12. AMOR INCONDICIONAL - ההע
“Ama a tu prójimo como a ti mismo,
todo lo demás es comentario”.
Amar a nuestros vecinos o a nuestros
enemigos no tiene nada que ver con la moral o la ética. El amor es un arma
formidable para promover nuestra causa en la vida, la cual es simplemente
obtener alegría y satisfacción verdadera. En otras palabras, nos beneficiamos.
El amor es un arma de Luz, tiene el
poder de erradicar todas las formas de oscuridad. Esta es la clave. Cuando
ofrecemos amor, incluso a nuestros enemigos, destruimos su oscuridad y su odio,
los cuales son la razón por la que se convirtieron en nuestros enemigos. Lo que
es más, arrojamos fuera de nosotros la oscuridad que tenemos dentro. Lo que
quedan son dos almas que ahora reconocen la chispa de divinidad que ambas
comparten.
Este Nombre también despierta el
amor en nuestro cónyuge, amigos, familia, y por nosotros mismos. Después de
todo, sólo podemos compartir lo que poseemos. Por lo tanto, no podemos amar a
nuestro vecino o a nuestro cónyuge si no poseemos amor a nosotros mismos.
Usemos este Nombre para disolver cualquier animosidad y amargura que pudiera
surgir después de una discusión con seres amados.
MEDITACIÓN:
¡Igual atrae a igual! Emulando el
amor incondicional del Creador por toda la humanidad, traemos amor a nuestra
propia vida. Creamos armonía entre nuestro ser y los demás, y entre la
humanidad y el mundo natural.
“Vuélvete, oh Señor, libra mi alma;
sálvame por tu benevolencia”.
(Tehil´lím/Salmos 6:5)
Gracias por su inmensa labor de arrojar luz a la humanidad
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