SOBRE LA TEFILÁH (PLEGARIA)
La plegaria es el arma principal de Mashiaj. Todas las
batallas que luchar y todas sus conquistas vendrán a través del poder de la
plegaria (Likutey Moharan I, 2:1). Agrega Reb Noson: También para cada Judío,
como para Mashíaj, su arma esencial es la plegaria (Advice I, 2:1).
LA GRANDEZA DE LA PLEGARIA
Cierta vez Reb Noson estaba hablando acerca de la grandeza
de la plegaria. Dice el Midrásh: “Luego que las plegarias son recibidas en el
Cielo, un ángel les toma juramento y las envía más arriba, hacia la Corona que
adorna la cabeza del Santo, bendito sea” (Shemot Rabá 21:4). “Fíjense, dijo Reb
Noson, “ni siquiera los ángeles pueden elevarse al nivel que alcanzan las
plegarias!” (Aveneha Barzel p.88).
Enseña el Rebe Najmán: “Mediante la plegaria el Judío puede
alcanzar su mayor acercamiento a Di-s (Likutey Moharan II, 84). “Mediante sus
oraciones, cada Judío logra adquirir un absoluto dominio y control y alcanza
así aquello que desee” (Likutey Moharan I, 97).
“La esencia de nuestra fuerza vital proviene de la plegaria”
(Likutey Moharan I, 9:1). “La plegaria trae vida a todos los mundos” (Likutey
Moharan I, 9:3).
Reb Naftalí tuvo un sueño en el cual un alma se le aparecía
y le pedía que le enseñase alguna de las lecciones del Rebe “. Le dijo Reb
Naftalí: “La esencia de nuestra fuerza vital proviene de la plegaria.” Al
escuchar esto el alma comenzó a agitarse y a ascender cada vez más alto. Cuando
Reb Naftalí le relató este sueño al Rebe “, este le contestó: “Tú piensas que
en los Mundos Superiores escuchan mis lecciones tal como ustedes lo hacen en
este mundo?!” (Hishtafkut HaNefesh, Introducción).
Hay tres clases de plegarias: la plegaria de David, (Tehilim/Salmo
86); la plegaria de Moshé‚ (Tehilim/Salmo 90); y la plegaria del hombre pobre (Tehilim/Salmo
102). De las tres, la más poderosa es la plegaria del hombre pobre (Zohar III:195a).
Las plegarias del hombre pobre son de hecho las más
poderosas, pues provienen de un corazón quebrado. El pobre se halla frente a
Di-s y gime por su destino: “Por qué‚ yo? Por qué tengo que sufrir?” Esta
plegaria es tan efectiva que rompe todas las barreras y se eleva directamente
hacia Di-s. “Cuanto más ser entonces,” escribe Reb Noson, “si la persona llora
ante Di-s por su pobreza espiritual, por estar hundido en la materialidad y por
su deseo de acercarse a Di-s. Cuánto más poderosa es esa plegaria? De hecho se
eleva directamente ante Di-s!” (Likutey Tefilot, Tefilin 5:43).
“La Fe, la Plegaria, los Milagros y la Tierra Santa de
Israel conforman un solo concepto” (Likutey Moharan I, 7:1). Cómo es ésto?
Cuando oramos, ello es un signo de nuestra fe. De lo contrario, por qué lo
haríamos? La plegaria aumenta nuestra fe y mientras oramos, gradualmente, vamos
desarrollando un sentimiento más íntimo por nuestro Creador. Esto a su vez
puede llevar a los milagros. Cuanto más oremos, más dominaremos los elementos.
Y esto se debe a que nuestras plegarias están dirigidas a Di-s y Él tiene
dominio sobre toda la Creación. Por lo tanto, Di-s puede hacer milagros y los
hará para todos aquellos cuyas plegarias están plenas de un refinado nivel de
fe. Además, estos milagros y plegarias se relacionan conceptualmente a la
Tierra de Israel pues revelan la santidad y el Reino de los Cielos.
EL PODER DE LA PLEGARIA
La plegaria tiene el poder de cambiar la naturaleza”
(Likutey Moharan I, 216). Esto se aplica tanto a las fuerzas de la naturaleza
como a nuestra propia naturaleza humana. Dijo cierta vez Reb Noson: “Solo la
plegaria puede ayudar a una persona a romper sus pasiones indeseables. Y la
razón es muy simple. Normalmente, la persona que quiebra sus pasiones se queda
con dos deseos; tal como cuando alguien quiebra algo por la mitad y se queda
con dos partes. Pero con la plegaria podemos deshacernos por completo de
nuestras pasiones indeseables” (Siaj Sarfei Kodesh I-511).
“La plegaria ayuda a anular los decretos Celestiales antes e
inclusive después que éstos han sido emitidos” (The Aleph-Bet Book, Tefila
A:14). Cierta vez, cuando el hijo de Reb Shimón estaba muy enfermo, casi al
borde de la muerte, éste se acercó al Rebe y le pidió que orase por la salud
del niño. El Rebe ” no le respondió. Entristecido y sin esperanzas, Reb Shimón
volvió a su casa. Su esposa comprendió muy bien lo que el Rebe había querido
indicar con su silencio. Pero en lugar de desesperar, pasó toda la noche
sentada junto a la cuna de su pequeño hijo, orando por él. A la mañana
siguiente, al ver a Reb Shimón , el Rebe ” corrió a su encuentro con gran
alegría, diciendo: “Mira cuán grande es el poder de la plegaria! Anoche el
decreto estaba sellado. El niño iba a morir. Y ahora, no solamente ha sido
anulado el decreto, sino que el Cielo le ha otorgado inclusive una larga vida!”
Cuenta la tradición que el hijo de Reb Shimón vivió hasta cerca de los cien
años (Aveneha Barzel, p.39 #60).
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