ADAM KADMÓN: Luz Divina - La esencia
del Alma
Por Kabbalah y Torah en Expansión
ADAM KADMÓN (אָדָם קַדְמוֹן, “Hombre Primordial”;
también llamado Adam Ëlion אָדָם עֶלִיוֹן o Adam Ïl´laá אָדָם עִילָּאָה, “Hombre Supremo”; abreviado como א"ק, A"K), en Kabbalá,
es el primer mundo espiritual que nació después de la contracción de la Luz infinita
de Di-s. Adám Kadmón no es lo mismo que el físico Adam HaRishón.
En la Kabbalá luriana, la descripción
de Adam Kadmón es antropomórfica. No obstante, Adam Kadmón es Luz divina sin
vasijas, es decir, potencial puro. En la psique humana, Adám Kadmón corresponde
al nivel de iejidá, la esencia colectiva del alma.
En la Kabbalá, antes de que
comenzara la creación, todo lo que existía era la Luz Infinita de Di-s. La
primera etapa de la creación comenzó cuando Di-s contractó Su Luz Infinita para
crear el vacío. Luego, un rayo de Luz divina penetró en el vacío y la “persona”
de Adam Kadmón fue proyectada en el vacío.
La primera etapa de Adám Kadmón
tenía la forma de diez círculos concéntricos (Ïggulím), que emanaban del rayo.
El rayo de Luz fue luego encerrado por la forma antropomórfica de Adam Kadmón
(Iosher), que es un reino de Luz divina infinita sin kelím/recipientes,
limitado por su potencial para crear una Existencia futura. Adám Kadmón a veces
se conoce como Adám Ïl´laá (“hombre superior” en arameo) o Adám Ëlion (“hombre superior”
en hebreo).
El alma de Adam HaRishón (“el primer
hombre”) era la esencia suprema de la humanidad. Contenía dentro de ella todas
las almas subsiguientes. En el Midrash, Bamidbar Rabbá 10:2, a veces se lo
conoce como Adam HakKadmoní (“el hombre antiguo”), Adam Tataá (“hombre inferior”
en arameo) o Adám Tajtón (“hombre inferior” en hebreo).
El nombre antropomórfico de Adam
Kadmón denota que contiene tanto el propósito divino fundamental para la
creación, es decir, la humanidad, como una encarnación de las Sefirót
(atributos divinos). Adam Kadmón es paradójicamente tanto “Adam-hombre” como
divino (“Kadmón-Primario”).
Adam Kadmón precedió a la manifestación
de los Cuatro Mundos, Atzilut (“emanación”), Beriiá (“creación”), Ietzirá (“formación”)
y Äsiiá (“acción”). Mientras que cada uno de los Cuatro Mundos está representado
por una letra del Nombre de Di-s, Adam Kadmón está representado por la punta o
cúspide trascendental de la primera letra Iúd.
En el sistema de las sefirót, Adam
Kadmón corresponde a Kéter (“corona”), la voluntad divina que motivó la Creación.
Las dos versiones de la teosofía
cabalística, la “medieval/clásica/zohárica” (sistematizada por Moshé Kordovero)
y la más completa Luriana, describen el proceso de los mundos descendentes de
manera diferente. Para Kordovero, las Sefirot, Adam Kadmón y los 4 Mundos
evolucionan secuencialmente desde el En Sof (Infinito divino). Para Luria, la Creación
es un proceso dinámico de encierro divino en la rectificación, donde Adám Kadmón
es precedido por el Tzimtzum (“contracción” Divina) y seguido por Shevirat
HakKelim (la “ruptura” de las vasijas).
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