LA LETRA ה HE

Imagen
LA LETRA ה HE   Por Kabbalah y Torah en Expansión   El nombre de la letra ה ‘He’ aparece en el versículo de Bereshit/Génesis 47:23 : “ HE-LAJÉN ZÉRA - He aquí semilla para vosotros” . La ‘He’ expresa la revelación propia en el acto de dar de lo de uno a los demás. Dando a los demás en la forma de autoexpresión, es el regalo definitivo del ser. En el secreto de la letra ג ‘Guímel’, el hombre rico da de sí mismo al pobre en forma de ‘Tzedaká’ (“caridad”).   La forma más elevada de ‘Tzedaká’, es cuando el dador se oculta completamente del receptor para no avergonzarlo, como está dicho: “el obsequio encubierto doblega el enojo”.   Aquí, en el secreto de la letra ה ‘He’, el regalo mismo es la relación y expresión del ser, bosquejando al receptor en la esencia del dador. Iosef, el que dice las palabras “ He aquí semilla para vosotros” , corresponde a la Sefirá de Iesod, cuya función es expresarse en forma de dar semillas, como está explicado en Kabbalá. Cuando Iosef le di

ESPORÁDICO VERSUS VALIOSO



KERI – ESPORÁDICO VR. YAKAR – VALIOSO

La guematria de “Omer” עמר es 310, al igual que la palabra keri  קרי que significa fortuito o esporádico. Así mismo, en hebreo, una ocurrencia sin referentes se denomina mikré – un hecho aislado, un acontecimiento que por sí mismo no tiene mucho valor – y esta palabra comparte la misma raíz que la palabra keri.

Si reorganizamos las letras de la palabra keri קרי (kuf, resh, yud) y las ordenamos de otra manera (yud, kuf, resh) podemos formar la palabra yakar יקר, que significa valioso. Algo valioso es algo que tiene continuidad en el tiempo - justamente lo contrario de esporádico.

Los hechos aislados, las relaciones humanas esporádicas, por definición carecen de valor, no tienen afinidad con nada. Sin embargo, cuando un suceso se encadena a otro, y ese otro suceso está relacionado con nuestro pasado, y ese pasado tiene relación con lo que acaba de ocurrir hace un instante, ¡wow!, ahí es cuando realmente sentimos que hay una mano guiando nuestra vida.

¿Cómo pasamos de lo esporádico a lo valioso? En el “Omer” se esconde el secreto del sentido, el mensaje de la Torá de cómo darle valor y sentido a las cosas. En el Omer se encuentra el potencial de transformar lo intrascendente en trascendental.

A pesar de que “las partes” por separado no tienen tanto valor, cuando juntamos las partes de un todo, el todo se transforma en algo valioso. Por ejemplo, una migaja de pan no tiene valor alguno, pero un pan está compuesto de muchas migajas y se transforma en un gran alimento. Un centavo no sirve para nada, pero si juntas un centavo más otro centavo y así sucesivamente, puedes llegar a tener una fortuna.

Y esa es la esencia de la cuenta del Omer. Cuando unimos los días de nuestra vida estos adquieren un valor agregado, las espigas que por sí mismas no valen nada, cuando se juntan se transforman en algo valioso. La acción de contar el Omer es precisamente eso, tomar los fragmentos, las unidades que por sí mismas no tienen tanto valor y situarlas dentro de un contexto más amplio, dentro de una cuenta, para que de esta manera se transformen en algo valioso.

A medida que contamos los días del Omer, los juntamos, y de esta manera les damos un valor extra, ya no son sólo días, ahora son parte de una “temporada”. A medida que contamos el Omer transformamos el keri de nuestra vida, “las cosas esporádicas” en yakar, en “algo valioso”.

Y es por eso que la “Temporada” del Omer es la época propicia del año en donde podemos avanzar y crecer. La única manera de crecer es sumar, uno, dos, tres, cuatro, etc. No puedes avanzar si los días de tu vida están desconectados, imagínate, uno, uno, uno, uno, etc., ¡simplemente nunca podrás avanzar y crecer!

Comentarios

  1. Esto me hizo llorar por qué me hizo entender lo que amar y por qué el tiempo lo dice todo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

TEHILIM/SALMOS 145 - HEBREO-FONÉTICA Y ESPAÑOL

PITUM KETORET - HEBREO-FONÉTICA-ESPAÑOL

TEHILIM - SALMOS 91 YOSHEV - El que habita - SEGULÁ CONTRA MAZIKIM (ESPÍRITUS DAÑINOS) - MEKATREGUIM Y LILIN