EL ACTO DE TZIMTZUM

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EL ACTO DE TZIMTZUM   Por Kabbalah y Torah en Expansión   Al producir la Creación como una obra fuera de Sí mismo, el ‘En Sof’ (Infinito), Bendito Sea, voluntariamente dejó de lado Su ilimitación y adoptó un camino de acción limitada. Esto se llama el ‘Tzimztum’ (“contracción”) del ‘En Sof’, Bendito Sea.   La Voluntad Suprema, que es el ‘En Sof’, Bendito Sea, incluye diferentes tipos de poderes que no tienen Fin ni Límite. Pero no estamos hablando de Su aspecto de lo ilimitado, con el cual no tenemos conexión. Más bien, estamos hablando de ese poder particular entre Sus innumerables poderes que es la causa de nosotros.   El poder que nos causa es Su poder para producir una obra “fuera” de Él mismo, en el sentido de crear y gobernar reinos y seres aparentemente separados e independientes.   Esto lo hizo de acuerdo con Su ‘Middá Jésed’ (“atributo de bondad”), porque la naturaleza de la bondad es otorgar bondad a los demás. Si es así, estamos hablando solo de Sus actos

SHEM 44 - SUAVIZANDO LOS JUICIOS - YUD LAMED HEI



SHEM 44 - SUAVIZANDO LOS JUICIOS  -  ילה

Vocalización: Yelah (Moshé Cordovéro); Yo/La/He (A. Abulafia, vocal natural de cada letra).

Valor numérico: 45

Ángel portador del Nombre: Yelahiah. Valor numérico: 60

“¿Quién expresará las poderosas obras de HaShem? ¿Quién contará sus alabanzas?”. (Tehilim/Salmos 106:2)

“Te ruego, oh HaShem, que te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca; y enséñame tus juicios”. (Tehilim/Salmos 119:108)

Significado: Guevurá de Tiferet. El poder del self, el poder que dimana de ser uno mismo. No hay poder más grande y todo el universo va a trabajar para ti en eso. Es el poder de expresar la esencia universal (Adam = Yud-Lamed-Hei = 45 = Yud-Vav-Dalet Hei-Alef Vav-Alef-Vav Hei-Alef) de una forma personal, individual. Nos reconocemos como especiales y únicos, pero al mismo tiempo reconociendo que todo el mundo lo es, cada cual a su manera. No hay nada más importante en el universo que conocerse y ser auténticamente uno mismo, porque sólo entonces podemos realizar plenamente la tarea para la cual hemos sido creados. Y es por esto por lo que vamos a ser juzgados (Guevurá de Tiferet). Como decía el gran maestro jasídico Rabí Zusya: “En el Mundo Futuro no seré preguntado: ¿por qué no has sido Moshé? Más bien seré preguntado: ¿Por qué no has sido Zusya?” Lamed es jeroglíficamente Vav (conjunción) y Kaf (Vasija). En general representa la vasija del corazón (Lev): la aspiración del corazón de unirse con la raíz de su alma. En la letra Lamed, esa Vav que sobrepasa el nivel horizontal normal de los acontecimientos, indica una conexión con las tres esferas superiores del Árbol de la Vida. En este Nombre, Yud-Lamed-Hei, se halla entre Yud y Hei, las letras del Nombre de Di-s en Jojmá y también el anagrama de Jojmá (Yud) y Biná (Hei). También YLH son las letras intermedias del Nombre de Di-s en Biná, Elo-him, expresando el corazón, el centro del poder de esta esfera. La Vav es el canal que llena la Kaf inferior que es, como hemos visto, el poder de actualización, la vasija. Y el hecho de que la forma completa de la letra (Vav + Kaf) contenga el Nombre de Di-s (Y´HVH = 26) pone de manifiesto la gran canalización de Luz que la Lamed implica. De alguna manera este Nombre representa el poder que dimana de la tríada Di-s en Hombre (Jojmá, Biná y Tiferet) y 45 es el Tetragrama expandido con MaH, como hemos visto más arriba. Por otro lado, la letra Lamed significa equilibrio basado en la justicia. Cuando hay equilibrio (y la justicia no es otra cosa que el reestablecimiento del equilibrio), hay conexión con los Supremos, hay canalización y todos los planos se encuentran en el orden adecuado.
La Kaf es el platillo y Lamed es la balanza en sí (la atribución astral es precisamente el signo de Libra – Moznaim – que se despliega en el mes de Tishré del calendario judío, y el día uno, Rosh Hashaná, es el día del juicio). Todos los actos del hombre son pesados en la balanza y retribuidos de acuerdo al mérito. Karma y Tikún. El Nombre, como Guevurá de Tiferet indica juicio (Guevurá), pero al nivel de Tiferet, es decir, del self, del corazón. Éste es un juicio dulce para el que se juzga a sí mismo y no juzga a otros. La lección de este Nombre es que por el equilibrio inherente del cosmos, todas nuestras acciones acaban rebotándonos, recayendo sobre nosotros. Si queremos evitar el juicio severo sobre nosotros simplemente debemos suspender nuestro juicio sobre los demás. El juzgarse a sí mismo no implica culpa ni castigo, sino trabajo interno: rectificación del Klí, la vasija, para agrandarla y hacerla más receptiva a la Luz. El valor numérico del Nombre del Ángel Yelahiah es 60, que es el de la letra Samej (sostén, soporte, pilar, armonía, poder del centro, ciclo, Sagitario). Otras palabras del mismo valor: Kelí = vasija; Halajá = conjunto de leyes que definen el camino de vida.
El trabajo, como indica la Samej, es equilibrar, atemperar (el deseo de recibir), alinearnos con nuestro centro, y hacernos canales de la Luz (desarrollando el deseo de dar). Lamed significa enseñar. Las pruebas que nos acontecen tienen esa misión (“y tus juicios enséñame”). “Las promesas de mi boca” se refiere a los compromisos que asumimos, al programa de vida que seguimos. Yelahiah nos da la fuerza para mantenernos firmes en nuestro camino, superando todos los obstáculos que se nos presenten, haciéndonos fuertes en la lucha, enseñándonos que sólo la persistencia nos abrirá a nuestro poder interior, el poder de nuestro centro, nuestro self, nuestra chispa divina encarnada.   

   

Comentarios

  1. Gracias!!! Muy esclarecedor en este momento!!... Maravillada con las sincrónicas del creador!!

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