SHEM 43 - DESAFIANDO LA GRAVEDAD - VAV VAV LAMED

SHEM 43 - DESAFIANDO LA GRAVEDAD - וו"ל

 

Vocalización: VeVaL (Moshé Kordovero); Va/Va/La (A. Abbuláäfia, vocal natural de cada letra).

 

Valor numérico: 42

 

Ángel portador del Nombre: Veuliá´h. Valor numérico: 57

 

“HaShem guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre”. (Tehil´lim/Salmos 121:8)

 

1ª ‘Vav’, unión entre salida (a los mundos superiores) y entrada (a mi self personal). 1ª ‘Vav’, hexagrama centrado en Dáät (de Kéter a Tiféret).

 

2ª ‘Vav’, hexagrama Tiferético (de Dáät a Iesod).

 

Lámed en Ölam, que significa eternidad en el sentido de totalidad espacio-temporal. En general, Mundo: Maljut.

 

‘Lámed’ ל es jeroglíficamente ו ‘Vav’ (conjunción) y כ ‘Kaf’ (Vasija). HaShem es nuestro protector y guardián en todo el árbol de la Vida.

“Mas yo a Ti he clamado, oh HaShem; y de mañana mi oración sale a tu encuentro”. (Tehil´lim 88:14)

 

1ª ‘Vav’: “Y yo” - esfera del ego.

2ª ‘Vav’: “clamo” - salgo de la esfera del ego.

‘Lámed’: Además de equilibrio (Libra), esta letra expresa en sentido ascendente la aspiración del corazón (Tiféret) de unirse con la Fuente (los tres Supremos) y en sentido descendente la conexión y canalización resultante. Salgo de la esfera del ego conectándome a HaVaIáH mediante mi clamor (apertura del corazón) y al instante (bóker = mañana, karov =cercano, barak = rayo) mi oración está en la Presencia, y es instantáneamente respondida.

 

Jésed de Tiféret (Júpiter y Sol). La letra ‘Vav’ (v. n. = 6) representa jeroglíficamente el conjunto de las 6 dimensiones de la existencia (sur, norte, este, arriba, abajo y oeste). Como hemos visto, las dos ‘Vavim’ del triplete וו"ל ‘Vav-Vav-Lámed’ abarcan tanto las dimensiones internas como externas.

 

La letra ‘Lámed’ significa equilibrio basado en la justicia (letra de Libra, la Balanza). Di-s domina sobre todas las dimensiones con equidad. Además, el valor numérico de וו"ל ‘Vav-Vav-Lámed’ es 42, número que místicamente representa la unión del espíritu y la materia, y cómo mediante el espíritu se transcienden las condiciones aparentemente fijas de la materia. De ahí que la escuela de Berg dé para este Nombre el significado de desafiar la gravedad, poder de la mente sobre la materia, del alma sobre el ego, de lo espiritual sobre lo físico, todo ello con el poder de la imaginación del pensamiento guiado por la luz. Es la luz del Nombre de Di-s de 42 letras, codificado en la oración conocida como el Anná Bejóaj, según sus dos primeras palabras, y atribuida a Rabbí Nejuniá ben HakKaná, sabio y místico del siglo 1. Esta oración consta de 42 palabras y el Nombre se forma con sus iniciales.

 

Ángel Vehuliá´h. Valor numérico = 57 = ‘Zan’ (sustento, alimento) = Magguid (maestro interno, portavoz) = Mizbéaj (altar). Abundancia, prosperidad (Jésed de Tiféret), no necesariamente referido a lo material sino más bien a la condición interna de plenitud que resulta de verse libre del sentimiento de ausencia o carencia al saberse conectado a la fuente de todo sustento. Veuliá´h ayuda a liberarse de los aspectos inferiores de la personalidad (Escorpio) que encarnan el deseo de recibir egoísta (y que son ofrendados y transmutados en el Mizbeaj, el altar) para pasar de la necesidad y el sufrimiento a la abundancia y la felicidad. Paz, alegría, riqueza anímica. Generosidad, compasión, deseo de dar, Tzedaká, apertura del corazón, grandeza de alma (sendero Tiféret-Jésed). También guía interior, contacto con los ‘Magguidim’ (maestros de los planos internos). Primer quinario de Escorpio (signo regido por Marte y Plutón): Además de dar la capacidad de transmutación aludida antes, la Luz del Nombre וו"ל ‘Vav-Vav-Lámed’ y de su ángel (espejo o lente de focalización) Veuliá´h nos libera de lo que nos oprime desde el subconsciente (traumas, complejos, etc.), nos sostiene en los momentos difíciles en los que parece que todo se tambalea, orienta nuestro esfuerzo y nuestras luchas, nos ayuda a tomar decisiones difíciles y determinantes en nuestras vidas, propugnando cambios radicales cuando es preciso y ayudándonos a destruir para construir después. Nos protege de todo mal.

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