23. COMPARTIR LA LLAMA - מלה
Una sola vela aminora la oscuridad
de un gran auditorio; pero ninguna cantidad de oscuridad puede extinguir su
llama vacilante. Incluso, si la oscuridad se expandiera, esto no tendría efecto
alguno sobre el brillo radiante de la vela. La oscuridad y la maldad no tienen
poder alguno en presencia de la Luz. La relación entra la Luz y la oscuridad en
el mundo cotidiano revela un profundo secreto de espiritualidad. La oscuridad
sólo puede existir en ausencia de la Luz.
Compartir con otra alma la sabiduría
de estos 72 Nombres es como encender una vela en la oscuridad de nuestro mundo,
porque el conocimiento y las letras mismas son el contenido y la sustancia de
la Luz espiritual. Entre más compartimos estas herramientas, más disminuiremos
nuestra propia naturaleza egoísta y la oscuridad del mundo.
El Árbol de la Vida es una
referencia codificada al Mundo Superior, donde reside el 99% de la realidad.
Esta infinita dimensión oculta es la verdadera fuente de toda alegría,
sabiduría e iluminación.
MEDITACIÓN:
Concentrémonos en compartir la Luz
con nuestros amigos, nuestra familia y con toda la gran familia que es la Humanidad.
Llevemos este Nombre con nosotros al mundo real y compartamos estas
herramientas con otros. Pidamos la fuerza para poder hacer lo que decimos.
En nuestra mente, visualicemos las
aperturas y las oportunidades en el mundo para lograr la diseminación global de
esta antigua sabiduría. Sepamos que este Nombre está despertando las fuerzas de
la inmortalidad e incrementando el gozo en el mundo. No esperemos ni exijamos
nada menos.
“Este es el día que hizo el Señor;
Nos gozaremos y alegraremos en Él”.
(Tehil´lím/Salmos 118:24)
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