ET-JAG HAMMATZTZÓT TISHMÓR - Guardarás la fiesta de los panes ácimos

ET-JÁG  HAMMATZTZÓT  TISHMÓR - Guardarás la fiesta de los panes ácimos

Por Kabbalah y Torah

Aquel que expía, debe expiar por sí mismo primero y después por su casa. Por lo tanto, en la primera noche de Pésaj, Maljút comenzó a ser santificada, como en, “Como expiación por sí mismo”, cuando ella misma recibe la corrección debido a su ascenso. Y una vez que ella es santificada, necesita expiar por su casa, ya que su casa – sus siete Sefirót JaGaT NeHIM (Jésed-Guevurá-Tiféret  Nétzaj-Hód-Iesód-Maljút) que permanecieron abajo y no se elevaron con ella, no han recibido la expiación todavía, esto es, Mojín de Immá, ya que el día de la expiación es Immá. Por eso es que ella descendió para santificar su casa.

Después de la primera noche de Pésaj, Maljút descendió de AvI (Abbá veImmá/Padre y Madre) a su lugar de abajo, para santificar sus siete Sefirót que permanecieron allí. Ella los santifica por medio del Israel inferior, cuando Israel observa las palabras: “ET-JÁG  HAMMATZTZÓT  TISHMÓR - Guardarás la fiesta de los panes ácimos”. Con esto, sus siete días JaGaT NeHIM que permanecieron abajo, que son denominados, “su casa”, son corregidos y puesto que fueron santificados, ella debe ser elevada. Eso es porque cuando la casa de la reina, Maljút, es santificada, ésta se eleva, es decir que después de que esos siete días recibieron corrección en su lugar, necesitan elevar a Maljút hasta AvI una vez más, y esto se realiza mediante Sefirát HaÖmer (la cuenta del Omer).

(Séfer HaZóhar, Teztzavvé)