LA LETRA ה HE

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LA LETRA ה HE   Por Kabbalah y Torah en Expansión   El nombre de la letra ה ‘He’ aparece en el versículo de Bereshit/Génesis 47:23 : “ HE-LAJÉN ZÉRA - He aquí semilla para vosotros” . La ‘He’ expresa la revelación propia en el acto de dar de lo de uno a los demás. Dando a los demás en la forma de autoexpresión, es el regalo definitivo del ser. En el secreto de la letra ג ‘Guímel’, el hombre rico da de sí mismo al pobre en forma de ‘Tzedaká’ (“caridad”).   La forma más elevada de ‘Tzedaká’, es cuando el dador se oculta completamente del receptor para no avergonzarlo, como está dicho: “el obsequio encubierto doblega el enojo”.   Aquí, en el secreto de la letra ה ‘He’, el regalo mismo es la relación y expresión del ser, bosquejando al receptor en la esencia del dador. Iosef, el que dice las palabras “ He aquí semilla para vosotros” , corresponde a la Sefirá de Iesod, cuya función es expresarse en forma de dar semillas, como está explicado en Kabbalá. Cuando Iosef le di

SEUDOT DE SHABAT - LAS 3 COMIDAS DE SHABAT



LAS SEUDÓT (COMIDAS) DE SHABAT: CAUSANDO LA ALEGRÍA DIVINA

Si estás buscando los modos adecuados para causar la alegría celestial, ante todo has de pensar en el Shabat. El Shabat es una de las mitzvot más importantes. Podría incluso decirse que es el pilar de todas nuestras mitzvót. La Torá nos dice varias veces que hemos de cuidar el Shabat: primero en Bereshít-Génesis, luego en Shemót-Éxodo. Luego, en el libro de Vaikrá-Levítico, en que HaShém nos dice que seamos santos porque Él es santo, hay un versículo que dice: “Mis Shabat observaréis” (Vaikrá/Levítico 19:30). Como HaShém está diciendo “Mis Shabat”, comprendemos que el Shabat tiene que ver con algo más relevante para HaShém que para nosotros.

Existe un libro de sabiduría mística intitulado El Bahir, que da un ejemplo que puede ayudarte a comprender lo que HaShém pide de ti: Érase una vez un rey que tenía hijos. Sus hijos le amaban así como él los quería. Él les dijo: todo cuanto hago es para vosotros. Siempre estoy obrando para ayudarles. Ahora les estoy pidiendo que hagan algo por mí, que me honren del modo que les pido, un día por semana. Quiero que os regocijéis conmigo en mi día de alegría. De igual modo, HaShém está diciéndoles al pueblo de Israel: así como Yo me regocijo en vuestros días de alegría, les pido que os regocijéis conmigo en Mi día de alegría, que es el Shabat.

Cuando El Altísimo te pide que cuides Sus Shabat, te está diciendo también: cuando sufrís aflicciones, vuestro dolor es Mi dolor, como dice el versículo: “Seré con él en tiempo de aflicción” (Tehilim 91:15). Por lo tanto, en Mi tiempo de alegría, deseo que vosotros también sintáis alegría. Cabe decir que, de algún modo, la alegría Divina no es completa sin nuestra participación.

En Shabat, HaShém te está pidiendo que te abras a Su luz interior al decir las tres tefilot-plegarias de Shabat, así como que dejes que te rodee Su Luz circundante involucrándote en tres seudót-comidas que has de preparar para Él y también participar en ellas. Estas tres comidas corresponden a tres niveles de fe que todo judío ha de alcanzar en su vida. La participación en la alegría Divina en Shabat está relacionada por tanto con las tres comidas que hemos de preparar para este día, y deleitarnos en ellas tras de participar en la oración que ha de pronunciarse antes de cada una de estas comidas. Cada una de las comidas está vinculada con un aspecto de la Presencia Divina que HaShém nos revela en el transcurso de la comida. Al preparar la comida y participar en ella, estamos cumpliendo lo que se requiere de nosotros según la ley judía. Mismo si estás enferma y no puedes preparar una comida en esta etapa de tu vida, al separar un panecillo o media matzá de espelta que quizás sea más fácil digerir, junto con una deliciosa ensalada o pasta para untarle, teniendo en mente que ésta será tu comida especial de Shabat, también estás cumpliendo el requisito.

