LA LETRA י IUD

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LA LETRA י IUD   Por Kabbalah y Torah en Expansión   La letra י ‘Iud’, un pequeño punto suspendido, revela la chispa de bondad esencial escondida en la letra ט ‘Tet’. A continuación del ‘Tzimtzum’ inicial (la contracción de la ‘Or En Sof’ (Luz Infinita) de HaShem para hacer “lugar” a la Creación), quedó dentro del ‘Jalal’ (“espacio vacío”) un punto potencial e individual o ‘Reshimú’ (“impresión”). El secreto de este punto es el poder del Infinito de contener el fenómeno finito dentro de Sí Mismo, y expresarlo en la realidad externa aparente. Una manifestación finita comienza de un punto de dimensión cero, luego se desarrolla en una línea unidimensional y una superficie bidimensional. Esto está insinuado en la escritura completa de la letra י ‘Iud’ יוד (iud-vav-dálet): “punto” (iud), “línea” (vav), “superficie” (dálet).   Estas 3 etapas corresponden en Kabbalá a: “punto” (Nekuddá), “espectro” (Sefirá) y “rostro” (Partzuf). El punto inicial, el poder esencial de la letra

KISLEV SEGÚN EL SEFER IETZIRA


KISLÉV SEGÚN EL SÉFER IETZIRÁ

De acuerdo con el Séfer Ietzirá, cada mes del año judío tiene una letra del alfabeto hebreo, un signo del zodíaco, una de las doce tribus de Israel, un sentido, y un órgano controlador del cuerpo que le corresponde.

Kislév es el noveno de los doce meses del calendario judío.

Es el mes de Janukká, la única festividad que combina dos meses, comienza en el mes de kislév y continúa y concluye en tevét.

Su nombre deriva de la palabra hebrea “seguridad” y “confianza”. Hay dos estados de fe, uno activo y otro pasivo, que se manifiestan en el mes de kislév (bitajón, confianza). El milagro de Janukká refleja la confianza activa de los Jashmonaím (Makabím/Macabeos) para levantarse y luchar contra el imperio helenista y su cultura. El sentido de “dormir” ligado a kislév refleja la fe pasiva de que la providencia de Di-s siempre proteje a Israel.

En la tradición jasídica, el día 19 de kislév es conocido como “el Año Nuevo del Jasidut”, día de la liberación de la prisión y redención del Rebbe Shneur Zalmán, autor del Tania, texto clásico de jasidút, discípulo del Magguid de Mezeritch, el sucesor del Báäl Shém Tóv. Fue encarcelado por diseminar los más profundos misterios de la Torá y su liberación implica que es a través del canal espiritual de este día que se baja a este mundo la sabiduría interna del jasidút y el poder de integrar esta sabiduría a nuestra vida diaria. La base del sendero del jasidút es la confianza y la fe en la omnipresencia de Di-s y la omnipotencia de Su providencia Divina.

Color: azul violeta

Letra: samej  ס

Samaj significa “sostener” o “apoyar”. La experiencia de sentirse apoyado corresponde a la fe y la confianza en la providencia Divina asociada con el mes de kislév como lo encontramos expresado en los Tehil´lím/Salmos 145:14 y 37:24: “Di-s sostiene (soméj) a todos los caídos y endereza a todos los encorvados”; "Aun cuando caiga no se lo dejará caer hasta el suelo, porque Di-s lo sostiene (soméj) en sus manos”.

La forma de la samej es un círculo que representa la omnipresencia de Di-s y Su providencia que abarca o rodea. Según explica la kabbalá y el jasidút el “gran círculo” de la luz Infinita de Di-s refleja Su “brazo derecho” que abraza (y soporta, desde abajo) la realidad toda con enorme e infinito amor, como está dicho: “Y desde abajo, los brazos del universo”.

Mazzál: “kashshat” (sagitario)

El arco de kislév es el de los Makabím. Simboliza su confianza activa en Di-s para luchar contra el imperio y la cultura que entonces regían la tierra.

