PARASHÁT BÓ - (Shemót/Éxodo
10:1-13:16) - Escapar de la esclavitud (Adicciones, costumbres y rutinas)
¿CUÁL ES EL SIGNIFICADO DE LAS DIEZ
PLAGAS?
La interpretación convencional es
que la intención de las plagas era castigar o intimidar al Faraón para que
liberara a los israelitas de su larga esclavitud. Pero las plagas tienen una
relevancia mucho mayor.
El significado más profundo de las
Diez Plagas está relacionado con nada menos que la Creación misma del mundo.
Ven y ve: hemos aprendido que las
Diez Plagas que el Santo, Bendito Sea Él, causó en Egipto vinieron todas de Una
Mano, porque la Mano Izquierda estaba incluida en la Derecha. Y los diez dedos
estaban incluidos los unos en los otros, correspondiéndose con los diez dichos
con los cuales el Santo, Bendito Sea Él, fue nombrado posteriormente.
Correspondiente a todas ellas, la del mar era fuerte y grande y dominante, tal
como está dicho: “Y posteriormente (lit. 'la última vez') Él la afligió
más" (Ieshaäiáhu/Isaías 8:23). Esto es lo que significa: “Él arrojó al mar
los carros del Faraón y su ejército”. En los tiempos por venir, el Santo, Bendito
Sea Él, dará muerte a multitudes, y diferentes oficiales y líderes de Edóm.
Esto es lo que se ha dicho: “MI-ZÉ
BÁ ME´EDÓM JAMÚTZ
BEGADÍM MIBBÓTZRÁ - ¿Quién es ese
que llega desde Edóm, desde Bosra, con las ropas enrojecidas?” (Ieshaäiáhu/Isaías
63:1).
(Zóhar, Beshaláj 19:266)
En esta dimensión física, la Luz
está encerrada en una cáscara o cubierta (kelippá). Es nuestro trabajo revelar
y elevar esa Luz de dentro de su cáscara. En el Libro de Bereshít/Génesis, la
frase “VAIÓMER ELO-HÍM - Y Di-s dijo...” aparece diez veces. Cada una de estas
apariciones es una referencia oculta a una de las Diez Sefirót o Emanaciones,
de la Luz del Creador. Cada una de las plagas descritas en el Libro del Éxodo
eliminó una kelippá, o cáscara, de una de estas frases o Emanaciones. A través
de este proceso de purificación, las diez frases de “VAIÓMER ELO-HÍM - Y Di-s
dijo...” en el Libro de Bereshít fueron reveladas como los Diez Enunciados que
Moshé recibió en el Monte Sinaí. Así pues, en efecto, la Creación fue la
semilla y los Diez Enunciados fueron la manifestación. Pero había habido tanta
negatividad desde que se plantó la semilla-el Diluvio, la Torre de Babel,
Sodoma y Gomorra, y más- que tenía que producirse una limpieza a nivel de
semilla antes de que la manifestación pudiera tener lugar.
Ven y ve: todo el tiempo que el
Santo, Bendito Sea Él, despierta la guerra en el mundo, los de Arriba y los de
Abajo, esto es, la nación de abajo y sus patrones arriba, son desplazados de
sus lugares, como hemos establecido. Este es el significado del verso: “MARKEVÓT PARÖ
VEJELÓ IARÁ VAIÁM - Él arrojó al mar los carros del
Faraón y su ejército” (Shemót/Éxodo 15:4). Y en los tiempos venideros, el Santo,
Bendito Sea Él, declarará una guerra grande y poderosa contra las naciones para
glorificar Su Nombre, tal como está escrito: “VEIATZÁ ADO-NÁI
VENILJÁM BAGGOÍM HAHÉM
KEIÓM HIL´LAJAMÓ BEIÓM
KERÁV - Entonces el Señor saldrá a combatir contra esas naciones, como
cuando Él combate en el día de la batalla”. (Zejariá/Zacarías 14:3) y: “VEHITGADDILTÍ VEHITKADDISHTÍ VENODAÄTTÍ - Así manifestaré Mi grandeza y Mi
santidad y Me daré a conocer...” (Iejezkél/Ezequiel 38:23).