El Todopoderoso se revela a ti de manera distinta en cada una de las tres comidas de Shabat y si en este momento no puedes aclarar la índole de estas revelaciones. Rabí Shimon bar Yojái preparó una declaración que se pronuncia en el idioma arameo. Cada una de las tres declaraciones captura la esencia de lo que sucede en la comida, y al pronunciar tal declaración, mismo si no comprendes su significado profundo, estás expresando tu fe total – más aún, tu conciencia – que ahora, en esta comida estás en presencia de HaShém.

El sabio de la Torá, Rab Pincus z’l, pregunta: ¿Cómo se crea la sensación excelsa de estar en presencia de HaShém? No es necesario “crearla” porque ya existe… Hemos de saber Quién está sentado a nuestra mesa. En las zemiros (cantos de Shabat) decimos, “Askinu seüdasá… Askinu significa que es HaShém Quien nos invita a Su mesa. Él es el anfitrión y nosotros somos sus invitados.

Las comidas de Shabat causan la alegría Divina porque el conjunto de estas tres comidas nos infunde una fe que raya en la conciencia, y podremos recurrir a ella durante la semana entrante. Por lo tanto, al leer la declaración preparada para cada una de las comidas de Shabat, estás expresando tu profundo deseo de participar en la alegría Divina adquiriendo el grado de fe que se desprende de la comida indicada.


LA PRIMERA SEUDÁ DE SHABAT

La primera seudá-comida de Shabat corresponde al primer nivel de fe, y a nuestro estado de conciencia en el momento del éxodo de Egipto. Los israelitas tenían miedo…no sabían qué yacía ante ellos… ¡y amenazaban de regresar al menor problema! Lo único que tenían a que aferrarse era a su fe, aunque era ésta una fe básica que aún no se había desarrollado en toda su dimensión. De modo similar nos sentimos al comenzar el Shabat ya que aún no hemos adquirido la conciencia de Shabat en su totalidad. Participamos en esta seudá por la noche, tras de declarar nuestra fe en la Amidá-oración silenciosa que HaShém separó el Shabat estableciéndolo como Su día especial.

Antes de la primera comida lee la declaración siguiente:

אַתְקִינוּ סְעוּדָתָא דִמְהֵימְנוּתָא שְׁלֵמָתָא, חֶדְוְתָא דְמַלְכָּא קַדִישָׁא

ATKINU SEÜDATÁ DIMHEMNUTÁ SHLEMATÁ, JEDVTÁ DEMALKÁ KADISHÁ

Prepara la comida de fe perfecta, la alegría del Santo Rey

אַתְקִיּנוּ סְעוּדָתָא דְמַלְכָּא, דָּא הִיא סְעוּדָתָא דַחֲקַל תַּפּוּחִין קַדִּישִׁין

ATKINU SEUDATÁ DEMALKÁ, DA HI SEUDATÁ DEJAKAL TAPUJÍN KADISHÍN

Prepara la comida del Rey. Ésta es la comida del Campo de Santas Manzanas

 וּזְעֵיר אַנְפִּין וְעַתִּיקָא קַדִּישָׁא אַתְיָן לְסַעֲדָא בַּהֲדָהּ

UZËR ANPÍN VEÄTIKA KADISHÁ ATIÁN LESAÄDÁ BAHADÁH

Zeir Anpin y Atika Kadisha también están presentes en esta comida


LA SEGUNDA SEUDÁ DE SHABAT

El Shabat por la mañana, antes de escuchar la lectura de la Torá, cantas junto con los presentes en la sinagoga: “Se os ha mostrado para que sepáis que El Eterno, ¡Él es el Di-s! ¡No hay ningún otro fuera de Él!” (Devarim/Deuteronomio, 4:35). Poco después de salir de Egipto, al encontrarse los israelitas encerrados entre sus perseguidores egipcios y el mar rojo que les impedía avanzar, pidió Moshé ayuda y le respondió El Eterno:“¿Por qué clamas ante Mí? Habla a los Hijos de Israel y que marchen.” (Shemot/Éxodo: 14:15). El significado de esta respuesta era que si mostrasen los israelitas pleno bitajón-certeza en Su providencia, esto silenciaría a los Acusadores divinos y se salvarían. Cuando Najshón ben Aminadav saltó al agua, avanzando hasta que le llegara el agua a la cintura, se partió el mar en dos y la nación entera vio que HaShém llenaba el mundo, así como el alma llena el cuerpo, y por consiguiente puede cambiar el orden de la naturaleza según Su Voluntad.

