LA LETRA ג GUIMEL

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LA LETRA ג GUÍMEL   Por Kabbalah y Torah en Expansión   Nuestros ‘Jajamim’ (sabios) enseñan que la letra ג ‘Guímel’ simboliza un rico corriendo detrás de un hombre pobre, la ד ‘Dálet’, para darle ‘Tzedaká’ (“caridad”). La palabra ‘Guímel’ se deriva de la palabra ‘Guemul’, que en hebreo significa tanto dar una recompensa como un castigo. En la Torá, la recompensa y el castigo tienen el mismo objetivo final, el ‘Tikkún’ (“rectificación”) del alma para que sea apta para recibir la Luz de HaShem en su completa expresión.   Recompensa y castigo, implica que el hombre es libre para elegir entre el bien y el mal. El ‘Rambam’ (Maimónides), en particular, pone mucho hincapié en el libre albedrío, por ser fundamental para la ‘Emuná’ (Fe). De acuerdo con el ‘Rambam’, el ‘Ölam HabBá’ (Mundo Venidero), el tiempo de la recompensa, es un mundo completamente espiritual de almas sin cuerpo. En este punto, el ‘Rambán’ (Najmánides) no está de acuerdo y sostiene que de momento que existe la

ENTRE JESED (72) Y GUEVURA (216)



ENTRE JÉSED (72) Y GUEVURÁ (216)

Los 72 Nombres de tres letras, constituyen un conjunto de 216 letras. Estos dos nombres sirven de guematria para palabras importantes, pero dos resaltan particularmente. En efecto, 72 y 216 son los valores numéricos de dos sefirót íntimamente unidas: Jésed y Guevurá

La cuarta sefirá se llama Jésed  חסד  (Bondad) y tiene un valor numérico de 72 (8+60+4). Jésed es la sefirá de la bondad absoluta. En sus Puertas de la luz, Yoséf Gikatilla la define en estos términos:

Sabed que el término Jésed está sensatamente designado como un acto que alguien realizó sin la dimensión del juicio, quien lo hace espontáneamente sin ninguna obligación, sin buscar sacar ventaja. Jésed es lo opuesto a una acción efectuada por obligación. Es porque el atributo אל “Kel” ha preexistido en el mundo, que Di-s ha creado el mundo con Jésed; y no con un Jésed relativo, sino con uno absoluto, por benevolencia hacia sus criaturas y para concederles una parte igual de Su Misericordia y de Su Bondad. Así como se ha dicho: “Pues yo he dicho: Jésed ha construido el mundo (Tehilim/Salmos 89:3)” […] “Cuando el mundo fue creado con el atributo Jésed, Di-s compartió Jésed con Sus criaturas, dio una parte de Jésed a Adám haRishón, y otra parte a Moshé Rabénu/Moisés, nuestro Maestro, como está explicado al final del primer capítulo del Tratado Sotah (14), pues todas estas bondades están contenidas en el Nombre  אל  Kel. Cuando Avraham, nuestro padre llegó, miró, escrutó y comprendió el secreto de Y´HVH, el gran Nombre, Bendito sea. Cogió la forma de que el mundo había sido creado a partir de Jésed, fue exaltado y pudo tomar este atributo en su mano. Vio que todos los hijos del mundo estaban encerrados en la idolatría, cada uno en un tipo particular de idolatría.” (Shaaré Orah, Puerta 7).

En el Árbol de las Sefirót, JÉSED está directamente confrontado a la sefirah GUEVURÁ, su contrapartida, atributo del rigor y quinta sefirá. Es asombroso constatar que el valor numérico de GUEVURÁ גבורה   es igual a 216 (3+2+6+200+5). La sefirá GUEVURÁ expresa el juicio severo por el Nombre ELO-HÍM. En Las Puertas de la luz, Yoséf Gikatilla la define así:

Que el atributo llamado Elo-him, sea algunas veces designado por el Nombre Guevurá (Rigor, Valentía) es porque este abruma a menudo con el fin de juzgar a los culpables y a los pecadores. Es el que sanciona al maligno que se rebela contra Y´HVH, Bendito sea. Tribunal celeste, castiga a todos aquellos que lo merecen y se llama Guevurá en razón de su poder, de su dominio y de su capacidad de juzgar, castigando a cada uno con precisión. (Shaaré Orah-Puerta 6).

Lo mismo que Jésed no puede existir sin Guevurá, los 72 Nombres no pueden existir sin sus 216. Por su valor numérico, descubrimos que los 72 Nombres dependen de la sefirah JÉSED, del Nombre Kel, de la columna de la derecha, del sur, de la plata, de Avraham y de Mijael. Por consecuente, las 216 letras que componen los Nombres, dependen de la sefirá GUEVURÁ, del Nombre ELO-HIM, de la columna de la izquierda, del norte, del oro, de Itzják y de Gavriel.

Para aprovechar el poder de los 72 Nombres y abrir el mar, Moshé ha debido unificar todas las oposiciones de JÉSED y GUEVURÁ, estableciendo un puente de equilibrio entre las columnas derecha e izquierda. Es la razón por la cual el versículo 21 (Shemót/Éxodo 14) indica: Moisés extendió la mano sobre el mar, y Y´HVH hizo soplar un viento del este (o un soplo de oriente).

El soplo del este, o de oriente, simboliza la sefirá TIFÉRET, en la columna central, que se extiende desde el origen (oriente: Kéter) hasta el fin (poniente: Maljút). El papel de Tiféret es el de armonizar la bondad absoluta de JÉSED y el rigor del juicio de GUEVURÁ, con el fin de hacer surgir MISHPAT, la equidad. El Séfer Raziel explica que la apertura del mar por Moisés dependía del equilibrio entre las columnas izquierda y derecha: YAJÍN y BÓÄZ, así como de la consideración mutua de MIJAEL y GAVRIEL:

Las dos columnas se elevan paralelamente hasta el lugar de la nube de Atzilut, por la luz y la oscuridad y por el fuego e Israel Savá, Israel el abuelo que envuelven a Yajín y Bóäz en el interior […] Como ha sido dicho, las aguas se juntaron en un lugar, por la llamada mutua de Mijael y Gavriel, las columnas de la derecha y de la izquierda. (Séfer Raziel 25a).  


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