SUKKÓT: CADA UNO SEGÚN LA DÁDIVA DE
SU MANO
Está escrito en el Libro del Zóhar:
Rabí Eläzár dijo: “Así dijo Di-s: ‘He recordado la bondad de tu juventud...’”. Este
versículo se refiere a cuando la Shejiná (Presencia Divina) acompañaba al
pueblo de Israel en el desierto.
“He recordado la bondad”, se refiere
a la nube de Aharón, que llevaba a otras cinco que se conectaron y alumbraron
sobre ti. [Continúa el versículo:] “...el amor de tus esponsales (kelulót)”,
quiere decir, que fueron dispuestas para ti (kalelú otjá), y te coronaron y te
adornaron, así como una novia que se engalana con alhajas. ¿Y todo esto por
qué? [Como termina el versículo:] Porque “fuiste detrás de Mí a través del
desierto, en una tierra no sembrada”.
Ven y ve: Cuando el hombre se sienta
en esta morada (sukká), a la sombra de la fe, la Presencia Divina extiende sus
alas sobre él desde Arriba; y Avrahám y otros cinco justos vienen a morar con
él. Y a eso se refiere el versículo que dice: “En las cabañas morarán siete
días”, dice “siete días”, y no “durante siete días”. Y del mismo modo está escrito:
“Pues seis días hizo Di-s el cielo y la tierra...”. Y el hombre se debe alegrar
cada día (de la festividad) con rostro resplandeciente con estos Huéspedes que
moran con él.
Y dijo Rabbí Abbá: El versículo
comienza: “En las cabañas morarán siete días” y termina: “[todo ciudadano de
Israel] morará en las cabañas”. ¿Por qué al comienzo dice “morarán” y al final
“morará”? Porque el comienzo se refiere a los Huéspedes, y el final, a todo el
mundo.
El comienzo (del versículo) se refiere
a los Huéspedes, así como era la costumbre de Rabbí Hamnuná el anciano, que al
entrar a la sukká se quedaba de pie con alegría en la entrada de la sukká del
lado de adentro, y decía: “¡Llamemos a los Huéspedes!”; y después de disponer
la mesa se quedaba de pie y bendecía y decía: “En las sukkót (cabañas) morarán
siete días. ¡Siéntense, Huéspedes Celestiales, siéntense! ¡Siéntense, Huéspedes
de Fe, siéntense!” Luego levantaba sus manos con alegría y decía: “¡Feliz es
nuestra parte! ¡Feliz es la parte de Israel! Como está escrito: ‘Pues la parte
de Di-s es Su pueblo’”. Y se sentaba.
Y el final (del versículo) se refiere
al resto del mundo, pues quien tiene parte en el pueblo (de Israel) y en la
Tierra de Santidad amerita sentarse a la “sombra de la fe” para recibir a los Ushpizín
(Huéspedes), para alegrarse en este mundo y en el Mundo Venidero.
Y hay que alegrar a los pobres, pues
la parte de los Huéspedes que invitó es la parte de los pobres. Y cuando el
hombre se sienta a la sombra de la fe e invita a estos Huéspedes de Fe Celestiales
y no les da su parte, ellos se levantan y se van de allí diciendo: “No comas el
pan del tacaño”, pues esa mesa que el hombre dispuso es de él, y no del Santo,
Bendito Sea. Y respecto de hombres así dice el versículo: “Esparciré excremento
sobre sus rostros, el excremento de sus festividades”. Quiere decir: “el
excremento de sus festividades”, no “de Mi festividad”. ¡Pobre de aquel hombre
que los Huéspedes de Fe se levantan de su mesa!
Y dijo Rabbí Abbá: Todos sus días
Avrahám permanecía en el cruce de caminos, para traer invitados a su tienda y
disponer la mesa delante de ellos. Ahora que lo invitan a él junto con todos
los justos y el rey David, y no les da su parte, Avrahám se levanta de la mesa
y dice: “¡Apártense de la tienda de este pecador!”, y todos salen detrás de él.
Itzják dice: “¡Que se contraiga el
estómago de los malvados!”.
Iaäkóv dice: “¡Que vomites el pan
que comiste!”.
El resto de los justos dicen: “Toda
la mesa se llenó de vómito y excremento, sin lugar vacío”.
Y el rey David dice: “En vano cuidé
todo lo que a éste pertenece”, y completa su castigo, diciendo: “Y fue como a
los diez días, que Di-s golpeó a Nabal y murió”. ¿A qué se refiere? David le había
pedido a Nabal hospedaje, pero éste lo había rechazado. Y este hombre lo invitó,
pero no le dio su parte. Y durante los diez días que el rey David juzga al
mundo, juzga a ese hombre por haberse comportado con él peor que Nabal.
Dijo Rabbí Eläzár: La Torá no pide
del hombre más de lo que puede, como está escrito: “Cada uno según la dádiva de
su mano” (Devarím 16:17). Y el hombre no debe pensar: “Primero yo comeré y
beberé, y lo que me sobre lo daré a los pobres”. En cambio, primero debe darles
a los pobres, y cuando él alegra a los invitados y éstos se sacian, el Santo,
Bendito Sea, se alegra con él.
Avrahám le dice: “Entonces te
deleitarás con Di-s”.
Itzják le dice: “Toda arma que se
cree contra ti no prosperará”. Dijo Rabbí Shimön: Ese versículo lo dijo el rey
David, pues todas las armas del rey y las guerras del rey están en manos de
David; en cambio, Itzják dice: “Gallarda en la Tierra será su descendencia...
Bienes y riqueza habrá en su hogar”.
Iaäkóv dice: “Entonces brotará como
el alba tu luz”.
Los demás justos dicen: “Di-s te
guiará siempre, y saciará con frescura tu alma”.
El rey David dice: “Toda arma que se
cree contra ti no prosperará”
(Séfer HaZóhar - Libro del Zóhar)
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