Ten en mente de adquirir este nivel de fe en la segunda seudá, a la que participas después de la oración matinal de Shabat – sea ésta dicha en la sinagoga o en la casa. Más que emuná-fe consiste en bitajón-certeza, y es lo que el enfermo ha de tener presente cuando se siente afligido pero mantiene la certidumbre que Di-s está con él y le está dando la ayuda que él verdaderamente necesita. El efecto de la certeza interior es como una luz circundante a la que alude el salmo: “al que tiene total confianza en El Eterno le rodea Su bondad” (Tehilim/Salmos, 32:10). Uno puede haber bloqueado los conductos espirituales de su alma que le permiten recibir la shéfa-abundancia Divina debido a errores pasados, pero se le puede renovar la fuerza vital que recibe en mérito de su confianza total en la Providencia Divina.

En el momento de la segunda seudá recibimos luces celestiales del más elevado nivel de santidad, vinculado a la revelación de Atika Kadisha a la que nos referimos como kéter-corona, y nos abre a los misterios de la Torá. Estas luces se relacionan con las coronas que anudó HaShém a las letras que se destacan en los pergaminos de los cuales leemos la porción de Torá en Shabat.

Las palabras Atika Kadishá aluden a una Providencia Divina incondicional y de bondad total. Cuando HaShém actúa como Rey y Soberano de Su nación durante los días semanales, no se  relaciona a nosotros con bondad incondicional ya que esto debilitaría el propósito Divino de la creación, según el cual hemos de ganarnos nuestra recompensa. En cambio, el Shabat, en este momento, HaShém está emitiendo la conciencia de esta excelsa revelación y por consiguiente, al recitar la bendición de Kidúsh sobre el vino antes de la segunda seudá de Shabat, citamos el versículo de Yeshaháhu/Isaías 58:13-14:“Entonces te deleitarás en Di-s” – en Hebreo ‘al HaShém. El significado literal de la palabra “al” es ‘sobre’; por lo tanto este versículo nunca se traduce literalmente. Su sentido profundo es que en este momento la declaración de fe que acabas de recitar te sitúa por encima de la Providencia Divina con la cual HaShém nos dirige en los días de semana.

Como lo enseña Rab Aarón Rota, nuestro Creador pone a prueba la fe del hombre, y si se fortalece éste hasta sentir total certidumbre en la Providencia Divina, incluso si – Jas veShalóm/Di-s no lo quiera – fuese pronunciado contra él un decreto Divino de justicia estricta, sería mitigado y endulzado en lo Alto, y cambiado por un signo de bondad Divina hacia él, así como hacia toda la Casa de Israel ahora y para siempre.

Antes de la segunda comida lee la declaración siguiente:

אַתְקִינוּ סְעוּדָתָא דִמְהֵימְנוּתָא שְׁלֵמָתָא, חֶדְוְתָא דְמַלְכָּא קַדִישָׁא

ATKINU SEÜDATÁ DIMHEMNUTÁ SHLEMATÁ, JEDVTÁ DEMALKÁ KADISHÁ

Prepara la comida de fe perfecta, la alegría del Santo Rey

 אַתְקִיּנוּ סְעוּדָתָא דְמַלְכָּא, דָּא הִיא סְעוּדָתָא דְעַתִּיקָא קַדִּישָׁא

ATKINU SEUDATÁ DEMALKÁ, DA HI SEUDATÁ DEÄTIKA KADISHÁ

Prepara la comida del Rey. Ésta es la comida de Atika Kadisha

וּזְעֵיר אַנְפִּין וַחֲקַל תַּפּוּחִין קַדִּישִׁין אַתְיָן לְסַעֲדָא בַּהֲדֵיהּ

UZËR ANPÍN VEJAKAL TAPUJÍN KADISHÍN ATIÁN LESAADÁ BAHADÉH

Zeir Anpin y Jakal Tapujin Kadishin también están presentes en esta comida


LA TERCERA SEUDÁ DE SHABAT

El tercer nivel de fe es equivalente al momento en que recibimos la Torá en Sinaí, en que fuimos Uno con HaShém. La tercera seudá tiene lugar después de que decimos en la Amidá-oración silenciosa del Shabat por la tarde: “Tú eres Uno, Tu Nombre es Uno, y el Pueblo de Israel es uno”.

