AJARÉ MÓT: AMA A TU PRÓJIMO COMO A
TI MISMO
Por Kabbalah y Torah
En la historia de Mikketz (Bereshít/Génesis
42:3), los hermanos de Ioséf fueron juntos a Egipto. La pregunta que surge es:
¿por qué Iaäkov envió a todos sus diez hijos (a excepción de Benjamín, el más
joven) considerando lo peligroso que era ese viaje?
El Rambán (Rabbí Moshé ben Najmán,
1195-1270 e.c), en un discurso acerca de la historia de Mikkétz, explica que
Iaäkóv envió a todos sus diez hijos debido a la unidad que ellos representaban.
No quería que sus hijos estuvieran separados unos de otros ni siquiera por una
hora. El quería que fueran “uno en su amor”. De aquí aprendemos la importancia
crucial de la unidad entre nosotros, lo cual nos permite enfrentar juntos
incluso los peores peligros.
Hoy en día, pocas naciones enfrentan
más peligro que la nación de Israel, y muchas personas en Israel afirman su
creencia de que Israel es un país unificado. Amar a la nación de Israel es una
mitzvá (precepto) muy importante pero, en realidad, mientras la mayoría de
estas personas amen a Israel en general, no aman a todos y cada uno de los
individuos en la nación de Israel. El precepto de amar a Israel y la unidad de
Israel no significa que debemos “amar a la nación de Israel”. El precepto es
amar “al pueblo de Israel” y sentir amor por cada persona como si ésta fuese
nuestro familiar o ser amado.
Dado que “todo Israel” es como un
cuerpo humano y abarca a todas las personas que están esforzándose en ser más
espirituales en sus vidas, indiferentemente de su religión o raza, el juicio
sólo caerá sobre cualquier persona que actúe en contra de su compatriota, ya
que será como si hubiese ejercido una acción negativa contra sí mismo. La
explicación de “amar a la nación de Israel” expresa el principio de reconocer a
todos los seres humanos como un solo cuerpo; incluso a las personas que nos han
lastimado y nos han causado dolor. También debemos ver a esas personas como
parte de nuestro cuerpo y necesitamos “amar a nuestro prójimo como a nosotros
mismos”.
Acerca del precepto de “ama a tu
prójimo como a ti mismo”, Rabbí Äkivá dijo:
“Esta es la ley más importante de la
Torá. Si guardas el precepto de amar a tu prójimo como a ti mismo y si amas a
todo el pueblo de Israel como si fuese tu propio cuerpo, serás merecedor de la
completitud de los preceptos entre hombre y hombre, y también entre hombre y
Di-s”.
En resumen, amar a Israel de esta manera
-amor por todo el pueblo de Israel y por todos los pueblos del mundo- es la
llave que nos abrirá a la verdadera dicha y realización en nuestra vida.
La Parashá Ajaré Mót se lee dos
veces: una vez en Ióm Kippúr (día que ofrece la conexión más elevada posible
con la Luz del Creador durante el año) y una vez en un Shabbát en el mes de Iár
(Tauro). Debido a esto, cuando escuchamos o conectamos con la lectura en Shabbát,
también estamos conectando con la Luz de Ióm Kippúr. Sin embargo, al igual que
en Ióm Kippúr, este regalo conlleva la responsabilidad de que hagamos una
introspección profunda y despertemos un deseo de limpiarnos espiritualmente.
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