HAVDALÁ
Havdalá (en hebreo: הַבְדָּלָה, “separación”) es la
ceremonia religiosa judía que marca el fin simbólico del shabbát y anuncia la
llegada de una nueva semana.
En el judaísmo, el shabbát termina
(y la nueva semana comienza) al anochecer del sábado. La havdalá puede ser
recitado desde que estén visibles tres estrellas en el cielo nocturno. Algunas comunidades
retrasan la havdalá hasta más tarde con el fin de prolongar el shabbát. Si por
alguna razón no es posible recitar la havdalá en la noche del sábado, puede ser
observado hasta la tarde del martes.
Normalmente, la havdalá es recitado
acompañado de vino kosher o jugo de uva kosher, aunque también se pueden usar
otras bebidas (con excepción del agua) si no hay disponibilidad de vino o jugo
de uva.
Al culminar el shabbát, se enciende
una vela especial trenzada con más de una mecha y se recita una oración.
Asimismo, se acostumbrar mirar fijamente las uñas de las manos reflejadas a la
luz de la vela. Luego, se pasa de mano en mano especias, comúnmente canela o
clavo, a menudo guardadas en un especiero decorativo, de forma que todos puedan
oler la fragancia. En muchas comunidades mizrajíes y sefardíes, se usan para
este propósito ramas de plantas aromáticas. Después del Yóm Kippúr, se usa una
vela, pero sin las especias.
Desde hace tiempo, se acostumbra a
embellecer y honrar la mitzvá de havdalá mediante la colocación de las especias
en una bonita caja de especias. Estos especieros de havdalá son uno de los
objetos propios del arte ceremonial judío. La Havdalá requiere que una persona
utilice sus cinco sentidos en probar el vino, oler las especies, ver la llama
de la vela, sentir su calor y escuchar las bendiciones.
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