LA LETRA י IUD

Imagen
LA LETRA י IUD   Por Kabbalah y Torah en Expansión   La letra י ‘Iud’, un pequeño punto suspendido, revela la chispa de bondad esencial escondida en la letra ט ‘Tet’. A continuación del ‘Tzimtzum’ inicial (la contracción de la ‘Or En Sof’ (Luz Infinita) de HaShem para hacer “lugar” a la Creación), quedó dentro del ‘Jalal’ (“espacio vacío”) un punto potencial e individual o ‘Reshimú’ (“impresión”). El secreto de este punto es el poder del Infinito de contener el fenómeno finito dentro de Sí Mismo, y expresarlo en la realidad externa aparente. Una manifestación finita comienza de un punto de dimensión cero, luego se desarrolla en una línea unidimensional y una superficie bidimensional. Esto está insinuado en la escritura completa de la letra י ‘Iud’ יוד (iud-vav-dálet): “punto” (iud), “línea” (vav), “superficie” (dálet).   Estas 3 etapas corresponden en Kabbalá a: “punto” (Nekuddá), “espectro” (Sefirá) y “rostro” (Partzuf). El punto inicial, el poder esencial de la letra

EL NOMBRE DE HAMAN Y SU ANTÍDOTO


EL NOMBRE DE HAMÁN Y SU ANTÍDOTO 

Por Kabbalah y Torah 

La Guemará pregunta: “HAMÁN  MIN  HATTORÁ  MINAIN - ¿En dónde se encuentra el nombre de Hamán en la Torá?”

El significado de la búsqueda que realiza la Guemará del nombre de Hamán en la Torá es el siguiente: aquello que Hamán representa debe tener su raíz en la Torá; si nosotros encontramos su nombre en la Torá en consecuencia podremos comprender su esencia, estaremos localizando sus genes espirituales.

La Guemará encuentra el nombre de Hamán casi al principio de la Torá. Luego de que Adám comiera del fruto prohibido del Árbol del Conocimiento, Di-s se presentó en el jardín y le preguntó: “HAMIN-HAËTZ … – ¿Acaso comiste del árbol…?” Sin las nekuddót (vocales), tal como está escrita la Torá, la palabra “HAMIN” es igual a Hamán  המן

“¿Acaso comiste del árbol?” ¿Qué tiene que ver esto con Hamán? El mensaje que se transmite aquí debe ser bastante fundamental, porque está ubicado al comienzo de la creación. Éste es el principio de la trasgresión– aquello que representa Hamán en el mundo de alguna manera debe estar íntimamente conectado con la raíz misma de la trasgresión.

Ésta pregunta que Di-s le formula al hombre, “¿Acaso comiste…?” es una expresión de la distancia que apareció entre el hombre y su creador como resultado de la trasgresión del hombre. Adám se volvió tan ciego ante la realidad, estaba tan confundido que se convenció a sí mismo de que era capaz de esconderse delante de Aquel que Todo lo Ve. Unos pocos instantes antes, él tenía una comunicación directa con su Creador. ¿Acaso ahora olvidó con Quien estaba tratando? No; él conocía a Di-s y precisamente por eso es que se estaba escondiendo. Pero él entró a un mundo de ilusión. Y debido a la culpa y a la vergüenza que sentía delante del Amo del Universo, de alguna manera pensó que podría esconderse delante de Él.

Adám perdió la claridad; al alejarse del Creador perdió su visión y perdió el contacto con la fuente de la realidad. Pero la consecuencia es mucho más amarga: ¡Di-s se conduce a Sí Mismo de la misma manera! Ahora que Adám se esconde, patético y ridículo como esto es, Di-s comienza a jugar con las reglas que Adám ha establecido – “¿Dónde estás?”, le pregunta, como para decir que el Amo del Universo no puede verlo. “¿Acaso comiste…?”, como si el Amo del Universo no lo supiera.

La duda entró al mundo. Tal vez es posible ocultarse. Tal vez Él no ve, quizás Él no sabe que el hombre ha pecado. Se abrió una brecha entre Di-s y Su creación; la brecha, el abismo de la duda. Y el nombre de esa brecha, el nombre de esa duda, es Ämalék. La raíz de Ämalék entró al mundo; Hamán ha nacido.




Comentarios

Entradas populares de este blog

TEHILIM/SALMOS 145 - HEBREO-FONÉTICA Y ESPAÑOL

PITUM KETORET - HEBREO-FONÉTICA-ESPAÑOL

TEHILIM - SALMOS 91 YOSHEV - El que habita - SEGULÁ CONTRA MAZIKIM (ESPÍRITUS DAÑINOS) - MEKATREGUIM Y LILIN