SHEM 13 - EL CIELO EN LA TIERRA - YUD ZAIN LAMED

SHEM 13 - EL CIELO EN LA TIERRA  -  יזל

Vocalización: IeZaL (Moshé Kordovero); Io/Za/La (A. Abbuláäfia).

Valor numérico: 47 

Ángel portador del Nombre: Iezal´el. Valor numérico: 78

“Se llenan de savia los árboles del Señor, los cedros del Líbano que Él plantó”. (Tehil´lím/Salmos 104:16)

“Aclamad con júbilo al Señor toda la Tierra; vociferad y salmodiad y cantad con gozo”. (Tehil´lím/Salmos 98:4)

Significado: Este Nombre canaliza las energías de Tiféret de Jojmá: la Belleza (equilibrio, armonía) de la Sabiduría. O también el self de la sabiduría. O la sabiduría como self, es decir, la identidad trascendente, la raíz divina del alma, su potencia activa, la Jaiá, la Vida. Es la existencia que tenemos, como esencia arquetípica, en la Mente Divina. Como en la revelación de Irmiáhu/Jeremías (1:5): “Antes de que te formara en el vientre Yo te conocía, y antes de que nacieses te consagré, profeta de las naciones te constituí.” (Naciones son todas las potencias e inteligencias atómicas de nuestro ser psicofísico).

Se dice que este Nombre Iúd-Záin-Lámed y su ángel Iezal´el encarnan la luz del Mesías, que en Cábala no representa una persona sino un estado de conciencia, que se alcanza precisamente cuando, en un contacto directo con lo Divino, conocemos y somos conocidos (la visión de Di-s cara a cara, experiencia espiritual de Jojmá) y la luz de la Sabiduría brilla a través del alma desde su raíz transpersonal. Por eso dice el Zóhar que en la época del Rey Mesías nadie tendrá que pedirle a su vecino que le enseñe sabiduría. La profunda experiencia de transformación personal es vivida como liberación (libertad de la forma) y su efecto es experimentar el cielo en la tierra. 

Estos significados quedan reforzados por las guematriót: Iúd-Záin-Lámed = 47 = EHIE´H + IHV´H. Iezal´el = 78 = el valor del Nombre de doce letras consistente en tres Tetragrámaton (78 = 26 × 3), IHV´H  IHV´H  IHV´H, y que expresa la berajá constante (el cielo en la tierra), la bendición de las tres columnas, la bendición sacerdotal. 78 es Léjem, el pan, con todo su simbolismo. 78 es también el Nombre del destino (mazzál en hebreo; Mazzalá = 78, en arameo.

Iúd-Záin-Lámed no es sólo un Nombre de revelación y bendición sólo para uno, sino que porta un mensaje de unión, solidaridad, fraternidad (otro aspecto del cielo en la tierra). La luz de esta Nombre trae consigo el Shalóm, la paz, y la plenitud, a todos los niveles. En la sabiduría todos somos uno. No hay dicotomías, ni fragmentación. Tal como viene expresado en Tehil´lím/Salmos 133: “1. ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía! 2. Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, y baja hasta el borde de sus vestiduras; 3. Como el rocío de Hermón (EHIÉ´H + IHV´H), que desciende sobre los montes de Sión; porque allí envía IHV´H bendición, y vida eterna.”

La expresión Ki Tóv, que es (era) bueno(a), suma también 47. Es la expresión que aparece en relación con la Creación: Y vio Elo-hím la luz “KI  TÓV - que era buena”. La palabra Jasdó, su misericordia, suma 78. Tenemos ambas (como otro versículo para conectar con este Nombre y su ángel y canalizar su energía.

En Tehil´lím/Salmos 118:1 (y en otros):

“HODÚ  LAADO-NÁI  KI-TÓV  KI  LEÖLÁM  JASDÓ - Alabad al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia”. Hodú suma 21, lo mismo que EHIÉ´H. Luego está el Tetragrama, de valor 26. A continuación Ki-Tóv, 47, la suma de los dos, y que es el Nombre Iúd-Záin-Lámed. Por último Jasdó, su misericordia, que es la guematria de Iezal´el.