SOBRE LA MEZUZÁ

SOBRE LA MEZUZÁ

Por kabbalah y Torah

El Séfer Zóhar 3:300b - recita: “Mezuzót tiene las letras Zaz Mavet (mueve la muerte) porque ellas aseguran que el destructor no tendrá permiso de atacar y se alejará de esa entrada”.

“Quien cumple correctamente la Mitzvá de Mezuzá tendrá el mérito de disfrutar una larga vida él mismo y sus hijos”. (Shulján Arúj, Ioré Deá 285:1)

“Rab Huná dijo: “Alguien que es cuidadoso respecto al encendido de las velas de Janukká merecerá tener hijos que sean estudiosos. Alguien que es cuidadoso respecto a la mitzvá de mezuzá merecerá un hogar hermoso. Alguien que es cuidadoso respecto a la mitzvá de tzitzít, merecerá vestidos bellos. Alguien que es cuidadoso respecto a la mitzvá de Kiddúsh merecerá barriles repletos de vino”. (Talmud Bavlí - Shabbát 33b)

“La mezuzá influye espiritualmente en los pensamientos y en las actividades que tienen lugar dentro del hogar”. (Rabbí Shimshón Rafael Hirsch)

Kitzúr Shulján Arúj 11:23 - Tener conciencia de la Unicidad de Di-s influye en nuestro comportamiento.

Onkelos ben Kalonimus, se convirtió al judaísmo. El emperador Tito envió una brigada de soldados para llevarlo de regreso a Roma. Pero cuando Onkelos comenzó a hablar con los soldados y les mostró la belleza de la Torá, también ellos se convirtieron al judaísmo. Entonces Tito envió otra brigada, ordenándoles que no hablaran con Onkelos. Pero luego de oírlo sin ni siquiera hablar con él, ellos también se convirtieron al judaísmo. Finalmente Tito envió una tercera brigada y les ordenó que ni siquiera oyeran a Onkelos. Cuando lo estaban sacando, Onkelos puso su mano sobre la mezuzá y les preguntó: “¿Qué es esto?”. “Tú dinos”, le respondieron los soldados. Él les respondió: “Normalmente, un rey humano se sienta en el interior y sus sirvientes montan guardia afuera para protegerlo. Pero con el Santo Bendito Sea, sus sirvientes están adentro y Él los cuida desde el exterior, tal como dice el versículo: “ADO-NÁI  ÍSHMOR-TZETEJÁ  UVOÉJA  MEÄTTÁ  VEÄD-ÖLÁM - El Señor guardará tu salida y tu entrada, desde ahora y para siempre” (Tehil´lím 121:8)”. También ellos se convirtieron. Tito no envió más soldados. (Talmúd Bavlí, ävodá zará 11b)

La persona debe ser muy meticulosa respecto a la mitzvá de mezuzá, porque es una obligación constante. Cada vez que entra o sale de la casa ve la unidad del Nombre del Santo, Bendito Sea. Así recordará el amor de Di-s y despertará de su sueño y de su búsqueda de las vanidades del tiempo. Sabrá que no hay nada que dure para toda la eternidad, excepto el conocimiento de la Roca del Mundo. De inmediato, la persona recuperará su autocontrol y seguirá el camino correcto. Nuestros Rabinos dijeron que es casi seguro que alguien que coloque tefil´lín sobre su cabeza y sobre su brazo, y una mezuzá en su puerta, no pecará. Porque tiene muchos recordatorios, y ellos son los ángeles que lo salvan del pecado, tal como dice el versículo: “JONÉ  MALAJ-ADO-NÁI  SAVÍV  LIREÁV  VAIJAL´LETZÉM - El ángel del Señor acampa en derredor de los que le temen, y los defiende”. (Tehil´lím 34:8)

Una persona está obligada a ser cuidadosa con la mitzvá de mezuzá, porque ésta es una obligación constante de cada uno. Cada vez que alguien entra o sale (de su hogar) debe concentrarse en la Unicidad del Nombre del Santo, Bendito Sea, y recordar Su amor y despertarse de su letargo y de su error (al dedicar) su tiempo a cosas sin sentido. Y uno debe saber que lo único que dura eternamente es el conocimiento de Di-s. [Rambam, Hiljót Mezuzá (Las Leyes de la Mezuzá) 6:13]

