PÉSAJ: INGRESANDO EN LA PORCIÓN
SAGRADA
Por Kabbalah y Torah
En cuatro períodos del año el mundo
es juzgado: en Pésaj, por el grano, en Shavuöt por los frutos del árbol, en Rósh
HashShaná, cuando todos los habitantes del mundo pasan ante Él como un rebaño
de ovejas; y en Sukkót son juzgado por el agua.
“En Pésaj por el grano”, en
oposición a la elevada Merkavá, los patriarcas, Avrahám, Itzják y Iaäkóv
(JaGaT) y el Rey David, Maljút. Las cuatro veces corresponden a los patriarcas
y al Rey David. Él interpreta que Matzá viene en Pésaj debido a que Matzá es el
Din (juicio) de Maljút. Es cuando Israel comenzó a ingresar en la porción
sagrada del Creador y a extirpar la levadura – la idolatría – que son los
encargados sobre las naciones idólatras, llamados “elohím ajerím - otros
dioses”, “elohé nejár - dioses extraños”, “jamétz - levadura”, “iétzer hará -
la inclinación al mal”, para ingresar en Matzá, la Maljút, que es la porción
sagrada del Creador. Esta es la razón por la que el Juicio se pronuncia sobre
Pésaj con respecto al grano, ya que explicamos que el mundo es juzgado por el
Din (juicio) de la Hé, Maljút. Y Tevuá (grano) proviene de las palabras Tavó Hé
(que venga la Hé).
Todo se encuentra en estos cuatro
períodos. En Pésaj, el Din está en Maljút, que es llamado “grano”. En Shavuöt,
el Din está en Tiféret, que es llamado “un árbol”. En Rósh HashShaná, está en
Guevurá y en Sukkót está en Jésed.
Todo se encuentra en esos cuatro
períodos: Avrahám, Itzják, Iaäkóv, que son JaGaT y el Rey David, quien es Maljút.
El mundo es juzgado en esos JuG TuM y las personas son sentenciadas en los
cuatro períodos, que son los días cuando JuG TuM están en el mundo. Cada día
los libros están abiertos y los actos de las personas se escriben, y no han
nadie que cuide y nadie que preste atención y cada día la Torá atestigua, tal
como está escrito: “MI-PÉTI IASÚR HÉNNA
JASAR-LÉV ÁMERA LÓ - Cualquier simple, venga acá. A los
faltos de entendimiento (o de corazón) dijo:” (Mishlé 9:4)
Cuando una persona se incorpora en
la mañana, unos testigos están junto a él y atestiguan acerca de él. Y él no lo
nota. Y el alma atestigua sobre él a cada vez y a cada hora. Si él escucha,
está bien. Y si él no escucha, los libros están abiertos y se escriben los
actos. Dichosos son los justos que no temen al Din (juicio) de este mundo o al
Din del mundo por venir. Está escrito acerca de esto, “VETZADDIKÍM KIJFÍR
IVTÁJ - Mas los justos están confiado como un leoncillo” (Mishlé 28:1b),
y “TZADDIKÍM IRSHU-ÁRETZ - Los justos
heredarán la tierra”. (Tehil´lím 37:29)
(Séfer HaZóhar, Vaijí)
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