SHEM 44 - SUAVIZANDO LOS JUICIOS - ילה
Vocalización: Yelah (Moshé Cordovéro); Yo/La/He (A.
Abulafia, vocal natural de cada letra).
Valor numérico: 45
Ángel portador del Nombre: Yelahiah. Valor numérico: 60
“¿Quién expresará las poderosas obras de HaShem? ¿Quién
contará sus alabanzas?”. (Tehilim/Salmos 106:2)
“Te ruego, oh HaShem, que te sean agradables los sacrificios
voluntarios de mi boca; y enséñame tus juicios”. (Tehilim/Salmos 119:108)
Significado: Guevurá de Tiferet. El poder del self, el poder
que dimana de ser uno mismo. No hay poder más grande y todo el universo va a
trabajar para ti en eso. Es el poder de expresar la esencia universal (Adam =
Yud-Lamed-Hei = 45 = Yud-Vav-Dalet Hei-Alef Vav-Alef-Vav Hei-Alef) de una forma
personal, individual. Nos reconocemos como especiales y únicos, pero al mismo
tiempo reconociendo que todo el mundo lo es, cada cual a su manera. No hay nada
más importante en el universo que conocerse y ser auténticamente uno mismo,
porque sólo entonces podemos realizar plenamente la tarea para la cual hemos
sido creados. Y es por esto por lo que vamos a ser juzgados (Guevurá de Tiferet).
Como decía el gran maestro jasídico Rabí Zusya: “En el Mundo Futuro no seré
preguntado: ¿por qué no has sido Moshé? Más bien seré preguntado: ¿Por qué no
has sido Zusya?” Lamed es jeroglíficamente Vav (conjunción) y Kaf (Vasija). En
general representa la vasija del corazón (Lev): la aspiración del corazón de
unirse con la raíz de su alma. En la letra Lamed, esa Vav que sobrepasa el
nivel horizontal normal de los acontecimientos, indica una conexión con las
tres esferas superiores del Árbol de la Vida. En este Nombre, Yud-Lamed-Hei, se
halla entre Yud y Hei, las letras del Nombre de Di-s en Jojmá y también el
anagrama de Jojmá (Yud) y Biná (Hei). También YLH son las letras intermedias
del Nombre de Di-s en Biná, Elo-him, expresando el corazón, el centro del poder
de esta esfera. La Vav es el canal que llena la Kaf inferior que es, como hemos
visto, el poder de actualización, la vasija. Y el hecho de que la forma
completa de la letra (Vav + Kaf) contenga el Nombre de Di-s (Y´HVH = 26) pone
de manifiesto la gran canalización de Luz que la Lamed implica. De alguna
manera este Nombre representa el poder que dimana de la tríada Di-s en Hombre (Jojmá,
Biná y Tiferet) y 45 es el Tetragrama expandido con MaH, como hemos visto más
arriba. Por otro lado, la letra Lamed significa equilibrio basado en la
justicia. Cuando hay equilibrio (y la justicia no es otra cosa que el
reestablecimiento del equilibrio), hay conexión con los Supremos, hay
canalización y todos los planos se encuentran en el orden adecuado.
La Kaf es el platillo y Lamed es la balanza en sí (la
atribución astral es precisamente el signo de Libra – Moznaim – que se
despliega en el mes de Tishré del calendario judío, y el día uno, Rosh Hashaná,
es el día del juicio). Todos los actos del hombre son pesados en la balanza y
retribuidos de acuerdo al mérito. Karma y Tikún. El Nombre, como Guevurá de
Tiferet indica juicio (Guevurá), pero al nivel de Tiferet, es decir, del self,
del corazón. Éste es un juicio dulce para el que se juzga a sí mismo y no juzga
a otros. La lección de este Nombre es que por el equilibrio inherente del
cosmos, todas nuestras acciones acaban rebotándonos, recayendo sobre nosotros.
Si queremos evitar el juicio severo sobre nosotros simplemente debemos
suspender nuestro juicio sobre los demás. El juzgarse a sí mismo no implica
culpa ni castigo, sino trabajo interno: rectificación del Klí, la vasija, para
agrandarla y hacerla más receptiva a la Luz. El valor numérico del Nombre del
Ángel Yelahiah es 60, que es el de la letra Samej (sostén, soporte, pilar,
armonía, poder del centro, ciclo, Sagitario). Otras palabras del mismo valor:
Kelí = vasija; Halajá = conjunto de leyes que definen el camino de vida.
El trabajo, como indica la Samej, es equilibrar, atemperar
(el deseo de recibir), alinearnos con nuestro centro, y hacernos canales de la
Luz (desarrollando el deseo de dar). Lamed significa enseñar. Las pruebas que
nos acontecen tienen esa misión (“y tus juicios enséñame”). “Las promesas de mi
boca” se refiere a los compromisos que asumimos, al programa de vida que
seguimos. Yelahiah nos da la fuerza para mantenernos firmes en nuestro camino,
superando todos los obstáculos que se nos presenten, haciéndonos fuertes en la
lucha, enseñándonos que sólo la persistencia nos abrirá a nuestro poder
interior, el poder de nuestro centro, nuestro self, nuestra chispa divina
encarnada.
Gracias!!! Muy esclarecedor en este momento!!... Maravillada con las sincrónicas del creador!!
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