sábado, 16 de junio de 2018

CASTIGO Y RECOMPENSA


CASTIGO Y RECOMPENSA

Los conceptos de castigo y recompensa no tienen base en la espiritualidad. Si uno sin darse cuenta, o incluso deliberadamente, toca un carbón encendido e incurre en lesiones, uno no manifiesta haber sido castigado por la brasa ardiente. Por el contrario, si se utiliza este carbón para calentar su hogar, cocinar y alimentar a nuestra familia, o bañarse en agua caliente, uno no interpreta esto como una recompensa. Es el conocimiento que poseemos -o falta de éste- lo que determina su influencia en nuestra vida.

La Luz espiritual funciona bajo el mismo principio. Rabbí Eläzár nos dice que si nos conectamos a la corriente espiritual del Creador a través de la Torá y la Kabbaláh, alcanzamos crecimiento espiritual y manejamos estas magníficas fuerzas espirituales de una manera positiva y productiva. Si nos conectamos a la luz espiritual a través del ego, inevitablemente causamos un cortocircuito y resultamos heridos, ya sea emocional, física o espiritualmente.

Aquí conjuntamos nuestras almas a la Luz en una forma equilibrada, segura. El ego, junto con su apetito por la autocomplacencia, es vencido. La iluminación resultante abre todas las puertas que conducen al Mundo Venidero para nosotros, y para todos los demás seres humanos.

Los justos que se han involucrado en el estudio de la Torá en la quietud de la noche, a través de toda la historia, otorgan ahora sus bendiciones al lector para el gozo del Santísimo reine sobre toda la Creación.



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