Aunque los Jashmonaím eran de la tribu de los Sacerdotes de Israel, el “arte” de la arquería es atribuido en la Torá a la tribu de Benjamín en particular, la tribu del mes de kislév.

Los Kohaním (y Leviím) no son considerados como unas de la tribus correspondientes a cada uno de los meses del año (de acuerdo con el Arizál). Como una manifestación “todo abarcadora” del alma judía, los Kohaním contienen y reflejan la fuente espiritual de cada una de las tribus. Esto es así especialmente con respecto a la tribu de Benjamín, ya que en su parte de la tierra de Israel estaba el Templo sagrado donde los Kohaním/Sacerdotes hacían su servicio. Por eso la relación entre estas dos tribus es similar a la del alma y el cuerpo. Los Kohaním libraron la guerra santa corporizada por el arco de Benjamín. El arco de guerra de kislév es realmente proyectado (“disparado”) desde el arco (el arco iris, que en hebreo corresponden a la misma palabra késhet) de paz (entre Di-s y la Creación) del mes anterior Jeshván). Los dos arcos (semicírculos) se unen para formar el círculo completo de la samej de kislév.

Tribu: Biniamín/Benjamín

Como se mencionó, esta es la tribu más dotada en el arte del arco. En su porción está el Templo Sagrado de Jerusalén, como consta en la bendición de Moshé/Moisés a esta tribu en el final de la Torá (que sigue directamente a la de las tribus de Kohén y Leví, de acuerdo con la relación que hay entre ellos según se explicó antes) y que es una profecía de la guerra de los Makabiím contra los griegos: “Para Benjamín dijo: el amado de Di-s, Él morará seguro sobre él, Él sobrevolará sobre él todo el día, y reposará entre sus hombros” (Devarím/Deuteronomio 33:12). Vemos aquí explícitamente que Benjamín simboliza seguridad y descanso, el sentido del mes de kislév.

De todas las tribus de Israel, Benjamín fue el único que nació en la tierra de Israel, el lugar donde podemos experimentar en mayor medida la Divina providencia y la omnipresencia absoluta de Di-s. En las palabras del Zóhar: “No hay ningún lugar libre de Él”.

Sentido: dormir (sheiná)

El sentido del sueño es la tranquilidad y el reposo que viene de la confianza y la seguridad en Di-s y Su Divina providencia, por eso encontramos en la bendición del final del libro de Vaikrá/Levítico (26:5-6): “Y morarás seguro en tu tierra. Y daré paz en la tierra, y podrás acostarte sin temor…”.

Como la palabra “sentido” (jush) es semejante a “rápido” (jish), el sentido de dormir implica la capacidad de dormir bien pero rápido (como está dicho de los grandes tzaddikím quienes necesitaban muy pocas horas de sueño por día).

El verdadero talento de Benjamín de disparar directo a su objetivo depende de una suma tranquilidad interior del espíritu. Dispara y acierta casi dormido, Di-s lleva su flecha a su destino. Una persona tranquila tiene muy poca fricción y tensión interior. Este sentido implica la habilidad de liberar el estrés, confiando en el sustento de Di-s.

El sentido de dormir también trae consigo el de soñar. De acuerdo con nuestra fe en la Divina providencia, manifestada especialmente en relación con la conexión entre las porciones semanales de la Torá y el ciclo anual de los meses y sus eventos, todos los sueños de la Torá están contenidos en las porciones que se leen durante el mes de kislév.

Cuando se posee una confianza absoluta en Di-s, se sueñan buenos sueños sobre el futuro. Los buenos sueños en la noche reflejan buenos pensamientos durante el día, especialmente la actitud y conciencia optimista enseñada por el jasidismo (cuyo año nuevo es el 19 de kislév): “Piensa bien, y estará bien”.

 Miembro dominante: el abdomen (kevá).


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