TIEMPO ÓPTIMO PARA LOS SUEÑOS
Sin duda alguna todas las noches
podemos tener un sueño apropiado, con mensajes y significados claros, como lo
explicamos anteriormente, lo que dependerá de cómo nos comportemos durante el
día, pues según la pureza de nuestros actos así recibiremos un mensajero que
nos traerá noticias del Mundo de la Verdad. Gracias a la santidad del día, los
sueños son muy especiales y es bueno prestarle atención, y para ello debemos
saber que hay fechas especiales en el año:
SUEÑO EN SHABBÁT:
El Shabbát es el día más especial de
la semana, incluso a lo largo del año completo, más aún que Rósh HaShaná,
Pésaj, Shavuöt, y hasta más que Ióm Kippúr. El sábado es el séptimo día de la
semana y representa el número siete en la Torá, el cual es un símbolo de
santidad y espiritualidad. Es por ello que muchos acontecimientos y
festividades se relacionan con este número.
Si prestamos atención, encontraremos
algo muy interesante: ¿Cómo honramos el día de Shabbát? Encendemos velas,
bebemos vino para el Kiddúsh, horneamos Jalá para el HamMotzí, cocinamos un
pescado sabroso, bebemos una sopa caliente, cocinamos un plato fuerte, una
carne con arroz y hasta un helado para el postre. Sorprendentemente, todo esto
se relaciona con el número siete, según la Guematria.
Vela, en hebreo, se escribe Nér, lo
que equivale a 250, si sumamos: 2 + 5 + 0 = 7.
Vino, en hebreo, se escribe Iain, lo
que equivale a 70, si sumamos: 7 + 0 = 7.
Jalá equivale a 43, si sumamos: 4 +
3 = 7
Pescado, en hebreo, se escribe Dág,
lo que equivale a 7
Sopa, en hebreo, se escribe Marák,
lo que equivale a 340, si sumamos: 3 + 4 + 0 = 7
Carne, en hebreo, se escribe Basár,
lo que equivale a 502, si sumamos: 5 + 0 + 2 = 7
Arroz, en hebreo, se escribe Oréz,
lo que equivale a 214, si sumamos: 2 + 1 + 4 = 7
Helado, en hebreo, se escribe Gelidá,
lo que equivale a 214, si sumamos: 2 + 1 + 4 = 7
También el mundo espiritual está
compuesto de siete cielos, y quien consiga elevarse en el día séptimo, logrará subir
hasta el séptimo cielo. Ahí es donde podrá recibir un mensaje especial y muy
claro, más que cualquier otro día de la semana, además de que cuando la persona
respeta el Shabbát recibe un alma extra (neshamá ieterá), que le ayuda a tener
más fuerza, energía y luz para su alma original.
Mientras mayores hayan sido los
preparativos, mayor esfuerzo, mayor dificultad en conseguirlos, más caros… así
será también la santidad que recibirá la persona en Shabbát. Esto le elevará el
alma, le alegrará el Shabbát, disfrutará en grande, y toda esta elevación
espiritual se refleja en el momento del sueño nocturno, cuando el alma,
poseedora de una fuerza extraordinaria, sube a las alturas.
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