38. SISTEMA DE CIRCUITOS
- חעם
El constante deseo de recibir sólo para sí mismo crea una
fosa sin fondo, un agujero negro que finalmente nos deja en la oscuridad. El
lado oscuro de nuestra naturaleza nos dice que cuando compartimos le estamos
haciendo un favor a otros. Nuestro ego nos hace inconscientes del hecho de que
recibimos cuando damos algo a otros.
Podemos apoderarnos egoísta y ambiciosamente de todo lo que
la vida ofrece, o podemos apreciar lo que recibimos y, de ello, compartir una
porción con otros. Recibir para compartir crea un circuito, un flujo constante
de buena fortuna en nuestras vidas.
El secreto detrás de compartir se encuentra en el valor
numérico de este Nombre de Di-s en particular: 118, exactamente el mismo valor
numérico de la palabra hebrea que significa: "tomará".
Cuando compartimos, en realidad estamos tomando y recibiendo
bendiciones a cambio. Pero si compartimos con una conciencia de que estamos
"renunciando a algo" o "haciéndole un favor a alguien", se
rompe el circuito. Igual que la Luz atrapada en un agujero negro, las
bendiciones que nos corresponderían son incapaces de alcanzarnos.
Meditación
Este Nombre nos ayuda a recibir cuando compartimos y a
compartir cuando recibimos. Vemos la oportunidad que da el compartir y estamos
conscientes de que cuando recibimos con la actitud correcta, también estamos
compartiendo. Este es el sistema de circuitos de la vida. Conectémonos a él,
salgamos del agujero negro y entremos a la Luz.
“Porque has puesto a HaShem, que es mi esperanza, al
Altísimo por tu habitación”.
(Tehilim/Salmos 91:9)
Comentarios
Publicar un comentario