27. SOCIO SILENCIOSO - יר"ת
Todo aquel que venga a este mundo
debe elegir un “socio silencioso”: la Fuerza Oscura o la Luz del Creador.
Hagamos nuestra elección.
Existen dos tipos de riqueza: la
espiritual y la física. La manera en que se dividen estos activos espirituales
y físicos depende del socio silencioso que elijamos, después de todo, todo
socio quiere una parte de la acción.
Si escogemos la Fuerza Oscura como
nuestro socio silencioso, nos permitirá mantener el 100% de la riqueza
material, pero exige el 90% de nuestra Luz espiritual, de la cual nos devolverá
el 10%, bajo la forma de alguna gratificación momentánea. Entonces, la Fuerza
Oscura utiliza el 90% de la Luz restante para fortalecerse a sí misma y hacer
estragos en el mundo y en nuestras vidas particulares.
Si elegimos la Luz como nuestro
socio silencioso, conservamos el 100% de la Luz y el 90% de la riqueza física.
Lo único que debemos hacer el pagar un diezmo, un 10% a la Luz en forma de Tzedaká/Caridad.
El concepto de diezmar, donar el 10% de nuestros ingresos, también tiene como
finalidad eliminar la influencia de la Fuerza Oscura sobre nuestras vidas.
Si la fuerza negativa pertenece
adherida a nuestro sustento financiero, finalmente su influencia hará que
nuestra buena fortuna desaparezca. El donar el diezmo no disminuye nuestro
bienestar. Por el contrario, trae mayor prosperidad y alegría a todas las áreas
de nuestra vida. El efecto del socio silencioso implica que siempre tenemos a
uno o al otro con nosotros. La elección es nuestra.
MEDITACIÓN:
Dar el diezmo y meditar sobre esta
secuencia de letras, elimina la presencia de la Fuerza Oscura de nuestros
ingresos y su influencia destructiva de nuestra vida. Ahora la Luz es nuestro
socio silencioso, trayéndonos un sinfín de bendiciones y de protección. ¡Es una
sociedad hecha en el cielo!
“Líbrame, oh Señor, del hombre malo; de varón
de violencia me guarde”
(Tehil´lim/Salmos 140:2)
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