QUIEN RECITE EL TEHIL´LÍM 145 CADA DÍA
Rabbí Eläzár dice que uno debe
recitar el Tehil´lím/Salmos 145 tres veces cada día: dos veces por el alimento
del hombre mortal, y una vez para dar fuerza al mundo arriba.
Aquí heredamos una porción del Ölám
Habbá/Mundo por Venir a través del mérito ganado por la Alabanza de David hecha
tres veces diariamente. Nuevamente, debemos tener presente el hecho de que el
Mundo por Venir se refiere a la Luz de Biná, que brilla en el aquí y el ahora
cuando meditamos y leemos a través de este pasaje. Esta Luz nos concede
sustento, orden y bienestar.
Rabbí Shimön dijo: ¡Que quien
comenzó continúe! (esta es la reacción de Rabbí Shimön para las palabras de
Rabbí Eläzár). Rabbí Eläzár dijo: Aprendimos: Quien recita el Salmo “Una alabanza
de David” (Tehil´lím 145:1) tres veces diariamente heredará seguramente el
mundo por venir. Y ya hemos aprendido la razón, a saber: Que contiene el
versículo: “Abres tu mano y satisfaces el deseo de todo ser viviente” (ibíd.
16), siendo ésta una oración por el alimento. Pregunta: Si la razón tiene que
ver con el sustento y el alimento para todos los mundos, entonces él debe
decirlo dos veces cada día: dos, esto es; en la mañana y en la tarde, porque
está escrito: “... cuando HaShém les dé en el anochecer carne para comer, y en
la mañana pan para saciarlos...” (Shemót 16:8). ¿Por qué ha de recitar esto
tres veces diariamente? Responde que él lo dice dos veces por el alimento del
pueblo, y para el mundo entero, y una vez que es para dar fuerza a ese lugar
cuyas manos están abiertas.
Estos dos alimentos del hombre
difieren uno de otro, porque uno es para los ricos y el otro es para los
pobres. Y todos los tres tipos de alimento son mencionados aquí en el Salmo
“Una alabanza de David”. “...Y Tú les das su alimento en el tiempo debido”
(Tehil´lím 145:15) se refiere al alimento de los ricos, porque él les da “su
alimento en el tiempo debido”. Éste es el primero de los tres. El segundo es:
“...y satisfaces el deseo de todo ser viviente” (ibíd. 16). Esto se refiere al
alimento de los pobres, porque ellos están satisfechos no con mucho alimento
sino con lo que Él los ha satisfecho. El tercero es el versículo: “Tú abres tu
mano... (ibíd.), siendo éste fuerza para ese lugar, porque cuando él abre sus
manos, emergen el favor y la abundancia para todos.
Yo también he aprendido que un
hombre tiene que decir “Una alabanza de David” dos veces al día solamente por
su alimento y sustento diarios. Y estas dos veces son obligatorias para una
persona. Y si él dice esto más de dos veces, esto no es en cumplimiento de una
obligación, sino en alabanza entre los cánticos de alabanza del rey David. ¿Cuál
es la razón? es porque no es apropiado que un hombre pida su sustento hasta
después del rezo, porque el rezo mismo es su sustento del Señor, y el rey debe
comer primero, y Sus servidores deben comer después.
(Zóhar Pinjás)
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