LA LETRA י IUD

Imagen
LA LETRA י IUD   Por Kabbalah y Torah en Expansión   La letra י ‘Iud’, un pequeño punto suspendido, revela la chispa de bondad esencial escondida en la letra ט ‘Tet’. A continuación del ‘Tzimtzum’ inicial (la contracción de la ‘Or En Sof’ (Luz Infinita) de HaShem para hacer “lugar” a la Creación), quedó dentro del ‘Jalal’ (“espacio vacío”) un punto potencial e individual o ‘Reshimú’ (“impresión”). El secreto de este punto es el poder del Infinito de contener el fenómeno finito dentro de Sí Mismo, y expresarlo en la realidad externa aparente. Una manifestación finita comienza de un punto de dimensión cero, luego se desarrolla en una línea unidimensional y una superficie bidimensional. Esto está insinuado en la escritura completa de la letra י ‘Iud’ יוד (iud-vav-dálet): “punto” (iud), “línea” (vav), “superficie” (dálet).   Estas 3 etapas corresponden en Kabbalá a: “punto” (Nekuddá), “espectro” (Sefirá) y “rostro” (Partzuf). El punto inicial, el poder esencial de la letra

PARASHA BO - (Shemot/Éxodo 10:1-13:16) - Escapar de la esclavitud (Adicciones, costumbres y rutinas)


PARASHÁT BÓ - (Shemót/Éxodo 10:1-13:16) - Escapar de la esclavitud (Adicciones, costumbres y rutinas)

¿CUÁL ES EL SIGNIFICADO DE LAS DIEZ PLAGAS?

La interpretación convencional es que la intención de las plagas era castigar o intimidar al Faraón para que liberara a los israelitas de su larga esclavitud. Pero las plagas tienen una relevancia mucho mayor.

El significado más profundo de las Diez Plagas está relacionado con nada menos que la Creación misma del mundo.

Ven y ve: hemos aprendido que las Diez Plagas que el Santo, Bendito Sea Él, causó en Egipto vinieron todas de Una Mano, porque la Mano Izquierda estaba incluida en la Derecha. Y los diez dedos estaban incluidos los unos en los otros, correspondiéndose con los diez dichos con los cuales el Santo, Bendito Sea Él, fue nombrado posteriormente. Correspondiente a todas ellas, la del mar era fuerte y grande y dominante, tal como está dicho: “Y posteriormente (lit. 'la última vez') Él la afligió más" (Ieshaäiáhu/Isaías 8:23). Esto es lo que significa: “Él arrojó al mar los carros del Faraón y su ejército”. En los tiempos por venir, el Santo, Bendito Sea Él, dará muerte a multitudes, y diferentes oficiales y líderes de Edóm. Esto es lo que se ha dicho: “MI-ZÉ    ME´EDÓM  JAMÚTZ  BEGADÍM  MIBBÓTZRÁ - ¿Quién es ese que llega desde Edóm, desde Bosra, con las ropas enrojecidas?” (Ieshaäiáhu/Isaías 63:1).

(Zóhar, Beshaláj 19:266)

En esta dimensión física, la Luz está encerrada en una cáscara o cubierta (kelippá). Es nuestro trabajo revelar y elevar esa Luz de dentro de su cáscara. En el Libro de Bereshít/Génesis, la frase “VAIÓMER ELO-HÍM - Y Di-s dijo...” aparece diez veces. Cada una de estas apariciones es una referencia oculta a una de las Diez Sefirót o Emanaciones, de la Luz del Creador. Cada una de las plagas descritas en el Libro del Éxodo eliminó una kelippá, o cáscara, de una de estas frases o Emanaciones. A través de este proceso de purificación, las diez frases de “VAIÓMER ELO-HÍM - Y Di-s dijo...” en el Libro de Bereshít fueron reveladas como los Diez Enunciados que Moshé recibió en el Monte Sinaí. Así pues, en efecto, la Creación fue la semilla y los Diez Enunciados fueron la manifestación. Pero había habido tanta negatividad desde que se plantó la semilla-el Diluvio, la Torre de Babel, Sodoma y Gomorra, y más- que tenía que producirse una limpieza a nivel de semilla antes de que la manifestación pudiera tener lugar.

Ven y ve: todo el tiempo que el Santo, Bendito Sea Él, despierta la guerra en el mundo, los de Arriba y los de Abajo, esto es, la nación de abajo y sus patrones arriba, son desplazados de sus lugares, como hemos establecido. Este es el significado del verso: “MARKEVÓT  PARÖ  VEJELÓ  IARÁ  VAIÁM - Él arrojó al mar los carros del Faraón y su ejército” (Shemót/Éxodo 15:4). Y en los tiempos venideros, el Santo, Bendito Sea Él, declarará una guerra grande y poderosa contra las naciones para glorificar Su Nombre, tal como está escrito: “VEIATZÁ  ADO-NÁI  VENILJÁM  BAGGOÍM  HAHÉM  KEIÓM  HIL´LAJAMÓ  BEIÓM  KERÁV - Entonces el Señor saldrá a combatir contra esas naciones, como cuando Él combate en el día de la batalla”. (Zejariá/Zacarías 14:3) y: “VEHITGADDILTÍ  VEHITKADDISHTÍ  VENODAÄTTÍ - Así manifestaré Mi grandeza y Mi santidad y Me daré a conocer...” (Iejezkél/Ezequiel 38:23).

