VAIKRÁ: LA SAL DE LA ALIANZA

VAIKRÁ: LA SAL DE LA ALIANZA

Por Kabbalah y Torah

וְכָל־קָרְבַּן מִנְחָתְךָ בַּמֶּלַח תִּמְלָח וְלֹא תַשְׁבִּית מֶלַח בְּרִית אֱלֹהֶיךָ מֵעַל מִנְחָתֶךָ עַל כָּל־קָרְבָּנְךָ תַּקְרִיב מֶלַח

VEJOL-KORBÁN  MINJATEJÁ  BAMMÉLAJ  TIMLÁJ  VELÓ  TASHBÍT  MÉLAJ  BERÍT  ELO-HÉJA  MEÄL  MINJATÉJA  ÄL  KOL-KORBANJÁ  TAKRÍV  MÉLAJ

“Y sazonarás toda ofrenda de tu presente con sal; y no harás que falte jamás de tu presente la sal de la alianza de tu Di-s; en toda ofrenda tuya ofrecerás sal”. (Vaikrá/Levítico 2:13)

En tiempos antiguos, se debía incluir sal en cada ofrenda. El valor numérico de la palabra sal en arameo (mélaj) es tres veces el Tetragramatón: 3 x 26 = 78, el Nombre de Di-s de cuatro letras. A nivel biológico, la sal es una sustancia importante; ésta hace circular la sangre en nuestro cuerpo a través del proceso de Ósmosis. La sal se considera un objeto inanimado, así que nos ayuda a elevar las almas que están atrapadas en objetos inanimados; no hay otra forma de que podamos hacer esto. Podemos elevar las almas de animales al comerlos o teniéndolos como mascotas, y podemos elevar las almas de las plantas al comerlas o teniéndolas como decoración en nuestros hogares o cuidándolas en el jardín. Pero la única forma de elevar las almas de objetos inanimados es a través del consumo de sal. El verdadero propósito de todo en este mundo la elevación y la transformación, y tenemos la obligación de ayudar incluso a objetos inanimados en ese proceso.