VENISLÁJ
Este versículo trata sobre el
concepto del perdón de Di-s. El significado interno puede hallarse mediante el valor
numérico de ciertas palabras. El valor numérico de la palabra “perdonar” en
arameo, selaj, equivale a 98. El valor numérico de la palabra aramea para
“purificación”, tzáj, también equivale a 98; lo cual indica una conexión
espiritual entre estas dos palabras. En realidad estamos capturando la energía
de purificación en lugar de rogarle perdón a Di-s. Es esta fuerza purificadora
la que elimina cualquier negatividad pendiendo sobre nosotros.
Hay una ley de Causa y Efecto en
pleno funcionamiento en el universo. Por cada acción hay una reacción
equivalente. En esta clase de universo no hay cabida para el concepto del
perdón. En pocas palabras, si alguien consciente o inconscientemente salta de
un edificio, el resultado y efecto serán negativos. Por ende, ninguna persona
sensata le pediría a la fuerza de gravedad que la perdone a fin de evitar el
daño. Todas nuestras acciones negativas del pasado están pendiendo sobre nosotros
actualmente. Antes de que “caigamos del edificio”, tenemos una oportunidad de
eliminar cualquier repercusión posible al limpiarnos a nosotros mismos.
Esta purificación ocurre solamente
cuando nos damos cuenta de que no existe tal cosa como el perdón. Debemos
admitir y reconocer la realidad de la ley de Causa y Efecto y asumir la
responsabilidad por todo el caos que nos aborda. Cuando aceptamos este
concepto, entonces atraemos la energía de purificación y hacemos borrón y
cuenta nueva. Además, la idea del perdón sugiere que podemos salir airosos de
cometer acciones dañinas siempre y cuando pidamos absolución. No podemos. Y no
lo hacemos. Sin embargo, si podemos evitar las consecuencias de nuestras
acciones ofensivas al ganarnos el poder de purificación de la Luz a través de
la transformación interior del carácter y al ayudar a restaurar la energía que
hemos robado del cosmos.
וְנִסְלַח לְכָל־עֲדַת בְּנֵי
יִשְׂרָאֵל וְלַגֵּר הַגָּר בְּתוֹכָם כִּי לְכָל־הָעָם בִּשְׁגָגָה
VENISLÁJ LEJOL-ÄDÁT BENÉ
ISRAÉL VELAGGÉR HAGGÁR BETOJÁM KÍ LEJOL-HAÄM BISHGAGÁH
“Y será perdonado a toda la
congregación de los hijos de Israel, y al extranjero que mora entre ellos, por
cuanto es una falta involuntaria de todo el pueblo” (Bamidbár 15:26)
El jazán dice:
סְלַח־נָא לַעֲוֹן הָעָם הַזֶּה
כְּגֹדֶל חַסְדֶּךָ וְכַאֲשֶׁר נָשָׂאתָה לָעָם הַזֶּה מִמִּצְרַיִם וְעַד־הֵנָּה
SÉLAJ-NÁ LAÄVÓN HAÄM HAZZÉH
KEGÓDEL JASDÉJA VEJAASHÉR NASÁTAH LAÄM
HAZZÉH MIMMITZRÁIM VEÄD-HÉNNAH
“Perdona ahora la iniquidad de este pueblo según
la grandeza de tu misericordia, y como has perdonado a este pueblo desde Egipto
hasta aquí”
(La Congregación recita tres veces y después
el jazán):
וַיֹּאמֶר יְהֹוָה סָלַחְתִּי
כִּדְבָרֶךָ
VAIÓMER ADO-NÁI
SALÁJTI KIDVARÉJA
“Entonces el Señor dijo: Yo lo he
perdonado conforme a tu dicho” (Bamidbár 14:19-20)
Comentarios
Publicar un comentario