Participamos en la tercera seudá de Shabat en honor de HaShém como nuestro Rey, Quien, durante los días semanales, actúa como juez. De ahí el término Zeir Anpin (ZA), que implica ‘semblante corto’, en el sentido que un rey y juez no siempre puede obrar con paciencia ilimitada. No obstante, en este momento de Shabat nos regocijamos con HaShém ya que por el momento, deja a un lado Su función de juez y dirige hacia nosotros la efusión de Su amor infinito así como sucede por la mañana de Shabat, hasta el punto que el sabio de Torá llamado Ben Ish Jai ha sugerido sustituir el término zeir por zahir-brillante en la declaración que precede a la tercera seudá de Shabat. Para entonces, estás enfocando en la unidad total de Su Presencia que acabas de mencionar en la oración de la tarde, de modo que siempre tratarás de ser consciente de Su amor y cercanía en todo lo que te suceda, por insignificante que sea. Y más logres tu propósito, más intensificarás la Providencia de HaShém no sólo hacia ti, sino hacia toda la Comunidad de Israel, hasta el momento en que Su Presencia ya no esté oculta sino totalmente revelada, como lo será en nuestra ansiada gueulá-redención.

En el tercer grado de fe tu conciencia se intensifica hasta el punto que ya no supone creer, sino que se aproxima a la posibilidad de saber, o mismo de ver, así como pudimos ver revelaciones celestiales después del éxodo. En este momento podemos tener una percepción de la conciencia que se nos ha prometido en el Futuro, reflejo de la experiencia de Sinaí en que fuimos Uno con El Eterno, y pedimos poder conservarla para iluminar la oscuridad de los días semanales.

Al terminar el Shabat, decimos vihí noam: “Sea la gracia del Señor nuestro Di-s sobre nosotros” (Tehilim/Salmos 90:17), pidiendo que el tremendo sentido de cercanía a El Altísimo que infunde el día de Shabat sea sobre nosotros, es decir, que también podamos beneficiarnos del sentido de cercanía a HaShém durante las oraciones semanales.

Antes de la tercera comida lee la declaración siguiente:

אַתְקִינוּ סְעוּדָתָא דִמְהֵימְנוּתָא שְׁלֵמָתָא, חֶדְוְתָא דְמַלְכָּא קַדִישָׁא

ATKINU SEUDATÁ DIMHEMNUTÁ SHLEMATÁ, JEDVTÁ DEMALKÁ KADISHÁ

Prepara la comida de fe perfecta, la alegría del Santo Rey

 אַתְקִיּנוּ סְעוּדָתָא דְמַלְכָּא, דָּא הִיא סְעוּדָתָא דִזְעֵיר אַנְפִּין

ATKINU SEUDATÁ DEMALKÁ, DA HI SEUDATÁ DEZËR ANPIN

Prepara la comida del Rey. Ésta es la comida de Zeir Anpin

 וְעַתִּיקָא קַדִּישָׁא וַחֲקַל תַּפּוּחִין קַדִּישִׁין אַתְיָן לְסַעֲדָא בַּהֲדֵיהּ

VEÄTIKA KADISHÁ VEJAKAL TAPUJÍN KADISHÍN ATIÁN LESAADÁ BAHADÉH

Atika Kadisha y Jakal Tapujin Kadishin también están presentes en esta comida 




Comentarios

  1. Las palabras Yom Hashishí (Dia Sexto), son, de hecho, las dos últimas palabras del pasaje bíblico que antecede al de Vayejulú: “Y hubo tarde y hubo mañana: día sexto” (Bereshít/Génesis 1:31). Se acostumbra agregar estas palabras al Kidush como prefacio del pasaje correspondiente. Los eruditos señalan el simbolismo comprendido en esta costumbre. Las primeras letras de estas dos palabras en hebreo, que son Y (yod) y H (he), más las primeras letras de las dos primeras palabras de Vayejulú, que son V (vav) y H (he), reunidas constituyen las cuatro letras que forman el Tetragrámaton. יוֹם הַשִּׁשִּׁי וַיְכֻלּוּ הַשָּׁמַיִם

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    1. También se medita en el Nombre Unificado de Zeir Anpin y Maljút: יאהדונהי

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    2. Infinitas gracias, Excelente Maestro!!! de verdad se lo agradesco de corazòn,Shalom!!! ke Ashem lo Bendiga siempre.

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