajo básico del mes que es la conquista y el fortalecimiento interno del individuo.