Oí una explicación muy bella respecto al simbolismo de inclinar la mezuzá: La mezuzá  se coloca en la puerta de la casa; siendo que la casa es el lugar de residencia del marido y de la esposa. El hecho de inclinar la mezuzá “enseña” a cada pareja de qué manera crear shalóm báit  (paz hogareña). Cada uno debe estar dispuesto a ceder y a “inclinarse hacia el otro” para ayudar a tener una vida familiar armoniosa. (Rab Issajár Frand)

La mezuzá es una obligación de la persona que habita en la casa, porque ella recibe la protección. (Rashi, Talmúd Bavlí, Pesajím 4a)

El rey persa, Artiban, envió en una ocasión una joya muy valiosa a Rabbénu HakKadósh (Rabbí Iehudá HanNasi/Rabbí), y pidió que él le enviara algo a cambio. Rabbí le envió una mezuzá. El rey dijo: “Yo te envío algo muy valioso y tú me envías algo que se puede comprar por una suma miserable”. Rabbí le contestó: “Tú me enviaste algo que yo debo cuidar y yo te envié algo que te cuidará a ti”. [Talmúd Ierushalmi (Talmúd de Jerusalén) Peá 1:1]

La palabra Mezuzá en plural se dice Mezuzót, para entender su significado hay que permutar las letras de la palabra Mezuzót, lo que nos da la expresión “Zaz Mavet” lo que significa en hebreo “Fuera la Muerte”.

¿CÓMO UNA MEZUZÁ PUEDE ALEJAR AL ÁNGEL DE LA MUERTE?

El pergamino tiene la virtud de almacenar las ondas de pensamiento en unas casillas que son las letras hebreas. El escriba que rellena la Mezuzá, sabe qué pensamiento asociar a cada letra y a cada palabra que escribe sobre ese pergamino. Una vez puesta la Mezuzá sobre el dintel de la puerta, las ondas pensamiento que emanan del pergamino forman un escudo protector contra otras ondas pensamiento de envidias, odios, etc... que generan las personas que nos conocen y que tienen pensamientos negativos hacia nosotros.

BIRKÁT HAMMEZUZÁ - BENDICIÓN DE LA MEZUZÁ

בָּרוּךְ אַתָּה יְיָ אֱלֹהֵינוּ מֶלֶךְ הָעוֹלָם אֲשֶׁר קִדְּשָׁנוּ בְּמִצְוֹתָיו וְצִוָּנוּ לִקְבֹּעַ מְזוּזָה

BARÚJ  ATTÁ  ADO-NÁI  ELO-HÉNU  MÉLEJ  HAÖLÁM  ASHÉR  KIDDESHÁNU  BEMITZVOTÁV  VETZIVVÁNU  LIKBOÄ  MEZUZÁ

“Bendito eres Tú, Señor, Di-s nuestro, rey del Universo, que nos santificó con sus preceptos y nos ordenó colocar la mezuzá”.

SEGUIDAMENTE LA FIJARÁ, LA BESARÁ Y DIRÁ:

זֶה הַשַּׁעַר לַיהֹוָה צַדִּיקִים יָבֹאוּ בוֹ

ZÉ  HASHSHÁÄR  LAADO-NÁI  TZADDIKÍM  IAVÓU  VÓ

“Este es el portón del Eterno, los justos pasan por él”.

(Tehil´lím 118:20)

REZO JUNTO A LA MEZUZÁ ANTES DE SALIR DE LA CASA

“ADO-NÁI  ÍSHMOR-TZETEJÁ  UVOÉJA  MEÄTTÁ  VEÄD-ÖLÁM - El Señor guardará tu salida y tu entrada, desde ahora y para siempre”

“Heme aquí recibiendo sobre mí el yugo de Tu reinado; de Tu unicidad; de Tu amor, y de Tu temor, para cumplir todos tus preceptos”.

(Ölát Tamíd)