LA LETRA י IUD

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LA LETRA י IUD   Por Kabbalah y Torah en Expansión   La letra י ‘Iud’, un pequeño punto suspendido, revela la chispa de bondad esencial escondida en la letra ט ‘Tet’. A continuación del ‘Tzimtzum’ inicial (la contracción de la ‘Or En Sof’ (Luz Infinita) de HaShem para hacer “lugar” a la Creación), quedó dentro del ‘Jalal’ (“espacio vacío”) un punto potencial e individual o ‘Reshimú’ (“impresión”). El secreto de este punto es el poder del Infinito de contener el fenómeno finito dentro de Sí Mismo, y expresarlo en la realidad externa aparente. Una manifestación finita comienza de un punto de dimensión cero, luego se desarrolla en una línea unidimensional y una superficie bidimensional. Esto está insinuado en la escritura completa de la letra י ‘Iud’ יוד (iud-vav-dálet): “punto” (iud), “línea” (vav), “superficie” (dálet).   Estas 3 etapas corresponden en Kabbalá a: “punto” (Nekuddá), “espectro” (Sefirá) y “rostro” (Partzuf). El punto inicial, el poder esencial de la letra

PESAJ: LEJEM ONI (el pan de la pobreza)


PÉSAJ: LÉJEM  ÖNI (el pan de la pobreza)

Por Kabbalah y Torah

Está escrito: “En el primer mes (Nisán), en el catorce del mes por la noche, comerán pan sin levadura”. También está escrito: “Durante siete días comerás pan sin levadura, el pan de la pobreza”. “Pan de la pobreza” está escrito sin la letra Váv (en hebreo), pues cuando Israel salió de Egipto se encontraba bajo otra autoridad. Cuando el Creador quiso acercarlos a Él, les dio el grado del pan de la pobreza. El pan de la pobreza es el Rey David, de quien está escrito: “KÍ-ÄNÍ  VE´EVÍON  ÁNI - Porque soy pobre y necesitado”.

El Rey David es la Nukvá. Cuando ella recibe la iluminación de la izquierda de Biná, ella se encuentra en el mismo nivel que Zéër Anpín (ZA), la cuarta pierna del trono, Biná. En ese momento la Nukvá está atada a Biná y no se acopla con Zéër Anpín, su esposo. Por lo tanto, ella es pobre y sin luz y se le llama: “LÉJEM  ÖNI - el pan de la pobreza”, ya que Jojmá no ilumina sin Jasadím. En ese momento, está escrito: “Porque soy pobre y necesitado”. Y este grado de la Nukvá es su primer grado, pues cuando Él los hizo salir de Egipto, del dominio de Sitrá Ajará, y quiso acercarlos a la Kedushá (santidad), Él les dio el grado del pan de la pobreza en la Nukvá, pues este es el primer grado de la Nukvá.

Este pan de la pobreza se llama Matzá (pan sin levadura) sin la letra Vav, ZA, pues la Nukvá sin el aspecto masculino es pobre, desprovista de Jasadím. Primero, Israel se aproximó al estado de Matzá, pues este es el primer grado. Y una vez que Él los acercó aún más, el Creador los hizo ingresar a otro grado y el aspecto masculino se conectó con la Nukvá, quien se acopló con ZA y recibió Jasadím de él.

En ese momento, cuando la Matzá  מצה  se ha unido con el aspecto masculino, a ella se le denomina Mitzvá  מצוה  (buena obra/precepto) con una Váv adicional, pues Váv implica Zéër Anpín (ZA), tal como está escrito, “Pues este precepto”. Y debido a esto en su primer grado, a ella se la llama “una Matzá”, y más adelante en el otro grado se la llama, “una Mitzvá”.

El Creador le entregó a Israel este pan, es decir los Mojín, de la tierra de los vivientes, de la Nukvá, a quien se le llama Matzá, y entonces este pan fue el pan del cielo, de Zéër Anpín (ZA).

Cuando Israel salió de Egipto, ellos no sabían nada hasta que el Creador les hizo probar el pan de esta tierra, la Nukvá, que es llamada Matzá, tal como está escrito: “ÉRETZ  MIMMÉNNA  IÉTZE-LÁJEM - La tierra, de ella sale el pan”. Entonces Israel comenzó a conocer y a alcanzar al Creador como un infante que no conoce y no alcanza hasta que prueba el pan de este mundo. En otras palabras, este pan que Israel recibió en Pésaj sólo de la Nukvá, que se llama Matzá, es el primer grado del alcance, como un infante que comienza a probar el sabor del pan.

Israel no sabía ni había alcanzado grados más elevados antes de comer el pan superior, que se extiende de Zéër Anpín (ZA), de los cielos. Y antes de que comieran el pan superior, no conocían ni alcanzaban salvo en el lugar de la Nukvá. Pero el Creador deseaba que Israel conociera grados más elevados que iluminan desde ZA a la Nukvá, pero ellos no podían antes de probar el pan de ese lugar en lo alto, del cielo, ZA, tal como está escrito, “HINENÍ  MAMTÍR  LAJÉM  LÉJEM  MIN-HASHSHAMÁIM - He aquí, haré llover pan del cielo para vosotros”. Entonces supieron y observaron lo referente a ese sitio.

El comienzo de Israel en el conocimiento fue el pan de la pobreza. Pero, no hay ninguna cosa en el mundo que no tenga en ella los aspectos masculino y femenino y todo lo que hay en la tierra existe en el mar también.

(Séfer HaZóhar, Vaietzé) 


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