LA LETRA ה HE

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LA LETRA ה HE   Por Kabbalah y Torah en Expansión   El nombre de la letra ה ‘He’ aparece en el versículo de Bereshit/Génesis 47:23 : “ HE-LAJÉN ZÉRA - He aquí semilla para vosotros” . La ‘He’ expresa la revelación propia en el acto de dar de lo de uno a los demás. Dando a los demás en la forma de autoexpresión, es el regalo definitivo del ser. En el secreto de la letra ג ‘Guímel’, el hombre rico da de sí mismo al pobre en forma de ‘Tzedaká’ (“caridad”).   La forma más elevada de ‘Tzedaká’, es cuando el dador se oculta completamente del receptor para no avergonzarlo, como está dicho: “el obsequio encubierto doblega el enojo”.   Aquí, en el secreto de la letra ה ‘He’, el regalo mismo es la relación y expresión del ser, bosquejando al receptor en la esencia del dador. Iosef, el que dice las palabras “ He aquí semilla para vosotros” , corresponde a la Sefirá de Iesod, cuya función es expresarse en forma de dar semillas, como está explicado en Kabbalá. Cuando Iosef le di

32. RECUERDOS - ושר

32. RECUERDOS  -  וש"ר


Cuando cometemos un error grave en nuestras vidas y terminamos pagándolo con creces, juramos no volver a repetirlo. Hemos aprendido nuestra lección, nos decimos a nosotros mismos. Pero a medida que pasa el tiempo desaparece gradualmente el dolor provocado por el error y olvidamos el alto precio que pagamos.

La oportunidad de cometer el mismo error inevitablemente vuelve a nosotros, esta vez en una forma ligeramente diferente, ya sea a través de una circunstancia diferente o con alguien distinto. Pero el problema que subyace es exactamente el mismo. Debemos confrontar este error una y otra vez hasta que logremos hacer parte de nosotros la lección y eliminemos el rasgo negativo que inicialmente nos hizo caer. Cada vez que cometemos el mismo error, nuestro dolor y nuestro ego se incrementan.

MEDITACIÓN:

El poder de la memoria surge en nuestra conciencia. Las enseñanzas de la vida se graban profundamente en nuestro ser, incluyendo las lecciones y sabiduría contenidas en las páginas mismas de este libro.

Este Nombre también borra los recuerdos negativos y activa mayor capacidad de retención de nuestra memoria.

“Entonces invoqué el Nombre del Señor, diciendo: Oh Señor, libra ahora mi alma”.

(Tehil´lim/Salmos 116:4)


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