LA LETRA י IUD

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LA LETRA י IUD   Por Kabbalah y Torah en Expansión   La letra י ‘Iud’, un pequeño punto suspendido, revela la chispa de bondad esencial escondida en la letra ט ‘Tet’. A continuación del ‘Tzimtzum’ inicial (la contracción de la ‘Or En Sof’ (Luz Infinita) de HaShem para hacer “lugar” a la Creación), quedó dentro del ‘Jalal’ (“espacio vacío”) un punto potencial e individual o ‘Reshimú’ (“impresión”). El secreto de este punto es el poder del Infinito de contener el fenómeno finito dentro de Sí Mismo, y expresarlo en la realidad externa aparente. Una manifestación finita comienza de un punto de dimensión cero, luego se desarrolla en una línea unidimensional y una superficie bidimensional. Esto está insinuado en la escritura completa de la letra י ‘Iud’ יוד (iud-vav-dálet): “punto” (iud), “línea” (vav), “superficie” (dálet).   Estas 3 etapas corresponden en Kabbalá a: “punto” (Nekuddá), “espectro” (Sefirá) y “rostro” (Partzuf). El punto inicial, el poder esencial de la letra

SHEM 3 - HACIENDO MILAGROS (Del 11 al 15 de Nisán)


SHÉM 3 - HACIENDO MILAGROS (Del 11 al 15 de Nisán)

Por Kabbalah y Torah

EL SHÉM, IJÚD DEL SHÉM, LOS 3 MESHARTÍM (Ayudantes espirituales, ángeles: SITVA´EL, IOFEFI´EL y TOVI´EL) Y SU TEHIL´LÍM 


Hay momentos en que nada más un milagro puede transformar una situación desolada y sin esperanzas. Los 72 Nombres de Di-s fueron usados en la antigüedad para realizar asombrosos milagros. Moisés los usó para partir el “Mar Rojo”, Josué los utilizó para detener el Sol y David para vencer a Goliat. Sin embargo, el poder de estos 72 Nombres se perdió por milenios y quizás el mayor milagro de nuestro tiempo sea la repentina disponibilidad de este antiguo poder.

En la secuencia de letras de este divino Nombre se encuentra la tecnología para realizar milagros. Se requiere de cierto nivel de entendimiento antes de que el inmenso poder de este Nombre pueda ser liberado. La información por sí sola no es poder, el conocimiento es realmente poder, la sabiduría es poder. Estas cualidades internas pueden aplicarse y traducirse en cambios prácticos y positivos, e incluso en milagros.

Cualquier milagro en el mundo material debe ser precedido por un cambio milagroso en nuestro carácter. La realidad física y la naturaleza humana están íntimamente conectadas. Cuando creamos una extraordinaria transformación dentro de nosotros mismos, el poder de este Nombre permite al Universo expresar externamente este cambio interno.

MEDITACIÓN:

Liberarnos de todo egoísmo, envidia, ira y autocompasión. A través del rechazo de estas tentaciones negativas, somos libres para invocar este Nombre y encender de este modo el poder de los milagros.

“Diré yo al Señor, esperanza mía, y castillo mío; mi Di-s, en quien confiaré”

(Tehil´lím/Salmos 91:2)


 


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