FRASES Y REFLEXIONES JUDÍAS - 3
Por Kabbalah y Torah
“De quien honra a su padre y a su
madre, Di-s dice. Le estoy tan agradecido como si me hubiera respetado a mi
mismo”. (Talmúd, Kiddushím 30b)
“Debes saber lo que existe por
arriba de ti” (Pirké Avót, 2)
“Dos ojos tiene el ser humano, uno
para descubrir las cualidades del prójimo y el segundo para observar sus
propios defectos”. (Rabbí Meír de Prebitsh)
“Dos perros que guardaban un rebaño
estaban siempre riñendo. Vino el lobo y atacó a uno. El otro se dijo: Si no
ayudo a mi compañero hoy, el lobo me atacará mañana a mí. Se reconciliaron y
juntos mataron al lobo”. (Talmúd Bavlí, Sanhedrín 105a)
“El amor hace de una persona dos, y
de dos, una”. (Isaac Abravanel)
“El Amor tapa todos los defectos, el
odio tapa todas las virtudes”. (Avrahám Ibbén Ëzrá)
“El avaro no es dueño de su riqueza,
sino que su riqueza es dueño de su persona”. (Talmúd)
“El ayuno es más importante que el
acto caritativo. ¿Por qué? Porque lo realizamos a costa de nuestro propio
cuerpo mientras que el acto caritativo se realiza sólo a costa de nuestro
dinero”. (Talmúd, Berajót 32b)
Hubo una vez un invierno tan duro,
que los pobres sufrían más que de costumbre. Para ir en busca de ayuda a lo del
único judío rico del “Shtetl”, hombre famoso por su avaricia, el Rabbí eligió
una de las noches más frías. Golpeó la puerta y el ricachón mismo salió a
abrirle. Era la única persona del poblado que en una noche así solo vestía una
camisa de tan calefaccionada que estaba la casa.
-Entre Rebbe, en casa va a estar
abrigado - invitó a pasar al rabino.
-No, no vale la pena, es sólo un
minuto, respondió el rabino y entabló con él una larga conversación
preguntándole por cada uno de los miembros de su familia, mientras el hombre
tiritaba ante la puerta abierta. A cada momento volvía a rogarle al Rabbí que
entrara, pero éste persistía en su negativa.
-¿Y, cómo le va al primo de su
cuñado, que dejó en la ciudad? Seguía el Rabbí.
El hombre estaba azul y no soportaba
más el frío, de modo que preguntó finalmente: -¿Cuál es el motivo de su visita?
-Vine a pedirle dinero para comprar
carbón para los pobres del “Shtetl”.
-Bien, y ¿Por qué no entra y
hablamos al calor del hogar? -Es que si entramos a su casa a sentarnos al lado
de la chimenea a disfrutar del calor, cuando yo le explique que los pobres
sufren frío usted no va a entenderlo. Pero en cambio, ahora, que usted siente
el frío en sus propios huesos, si yo le digo que los pobres sufren frío, va a
comprenderlo mejor ¿No es cierto?
La suma entregada por este hombre
alcanzó para que en ninguna casa del poblado faltara leña en todo ese invierno.
(Cuentos Jasídicos)
“El castigo de un mentiroso es que
no le crean aunque diga la verdad”. (Sanhedrín 89,2)
“El hombre solo es como una letra
del alfabeto; que solamente cuando está unida a otras forma una palabra”.
(Refrán Judío)
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