25. DECIR LO QUE SE PIENSA - נתה
Cuando necesitamos decir la verdad
pero lo encontramos difícil, utilicemos este Nombre tan pronto como nuestro
corazón comience a latir rápidamente. De la misma manera, cuando necesitemos
abrirnos a duras verdades acerca de nosotros mismos, usemos este Nombre en el
mismo instante en que nos pongamos a la defensiva.
Es difícil ser amorosamente honesto
con otros. Cuando surge una oportunidad para confrontar a alguien con la
verdad, nos encerramos; nuestros corazones se aceleran y la adrenalina se
libera ante la mera posibilidad de decir lo que pensamos.
El miedo a decir o escuchar la
verdad es el obstáculo más grande al que nos enfrentamos en nuestro deseo de
experimentar relaciones que sean genuinamente satisfactorias, honestas y
amorosas. Cuando nos guardamos algo, ese “algo” nos separa de la otra persona.
Si no estamos abiertos a escuchar las palabras de otros sin reaccionar o
tomarlas personalmente, nos distanciamos de esos individuos.
Siempre es más fácil decirle a la
gente lo que desea escuchar. Con frecuencia, es más cómodo estar de acuerdo con
alguien, incluso si en nuestros corazones no estamos de acuerdo. Y ya que puede
ser igualmente atemorizante confrontar realidades dolorosas acerca de nosotros
mismos, nuestros amigos y nuestra familia pueden sentirse obligados a decirnos
sólo lo que nosotros queremos oír.
MEDITACIÓN:
Cuando necesitamos decir la verdad,
este Nombre nos da el valor necesario para abrir tanto nuestro corazón como
nuestra boca. Cuando necesitamos oír la verdad, este Nombre nos da fuerza para
abrir nuestros oídos y cerrar nuestra boca.
“Busqué al Señor, y Él me oyó, y me
libró de todos mis temores”.
(Tehil´lím/Salmos 34:5)
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