EL ACTO DE TZIMTZUM

Imagen
EL ACTO DE TZIMTZUM   Por Kabbalah y Torah en Expansión   Al producir la Creación como una obra fuera de Sí mismo, el ‘En Sof’ (Infinito), Bendito Sea, voluntariamente dejó de lado Su ilimitación y adoptó un camino de acción limitada. Esto se llama el ‘Tzimztum’ (“contracción”) del ‘En Sof’, Bendito Sea.   La Voluntad Suprema, que es el ‘En Sof’, Bendito Sea, incluye diferentes tipos de poderes que no tienen Fin ni Límite. Pero no estamos hablando de Su aspecto de lo ilimitado, con el cual no tenemos conexión. Más bien, estamos hablando de ese poder particular entre Sus innumerables poderes que es la causa de nosotros.   El poder que nos causa es Su poder para producir una obra “fuera” de Él mismo, en el sentido de crear y gobernar reinos y seres aparentemente separados e independientes.   Esto lo hizo de acuerdo con Su ‘Middá Jésed’ (“atributo de bondad”), porque la naturaleza de la bondad es otorgar bondad a los demás. Si es así, estamos hablando solo de Sus actos

SHEM 40 - DICIENDO LAS PALABRAS CORRECTAS - IUD IUD ZAIN

SHEM 40 - DICIENDO LAS PALABRAS CORRECTAS - יי"ז

 

Vocalización: IIaZ (Moshé Kordovero); Io/Io/Za (A. Abbuláäfia).

 

Valor numérico: 27

 

Ángel portador del Nombre: Ieiaz´el. Valor numérico: 58

 

“Los que teméis al Señor, confiad en el Señor; Él es vuestra ayuda y vuestro escudo”. (Tehil´lim/Salmos 115:11)

 

Significado: Iesod de Guevurá. La energía, la fuerza, el poder de Guevurá expresándose mediante el Iesod lunar, lo que, entre otras cosas, tiene que ver con la concreción del cuerpo de deseos en el cuerpo vital (y el trabajo con este Nombre nos enseña sobre la circulación de la energía vital, su movimiento). En general, la combinación Marte-Luna da fuerza y robustez, fortaleza física y emocional, energía, capacidad para empujar y alcanzar metas en la vida, con una buena conjunción de imaginación y acción. La otra cara del espejo es una naturaleza pendenciera, a veces hiperactiva y muy reactiva. Puede descontrolarse y experimentar estallidos emocionales. La acción de Guevurá se nos hace presente en el espejo de la mente (Iesod). En particular aparece nuestra ira como respuesta a la frustración. La reactividad inconsciente es uno de los principales obstáculos que encontramos en el camino. Nos hace equivocarnos una y otra vez. ¿Desde dónde reaccionamos? ¿Desde nuestro self o desde nuestras programaciones, hábitos, identificaciones, estructuras consolidadas de nuestra psique, regida por el complejo egoico? Eso es algo que hemos de dilucidar y trabajar si queremos que progresivamente nuestra acción brote de forma natural de zonas cada vez más profundas de nuestro ser. Para ello se precisa mantenerse en la conciencia (Tiféret) practicando un doble juego de compromiso y desapego. Situándonos en nuestro centro – el centro inmóvil en medio de las condiciones – es decir, permaneciendo centrados en la conciencia en medio de la acción y de las diversas situaciones, es como nos abrimos a la influencia de las Sefirot superiores (Tiféret es el interruptor de la corriente), con lo que la “respuesta correcta”, es decir, plenamente adecuada a la situación en la totalidad de sus dimensiones, fluye espontáneamente. No estamos hablando de control, el viejo sueño del ego, sino de conciencia, de fluir con las situaciones, comprometidos de forma natural con ellas, pero sin perderse en ellas. Este es el ejercicio a practicar: En una situación cualquiera, en el momento justo en que nuestros mecanismos de acción se vayan a poner en marcha, “paramos” durante una fracción de segundo y tomamos conciencia, conectando esa conciencia con su fuente en la Luz Infinita (y ello puede hacerse mediante la visualización instantánea de este Nombre: יי"ז ‘Iud-Iud-Zain’). Después actuamos (en el mismo sentido que antes de parar, en uno ligeramente modificado o en otro completamente diferente) pero manteniéndonos en la conciencia. Porque este Nombre: יי"ז ‘Iud-Iud-Zain’ tiene una canalización directa desde la Luz a los planos de la forma (el septenario). Profundizando, vemos que 27, su valor guemátrico, es el número de las letras del alfabeto, incluyendo las 5 letras finales, lo que indica una estructura completa. No olvidamos que las letras son las vasijas metafísicas, los cables de conexión tendidos desde el mundo supremo. ‘Iud-Iud’ es el Nombre de Di-s (sustituye al Tetragrámaton). Está formado por la primera letra del Tetragrama y la última del Nombre Ado-nai, expresando su conjunción (el Santo Bendito Sea y la Shejiná): IaHdVnHi. ‘Záin’ es el número 7. El Nombre representa la Luz Divina expresándose en el septenario. Son las 7 voces, tal como está escrito en el Séfer HabBahir (45): ‘¿Qué significa el versículo (Shemot/Éxodo 20:15): “Y todo el pueblo vio las voces”. Éstas eran las voces con respecto a las cuales habló el rey David’ [en el Salmo 29, referidas a las 7 Sefirot de los planos de la forma]. Y concluye: ‘Esto nos enseña que la Torá se dio con 7 voces. En cada una de ellas el Señor del Universo se les reveló, y ellos le vieron. Así está escrito: “Y todo el pueblo vio las voces”.’ Podemos también hablar de 7 rayos, de 7 manifestaciones del Espíritu, etc. Podemos así mediante este Nombre conectarnos con el septenario de manifestación Divina, en particular cuando queramos hablar con la voz del Espíritu, cuando queramos expresar la voz de la verdad, dejar que la Luz hable a través de nosotros y ser sus portavoces. Para conectarnos, además de la meditación usual, podemos hacer la siguiente: Visualizar la ‘Iud’ sobre nuestras cabezas, por encima del Kéter (y que va a representar directamente el Espíritu Divino vertiéndose y actuando sobre nosotros.) Ídem la estrella de la Tierra, también por debajo de nuestros pies, representando la energía espiritual de la Tierra. Ambos unidos por la columna. Imagina que las dos ‘Iudim’ son como los dos polos y que tu columna central es el filamento que al paso de la corriente resplandece y se llena de luz, que fluye arriba y abajo. Irradiar. Compartir la Luz. Terminar con la expresión: “BARUJ  SHEM  KEVOD  MALJUTÓ  LEÖLAM  VAËD - Bendito sea el Nombre de la gloria de Su reinado, eternamente”.



Comentarios

  1. Me gustan leer los nombres de dios,ya que me hacen reflexionar,todos tienen un secreto que te ayudan a estar más atento...a ver la vida con más perspectiva...me hacen sentir...me dan paz...y sobretodo me hacen sentir que estoy acompañado

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

TEHILIM/SALMOS 145 - HEBREO-FONÉTICA Y ESPAÑOL

PITUM KETORET - HEBREO-FONÉTICA-ESPAÑOL

TEHILIM - SALMOS 91 YOSHEV - El que habita - SEGULÁ CONTRA MAZIKIM (ESPÍRITUS DAÑINOS) - MEKATREGUIM Y LILIN