PÉSAJ: Y PASA POR EL DINTEL Y LAS
DOS MEZUZÓT (LOS DOS POSTES LATERALES)
Por Kabbalah y Torah
“El Señor pasará para castigar”.
Más, todo se revela ante el Creador, entonces, ¿por qué Él necesitaba que
hubiera sangre en el dintel y en las dos Mezuzót (los dos postes laterales)?
Está escrito: “El Señor lo ha visto,
y ha desechado”. También está escrito: “Y vio el Señor que la maldad de los
hombres era mucha en la tierra”. La Providencia no se ve arriba, excepto cuando
uno de sus actos se ve abajo. Y antes de que un acto se realice abajo, la
Providencia no castiga, excepto por un pensamiento de idolatría, que es
castigado sin un acto. Y una vez que un acto se ha realizado, la Providencia
Superior despierta. Por eso es que todo depende del acto, para bien o para mal.
Todas las calles de Egipto estaban
llenas de ídolos y en cada casa había toda clase de hechiceros, que se conectan
con las coronas inferiores abajo (kitrín tattaín diltattá) con sus sortilegios
y evocan el espíritu de impureza entre ellos.
“Tomarán un manojo de hisopo, lo
mojarán en la sangre que está en el recipiente”. El manojo de hisopo es para
purificar el espíritu de impureza de entre ellos y para mostrar la fe completa
en sus casas, en estos tres lugares – una de aquí y una de aquí – en las dos
Mezuzót (los dos postes laterales), que aluden a las dos líneas: derecha e
izquierda. Y la que está entre ellas, en el dintel, alude a la línea media. Y
por eso es que el Creador pasó por la puerta y no dejó que el destructor
viniera a sus hogares a castigar, ya que Él ve el santo Nombre escrito en la
puerta, que son las tres líneas.
Si ellos aluden a las tres líneas,
¿por qué fue hecho en sangre? Es porque el color de las tres líneas es blanco y
rojo y el inclusivo es verde. Había dos sangres: una de Pésaj y la otra de la
circuncisión, cuando ellos se circuncidaron. La sangre de la circuncisión es Rajamím
(misericordia), y aunque sea roja, y la sangre de Pésaj es juicio, por ello,
los colores son aquí irrelevantes.
Él dice, “No es así”. Yo pensé que
el Creador trajo la sangre de regreso a Rajamím, como si fuera el blanco entre
los colores, como está escrito: “Yo pasé junto a ti y te vi agitándote en tu
sangre y te dije, ‘Cuando estabas en tu sangre, vive’”. Y aunque era roja fue
devuelta a Rajamím, pues está escrito: ‘En tu sangre, vive”. Por ello, no
depende de los colores. Y por eso él escribió en la puerta en los tres lados,
una aquí y una aquí y una entre las dos, aludiendo a las tres líneas.
Se vieron dos sangres: la sangre de
Pésaj y la sangre de la circuncisión. Esas corresponden a dos Ketarím, Sefirót,
que se vieron arriba en ese tiempo, que son las dos líneas, Jésed y Guevurá.
Ellas son opuestas a un Kéter, incluido en los dos lados ocultos, en Rajamím y
Din (juicios). Es así porque la línea misma consiste de dos líneas,
correspondientes a las dos sangres, la sangre de la circuncisión -Rajamím en
Tiféret- y la sangre de Pésaj -el Din en Tiféret.
Existen varios lugares en donde el
Creador tiene piedad de Sus hijos: Un hombre hizo una casa y el Creador le
dijo: “Escribe Mi Nombre y ponlo en tu puerta. Y te sentarás dentro de la casa
mientras que Yo me siento afuera, en tu puerta y te custodiaré”. Pero aquí, en
Pésaj, Él dijo, “Escribe el secreto de Mi fe en la puerta, las tres líneas en
las dos Mezuzót y el dintel, y tú te sentarás dentro de tu casa, mientras que
Yo custodio desde afuera, como está escrito: “y ninguno de ustedes saldrá a la
puerta de su casa hasta la mañana”. También está escrito, “pero al ver la
sangre en el dintel… y no permitirá al destructor entrar en sus casas para
castigar”. Así, el Creador estaba custodiándolos desde afuera.
Así como el Nombre santo, Hé, ellos
lo hicieron en ese tiempo, es decir, tres líneas - dos en las Mezuzót (los dos
postes laterales) y una en el dintel de arriba. Esto es igual a la forma de la
Hé ה que es Maljút. Por ello, como el sagrado
Nombre regresó a ser Din sobre los egipcios en ese tiempo, la sangre regresó a
ser Din en ese tiempo, como está escrito, “y cuando Él ve la sangre en el
dintel y en las dos Mezuzót”. Todos ellos estaban marcados con rojo, aludiendo
a Din, para mostrar que aunque es Rajamím para Israel, era Din, una vez más,
para cobrar venganza de los egipcios.
Así como ella es arriba, así debería
ser vista abajo en ese tiempo. Si es Rajamím, entonces Rajamím, si es Din,
entonces Din. Y puesto que era Din sobre los egipcios, en ese tiempo, está
escrito: “Moja la sangre que está en el recipiente y unta el dintel”. La sangre
implica Din. Y está escrito sobre el futuro: “¿Quién es éste que viene de Edóm,
con vestimentas rojas desde Botzrá?”. Es decir, Él mostrará a todos Din,
llevará a cabo venganza, y entonces Sus ropas serán rojas como la sangre.
