KERI – ESPORÁDICO VR. YAKAR – VALIOSO
La guematria de “Omer” עמר es 310, al igual que la palabra keri קרי que significa fortuito o esporádico. Así mismo, en hebreo, una
ocurrencia sin referentes se denomina mikré – un hecho aislado, un
acontecimiento que por sí mismo no tiene mucho valor – y esta palabra comparte
la misma raíz que la palabra keri.
Si reorganizamos las letras de la palabra keri קרי (kuf, resh, yud) y
las ordenamos de otra manera (yud, kuf, resh) podemos formar la palabra yakar יקר, que significa
valioso. Algo valioso es algo que tiene continuidad en el tiempo - justamente
lo contrario de esporádico.
Los hechos aislados, las relaciones humanas esporádicas, por
definición carecen de valor, no tienen afinidad con nada. Sin embargo, cuando
un suceso se encadena a otro, y ese otro suceso está relacionado con nuestro
pasado, y ese pasado tiene relación con lo que acaba de ocurrir hace un
instante, ¡wow!, ahí es cuando realmente sentimos que hay una mano guiando
nuestra vida.
¿Cómo pasamos de lo esporádico a lo
valioso? En el “Omer” se esconde el secreto del sentido, el mensaje de la Torá
de cómo darle valor y sentido a las cosas. En el Omer se encuentra el potencial
de transformar lo intrascendente en trascendental.
A pesar de que “las partes” por separado no tienen tanto
valor, cuando juntamos las partes de un todo, el todo se transforma en algo
valioso. Por ejemplo, una migaja de pan no tiene valor alguno, pero un pan está
compuesto de muchas migajas y se transforma en un gran alimento. Un centavo no
sirve para nada, pero si juntas un centavo más otro centavo y así
sucesivamente, puedes llegar a tener una fortuna.
Y esa es la esencia de la cuenta del Omer. Cuando unimos los
días de nuestra vida estos adquieren un valor agregado, las espigas que por sí
mismas no valen nada, cuando se juntan se transforman en algo valioso. La
acción de contar el Omer es precisamente eso, tomar los fragmentos, las
unidades que por sí mismas no tienen tanto valor y situarlas dentro de un
contexto más amplio, dentro de una cuenta, para que de esta manera se
transformen en algo valioso.
A medida que contamos los días del Omer, los juntamos, y de
esta manera les damos un valor extra, ya no son sólo días, ahora son parte de
una “temporada”. A medida que contamos el Omer transformamos el keri de nuestra
vida, “las cosas esporádicas” en yakar, en “algo valioso”.
Y es por eso que la “Temporada” del Omer es la época
propicia del año en donde podemos avanzar y crecer. La única manera de crecer
es sumar, uno, dos, tres, cuatro, etc. No puedes avanzar si los días de tu vida
están desconectados, imagínate, uno, uno, uno, uno, etc., ¡simplemente nunca
podrás avanzar y crecer!
Esto me hizo llorar por qué me hizo entender lo que amar y por qué el tiempo lo dice todo
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