(Zóhar, Beshaláj 19:259)

¿Qué puede significar para nosotros ahora mismo la revelación del significado oculto de las Diez Plagas? ¿Podemos utilizar este conocimiento de alguna forma para resolver nuestros problemas y aprovechar las oportunidades que se nos ofrecen en este preciso momento? A menudo, cuando las personas empiezan un camino espiritual, quieren que el cambio suceda instantáneamente, y se preguntan que les retiene. Pero el cambio no es una cuestión de reflexiones y entendimiento. El cambio no es sólo pensar: ¡es una batalla! En cada momento, tenemos que poner todas nuestras fuerzas en la guerra contra el Lado Negativo; y la palabra “Miljamá/Guerra” ha sido elegida intencionadamente porque es exactamente lo que es!

De esta lección obtenemos la fuerza para luchar en esta guerra sin reservas; y para ganarla no es suficiente con hacer que la espiritualidad se convierta en otra faceta de nuestra personalidad. La guerra no puede ganarse si también dedicamos energía a muchas otras cosas. Sólo podemos ganar si luchamos con todo lo que tenemos.

La fuerza que obtenemos al leer sobre las Diez Plagas removerá la negatividad que nos bloquea. Una vez que está eliminada, nada puede manifestarse en nuestro interior excepto la Luz del Creador. Este es el cambio más positivo que puede suceder. Pero no será un cambio permanente a menos que pongamos toda nuestra energía. Una vez que las plagas han llevado a cabo la limpieza necesaria, debemos comprometernos con nuestra transformación espiritual.

No podemos dar el cien por cien de nosotros mismos hasta que no sepamos en nuestros corazones que esto es una guerra. No es una guerra física, sino algo mucho más duro. Es una guerra de la conciencia, una guerra que pone a prueba cuánto queremos realmente ser una mejor persona. No es fácil, pero no se supone que deba serlo. El Satán no quiere que veamos esto, sino más bien quiere que no nos enfoquemos en nuestro trabajo espiritual. Una vez que el trabajo deja de tener una importancia prioritaria en nuestra vida, hemos perdido la batalla.

CON RESPECTO AL ÉXODO DE EGIPTO

Durante el Shabbát, momento en el que se lee esta Parashá de Bó, tenemos la oportunidad de salir finalmente de Egipto. Y no estamos hablando de la nación de Egipto que existió hace tres mil años, sino más bien del Egipto simbólico que es la negatividad colectiva del mundo que se manifiesta en nuestras vidas actualmente. Nuestro trabajo espiritual es aprender cómo salir de nuestro propio “Mitzráim/Egipto” personal; de nuestra propia negatividad.

En una de sus cartas, Rav Ashlag explicó que el Lado Negativo (Sitrá Ajará) intentará convencernos de que no estamos en absoluto en “Egipto”. El Lado Negativo hará que pensemos: “Me gusta como soy. No quiero cambiar nada”. Pero si no sabemos que estamos en “Egipto”, ¿cómo podemos escapar de éste? Debemos aprender que siempre estamos en exilio, y que cuando se produce una fase “buena”, es fácil que olvidemos el dolor que sentimos durante un periodo “malo”.

Hay otra razón extremadamente importante para percibir la realidad de nuestro exilio en “Egipto”. Si negamos nuestra negatividad, perderemos una oportunidad de pedir sinceramente la ayuda del Creador. Está escrito que cuando el Creador maldijo a la serpiente después del pecado de Adám, la serpiente fue condenada a “comer polvo el resto de su vida”. ¿Pero qué tipo de maldición es esta?

Esta es precisamente la clave. La serpiente nunca tendrá la oportunidad de pedir ayuda al Creador. Esto significa que la serpiente nunca tendrá la oportunidad de cambiar y crecer porque la única forma en que la transformación puede darse es con la ayuda del Creador. Di-s quiere que demos el cien por cien en todo lo que hacemos, pero es imposible lograrlo por nuestra cuenta sin la ayuda de Arriba. Debemos tener la fuerza para pedir la ayuda de Di-s, y podemos hacerlo sólo cuando nos damos cuenta de que estamos en gal´lút/exilio.

La Parashá Bó incluye las tres plagas finales. Las Diez Sefirót pueden dividirse en las siete inferiores (ZaT), que representan el cuerpo humano, y las tres superiores (GaR), que representan la cabeza.

El cuerpo representa la manifestación de nuestros pensamientos, mientras que la cabeza es el nivel de la semilla-nuestros pensamientos, nuestra conciencia, el potencial, en lugar de la manifestación. Puesto que las plagas representan el orden ascendente de las Sefirót, Bó se refiere al nivel de la semilla; es el nivel más básico de nuestra conciencia y nos ayuda a enfocar nuestros pensamientos en una dirección proactiva y positiva.




Comentarios

Entradas populares de este blog

TEHILIM/SALMOS 145 - HEBREO-FONÉTICA Y ESPAÑOL

PITUM KETORET - HEBREO-FONÉTICA-ESPAÑOL

TEHILIM - SALMOS 91 YOSHEV - El que habita - SEGULÁ CONTRA MAZIKIM (ESPÍRITUS DAÑINOS) - MEKATREGUIM Y LILIN