¿Cuál es la razón que no se les
permitió salir fuera a la puerta? Es que una persona no debe estar en la calle
cuando Din se aplica a la ciudad, porque cuando al destructor se le da permiso,
aquellos que lo hieren son dañados. Por ello, aquí, cuando Din estaba sobre
Egipto, ellos no necesitaban estar afuera.
En eso mismo, cuando encuentras Din
para Egipto, encuentras Rajamím para Israel, como está escrito: “Pero al ver la
sangre, Yo pasaré de largo”. También aprendimos, respecto a todos esos sagrados
Ketarím arriba, que así como hay Din en ellos, hay Rajamím en ellos. Todo es al
mismo tiempo. Está escrito: “Y el Señor herirá a Egipto, hiriendo y sanando”,
es decir castigar a Egipto y sanar a Israel. ¿Qué es, “VERAFÓ - y sanando”?
Ellos necesitaban curación por su circuncisión.
Cuando los egipcios estaban siendo
castigados, Israel estaba siendo sanada. Está escrito: “El Señor pasará por la
puerta”. ¿No debería haber dicho “Pasará de largo”? Pero, la puerta es la
puerta del cuerpo que es la circuncisión que Él sanó.
Cuando pasa la medianoche, el Jésed
Superior (de Zéër Anpín) despierta en el sagrado Kéter, Maljút, pues uno no se
levanta sin la otra, aunque la noche es sólo Maljút. De todas formas, nunca
sucede que Maljút esté sin Zéër Anpín (ZA), su esposo. Por esta razón, uno
hiere y el otro sana –Maljút hiere y ZA sana, y todo al mismo tiempo.
“El Señor pasará por la puerta”, la
puerta del cuerpo, puesto que es la apertura a la extensión de Rúaj, de donde
ellos nacieron. Hasta que Avrahám fue circuncidado, estaba bloqueado de todos
lados, no podía engendrar en santidad. Cuando fue circuncidado, todo se abrió
en él y no estaba bloqueado, como antes.
“Él estaba sentado a la puerta de su
tienda”, puesto que la letra Iúd ha sido revelada. En esta revelación de Iúd,
él colocó Jésed en Tzédek (justicia). La Iúd en el Nombre SHA-DDÁI apareció a
través de la circuncisión, indicando que el Jésed se extendió a Maljút, llamada
Tzédek. Esta es la puerta del elevado, sagrado Tabernáculo, Maljút. Y ese es el
significado de lo que está escrito sobre la tienda que es Maljút.
Antes que él fuera circuncidado,
Maljút recibía solamente del lado izquierdo, en la forma de Jojmá sin Jasadím,
en cuyo tiempo ella está bloqueada de todos los lados porque Jojmá no puede
brillar sin Jasadím. Y cuando él fue circuncidado, Jasadím apareció en ella, la
Jojmá en ella, vestida en Jasadím e ilumina en ambas, Jojmá y Jasadím. Es por
lo tanto discernido que la puerta fue abierta en Maljút a través de la
circuncisión, para que ella pudiera brillar y ese es el significado de “Él
estaba sentado a la puerta de su tienda”.
Cuando esta Iúd apareció, a Avrahám
se le dijo y se le bendijo en la puerta de su tienda, que es Tzédek, Maljút que
era mitigada en Jésed, es decir, que Jojmá en Maljút se había vestido con Jasadím,
como está escrito: “En lo más caluroso del día”. El día es cuando Jésed, la
porción de Avrahám, domina, puesto que Avrahám es una Merkavá (carroza) para
Jésed de ZA. La puerta de la tienda es Maljút, que fue mitigada por el Jésed de
Avrahám, puesto que está escrito: “Y el Señor lo había bendecido en todo”. Todo
es Maljút que fue mitigada por Jésed, a través de Avrahám, después que Iúd
apareció en él a través de la circuncisión.
“Mientras que él estaba sentado en
la puerta de la tienda”, como está escrito: “Y el Señor lo había bendecido en
todo”. La puerta de la tienda es Maljút, llamada “todo”, el décimo Kéter. Kéter
significa Sefirá y “en lo más caluroso del día”, significa que al igual que se
le había dado la Sefirá Jésed, llamada “día”, se le recompensó con la puerta de
la tienda. Eso es porque Jésed abre a Maljút, llamada “tienda”, para que pueda
brillar. Y mientras que él se sienta en Jésed, llamado “día”, él se sienta en
Maljút, llamada “el pie de la tienda”. Eso es porque Maljút no puede brillar en
la Jojmá en ella sin Jésed y Jésed sin la iluminación de Jojmá en Maljút es VaK
(“cuerpo” sin un Rósh (cabeza).
“El Señor pasará a castigar a los
egipcios”. Pasar significa que Él estaba dando la sentencia de los Ketarím que
estaban conectados a otros Ketarím arriba y los liberó de su existencia. Los
Ketarím inferiores, a los cuales los egipcios estaban adheridos, estaban
conectados a los Ketarím superiores, de Kedushá (santidad), de los cuales
recibían su vitalidad. Y el Creador liberó esas ataduras y la existencia de los
Ketarím inferiores fue revocada. Esto es cuando al primogénito de Egipto se le
dio muerte.
Resulta que el Creador infringió Sus
propios caminos cuando Él dañó la cascada de los Ketarím para juzgar a Egipto y
guardar a Israel. Así es como es: en donde sea que está escrito “pasar”, “ha
pasado”, o “pasará”, indica que el Creador ha infringido Sus propios caminos en
el orden de la cascada de las Sefirót, ya sea para enjuiciar o para misericordia.
Y aquí, “pasó” significa juzgar. Y cuando está escrito, “Y el Señor pasó de
largo ante él”, es para realizar misericordia.
(Séfer HaZóhar, Bó)
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