(Zóhar, Beshaláj 19:259)
¿Qué puede significar para nosotros
ahora mismo la revelación del significado oculto de las Diez Plagas? ¿Podemos
utilizar este conocimiento de alguna forma para resolver nuestros problemas y
aprovechar las oportunidades que se nos ofrecen en este preciso momento? A
menudo, cuando las personas empiezan un camino espiritual, quieren que el
cambio suceda instantáneamente, y se preguntan que les retiene. Pero el cambio
no es una cuestión de reflexiones y entendimiento. El cambio no es sólo pensar:
¡es una batalla! En cada momento, tenemos que poner todas nuestras fuerzas en
la guerra contra el Lado Negativo; y la palabra “Miljamá/Guerra” ha sido
elegida intencionadamente porque es exactamente lo que es!
De esta lección obtenemos la fuerza
para luchar en esta guerra sin reservas; y para ganarla no es suficiente con
hacer que la espiritualidad se convierta en otra faceta de nuestra
personalidad. La guerra no puede ganarse si también dedicamos energía a muchas
otras cosas. Sólo podemos ganar si luchamos con todo lo que tenemos.
La fuerza que obtenemos al leer
sobre las Diez Plagas removerá la negatividad que nos bloquea. Una vez que está
eliminada, nada puede manifestarse en nuestro interior excepto la Luz del
Creador. Este es el cambio más positivo que puede suceder. Pero no será un
cambio permanente a menos que pongamos toda nuestra energía. Una vez que las
plagas han llevado a cabo la limpieza necesaria, debemos comprometernos con
nuestra transformación espiritual.
No podemos dar el cien por cien de
nosotros mismos hasta que no sepamos en nuestros corazones que esto es una
guerra. No es una guerra física, sino algo mucho más duro. Es una guerra de la
conciencia, una guerra que pone a prueba cuánto queremos realmente ser una
mejor persona. No es fácil, pero no se supone que deba serlo. El Satán no
quiere que veamos esto, sino más bien quiere que no nos enfoquemos en nuestro
trabajo espiritual. Una vez que el trabajo deja de tener una importancia
prioritaria en nuestra vida, hemos perdido la batalla.
CON RESPECTO AL ÉXODO DE EGIPTO
Durante el Shabbát, momento en el
que se lee esta Parashá de Bó, tenemos la oportunidad de salir finalmente de
Egipto. Y no estamos hablando de la nación de Egipto que existió hace tres mil
años, sino más bien del Egipto simbólico que es la negatividad colectiva del
mundo que se manifiesta en nuestras vidas actualmente. Nuestro trabajo
espiritual es aprender cómo salir de nuestro propio “Mitzráim/Egipto” personal;
de nuestra propia negatividad.
En una de sus cartas, Rav Ashlag
explicó que el Lado Negativo (Sitrá Ajará) intentará convencernos de que no
estamos en absoluto en “Egipto”. El Lado Negativo hará que pensemos: “Me gusta
como soy. No quiero cambiar nada”. Pero si no sabemos que estamos en “Egipto”,
¿cómo podemos escapar de éste? Debemos aprender que siempre estamos en exilio,
y que cuando se produce una fase “buena”, es fácil que olvidemos el dolor que
sentimos durante un periodo “malo”.
Hay otra razón extremadamente
importante para percibir la realidad de nuestro exilio en “Egipto”. Si negamos
nuestra negatividad, perderemos una oportunidad de pedir sinceramente la ayuda
del Creador. Está escrito que cuando el Creador maldijo a la serpiente después
del pecado de Adám, la serpiente fue condenada a “comer polvo el resto de su
vida”. ¿Pero qué tipo de maldición es esta?
Esta es precisamente la clave. La
serpiente nunca tendrá la oportunidad de pedir ayuda al Creador. Esto significa
que la serpiente nunca tendrá la oportunidad de cambiar y crecer porque la
única forma en que la transformación puede darse es con la ayuda del Creador.
Di-s quiere que demos el cien por cien en todo lo que hacemos, pero es
imposible lograrlo por nuestra cuenta sin la ayuda de Arriba. Debemos tener la
fuerza para pedir la ayuda de Di-s, y podemos hacerlo sólo cuando nos damos
cuenta de que estamos en gal´lút/exilio.
La Parashá Bó incluye las tres
plagas finales. Las Diez Sefirót pueden dividirse en las siete inferiores (ZaT),
que representan el cuerpo humano, y las tres superiores (GaR), que representan
la cabeza.
El cuerpo representa la
manifestación de nuestros pensamientos, mientras que la cabeza es el nivel de la
semilla-nuestros pensamientos, nuestra conciencia, el potencial, en lugar de la
manifestación. Puesto que las plagas representan el orden ascendente de las
Sefirót, Bó se refiere al nivel de la semilla; es el nivel más básico de
nuestra conciencia y nos ayuda a enfocar nuestros pensamientos en una dirección
proactiva y positiva.
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