LA LETRA ה HE

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LA LETRA ה HE   Por Kabbalah y Torah en Expansión   El nombre de la letra ה ‘He’ aparece en el versículo de Bereshit/Génesis 47:23 : “ HE-LAJÉN ZÉRA - He aquí semilla para vosotros” . La ‘He’ expresa la revelación propia en el acto de dar de lo de uno a los demás. Dando a los demás en la forma de autoexpresión, es el regalo definitivo del ser. En el secreto de la letra ג ‘Guímel’, el hombre rico da de sí mismo al pobre en forma de ‘Tzedaká’ (“caridad”).   La forma más elevada de ‘Tzedaká’, es cuando el dador se oculta completamente del receptor para no avergonzarlo, como está dicho: “el obsequio encubierto doblega el enojo”.   Aquí, en el secreto de la letra ה ‘He’, el regalo mismo es la relación y expresión del ser, bosquejando al receptor en la esencia del dador. Iosef, el que dice las palabras “ He aquí semilla para vosotros” , corresponde a la Sefirá de Iesod, cuya función es expresarse en forma de dar semillas, como está explicado en Kabbalá. Cuando Iosef le di

SHEM 45 - EL PODER DE LA PROSPERIDAD - SAMEJ ALEF LAMED

SHEM 45 - EL PODER DE LA PROSPERIDAD - סא"ל

 

Vocalización: SAL (Moshé Kordovero); Sa/A/La (A. Abbulaäfia, vocal natural de cada letra)

 

Valor numérico: 91

 

Ángel portador del Nombre: Sealiá´h. Valor numérico: 106

 

“Sea tu misericordia, oh Señor, sobre nosotros, según esperamos en Ti”. (Tehil´lim/Salmos 33:22)

 

“Cuando yo decía: Mi pie resbala; tu misericordia, oh Señor, me sustentaba”. (Tehil´lim/Salmos 94:18)

 

“Mi pie resbala”. El mundo se sostiene de arriba abajo. La materia, que parece ser el soporte de lo real, es en su esencia “vacío”. Es la Luz lo que constituye su fundamento. En particular la Luz de Jésed - 72 - que es la Luz/Tov (Bien) del primer día de la Creación. (ver Jasdéja en ambos versículos). A pesar de separar Elo-him la luz de la oscuridad, no hay dicotomía, hay ciclo (Sámej): tarde y mañana, reunidas en el ‘Iom Ejad’, día Uno (y no “primero”). El significado fundamental de la ס ‘Sámej’ como puntal, sostén o soporte, queda plenamente aclarado si observamos tanto su posición en el Árbol de la Vida, en el canal Tiféret/Iesod, como si consideramos la propia forma circular de la letra. Criptográficamente, la Sámej es la Rueda, Álef su centro – Álef es Tetragrámaton implícito – y Lámed la ley del equilibrio. La rueda apunta a todos los ciclos temporales y evolutivos – la Rueda de la Vida – en los que nuestra conciencia finita está inmersa. Mientras estamos en la rueda de los ciclos (“según esperamos en Ti”) sea tu Misericordia sobre nosotros. Todas las fases del ciclo se hallan embebidas en la Luz Divina, que es su soporte, de la misma forma que el centro - Tiféret - irradia a todos los puntos de la circunferencia a los que está conectado por igual.

 

Todos los versículos asociados a los 72 Nombres tienen siete palabras y pueden usarse en relación con todos los septenarios (p. ej. 7 centros psicofísicos). También se forman con ellos Nombres de 7 letras usando las iniciales (roshé tevot o notaricón), cada letra con su vocal correspondiente, a los que se pueden aplicar las técnicas cabalísticas. Son mantras de meditación. Se puede repetir el versículo completo o los Nombres:

 

Por ejemplo: 1. IeJaIeÄKaILa (Tehil´lim/Salmos 33:22).  2. IAMaRaJaIeIi (Tehilim/Salmos 94:18)

 

Significado: La numerología del triplete סא"ל ‘Sámej-Álef-Lámed’ es 91 (60 + 1 + 30); representa la conjunción de los Nombres de Di-s en Tiféret/Ietzirá y en Maljut/Äsiá: ‘HaVaIáH’ (26) y ‘ADO-NAI’ (65), que se entrelazan letra a letra: יאהדונה"י ‘IaHdVnHi’.

