24. CELOS - חהו
Cuando los problemas del mundo nos
pesan demasiado (pobreza, hambruna, enfermedad, terrorismo, odio) podemos hacer
algo al respecto. Podemos atender la causa de fondo: nuestros propios celos.
La región elevada del Mundo Superior
se conmueve cuando nuestro propio mundo se conmueve. Los conceptos de “arriba y
abajo” se refieren tanto a los aspectos físicos como a los espirituales de los
seres humanos (el cuerpo y el alma) y las conmociones superiores e inferiores
del cosmos y la Tierra. Todo está unido en una sola y bulliciosa danza de la
Creación.
El caos y el conflicto que afligen a
nuestra generación se originan en las fuerzas negativas que se arremolinan en
los mundos superiores. Pero estas fuerzas oscuras tienen origen en las acciones
individuales y colectivas de los seres humanos. Son el eco de nuestras propias
acciones destructivas.
Aunque nos resulte difícil
aceptarlo, nuestras palabras hirientes, nuestras miradas celosas y pensamientos
envidiosos acerca de otros tienen un efecto negativo sobre el reino espiritual,
lo que genera sufrimiento personal y global. Para erradicar la oscuridad y el
caos de la existencia humana, debemos extinguir las fuerzas paralelas en los
mundos superiores por medio del poder de este Nombre.
MEDITACIÓN:
Ascendemos al Mundo Superior para
disminuir las fuerzas de la oscuridad provocadas por nuestras miradas celosas y
pensamientos envidiosos. A cambio disminuimos el dolor y el sufrimiento del
mundo.
“Venid, adoremos y postrémonos;
arrodillémonos delante del Señor nuestro Hacedor”.
(Tehil´lím/Salmos 95:6)
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