Ambos Nombres representan respectivamente los aspectos masculino y femenino de la Deidad actuando en la Creación, es decir las fuerzas activa y pasiva de la Providencia o gobierno de Di-s del mundo, lo que equivale a decir su energética. El ijud opera la cópula del Santo, Bendito sea, y la Shejiná - otro Nombre para los mismos principios, enfatizando la unión de la trascendencia e inmanencia divinas. Lo mismo si lo expresamos como la unión de los Cielos y la Tierra. Esta unión tiene lugar en el corazón - Tiféret - en particular en esta esencia que representa el Tiféret de Tiféret. Cuando el centro se hace presente, la unidad se manifiesta: 91 es también el número de אמן ‘Álef-Mem-Nun’ (Amén), otro nombre de Kéter. Y es la fuente del Maná o sustento de los mundos, מנא ‘Mem-Nun-Álef’ (Maná). También מלאך ‘Mem-Lamed-Álef-Jaf’ (Maláj = ángel) tiene el mismo valor 91. Ello se refiere a la esencia angélica en general, pero en particular el ángel que porta este triplete - Sealiá´h - expresa una gran canalización de Luz, siendo la fuente de toda prosperidad, vitalidad, salud, creatividad… Como Tiféret de Tiféret, nos conecta con nuestra esencia más interna. Sealiá´h (106) es el transmisor del fuego solar logoidal, manteniendo siempre el canal abierto (106 = Kav, línea: cabalísticamente, la línea de luz desde ‘En Sof’ en la que son emanados, creados, formados y hechos los mundos) con la Luz que trae tanto la plenitud espiritual como la prosperidad material. Trae consigo una conciencia constante de la Presencia Divina y nos hace ver la acción divina en todas las cosas. Mediante la apertura del corazón (Lámed/Lev) a la energía del amor y la devoción, nos ayuda a trascender nuestro ego y, en última instancia, a integrar nuestras polaridades internas, adhiriéndonos (Devekut) a nuestra raíz divina (106 = verbo DaVaK, pegar, unir, adherirse).

 

Por su esencia solar, Sealiá´h, es el ángel de la curación espiritual, trayendo consigo una salud completa tanto de cuerpo como de espíritu (no existe verdadera salud sin la conexión con la Luz Divina). Sealiá´h es un guía en nuestras vicisitudes por la Rueda (106 = Megulgal, reencarnación), portando la signatura de nuestro self y dándonos la energía para seguir avanzando incluso cuando nos vemos atascados o cuando parezca que los obstáculos parecen insuperables. Su gran lección es la del desapego, manteniendo el equilibrio en todas las situaciones y conectándonos desde el centro con nuestra raíz divina. Entonces aparecerán los medios necesarios para la realización de nuestro programa de vida. Sealiá´h nos ayuda a superar el orgullo, que bloquea nuestra conexión con la Luz. Nos enseña el valor de la humildad, haciéndonos canales de la Luz, una vez que hemos aprendido que, cuando brillamos, toda nuestra luz viene de lo alto, y no de nosotros mismos.  

 

91 = HaVaIáH + Ado-nai, unión de Tiféret y Maljut, el cielo y la Tierra, el Santo bendito Sea y la Shejiná.

Amén = notarikón de ‘Ado-nai Mélej Ne´emán’ (Di-s Rey Fiel)

Sámej-Álef-Lámed = Tiféret de Tiféret. Reconstruye la conexión con la Luz y es la fuente de las bendiciones.

Pe-Álef-Iud = notaricón de “Potéaj Et-Iadéja” - “POTÉAJ  ET-IADÉJA  UMASBÍÄ  LEJOL-JAI  RATZÓN - Abres tu mano y satisfaces a todos los vivientes con favor” (Tehil´lim/Salmos 145:16)

Abres tu Iud, tu punto de infinito, la fuente de Luz.

 

Pe-Álef-Iud = notarikón de otro versículo bíblico (Tehil´lim/Salmos 31:6): “En tus manos encomiendo mi espíritu (Rúaj). Tú me has redimido Señor (Padíta Otí HaVaIáH), Di-s de la Verdad”.

 

Conexión con las extensiones del Nombre de Di-s en Jojmá:

 

Iud-Vav-Dalet  He-Iud =  35

Iud-Vav-Dalet  He-Álef =  26

Iud-Vav-Dalet  He-He =  30

 

35 + 26 + 30 = 91

 

91 = 13 × 7. La unidad (Ejad = 13) manifestándose en el septenario de la forma.



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