lunes, 31 de diciembre de 2018

VAERA: MENTE SOBRE LA MATERIA


VAERÁ: MENTE SOBRE LA MATERIA

En la Parashá de Vaerá, tenemos el principio de la manifestación de este increíble poder de la Luz que nos da el control sobre la realidad física “MENTE SOBRE LA MATERIA”. El caos que el ser humano experimenta se manifiesta solamente en el Reino físico del 1%. El 99% del Reino Metafísico no es afectado por la negatividad ni el caos. El problema siempre ha sido de cómo hacer un puente para que se conecten.

Hay una regla en el mundo físico que nada desaparece. Entonces ¿cómo haces para que desaparezca? No dice que la serpiente de Aarón devoró la serpiente de los Egipcios; dice que el Ëtz (madera) se tragó el otro Ëtz.

Aprendimos anteriormente que la serpiente representa un aspecto del caos, y el caos no puede eliminar el caos. Entonces, la Torá nos está diciendo que lo externo no es nuestro enemigo. Ëtz es nuestra respuesta. Ëtz es algo que tiene una naturaleza de compartir, y solo algo con una conciencia de compartir puede devorar la negatividad.

La Torá, dice Rabbí Shimön, es una metáfora. Esta es una maravillosa lección para inyectar en nuestra conciencia- de cuando tenemos absoluta certeza y al hacerlo conectarse con el Reino del 99%, entonces podemos devorar el caos. El mundo físico puede estar a nuestro alcance, y lo podemos controlar.





PARASHAT VAERA - (Shemót/Éxodo 6:2-9:35) - Certeza absoluta/Crear milagros


PARASHÁT VAERÁ - (Shemót/Éxodo 6:2-9:35) - Certeza absoluta/Crear milagros

“VAIDABBÉR  ELO-HÍM  EL-MOSHÉ  VAIÓMER  ELÁV  ANÍ  ADO-NÁI - Y Di-s continuó hablando a Moises, y le dijo: Yo Soy el Señor”. (Shemót/Éxodo 6:2)

En la Torá, a veces se hace referencia a Di-s como Elo-hím, que simboliza “Dín/juicio”, y también como IHV´H (el Tetragrámaton, un Nombre que no pronunciamos), que simboliza “Rajamím/misericordia”. En ocasiones, ambos Nombres aparecen en la misma frase. Como escribió Shelomó HamMélej/el rey Salomón: “LAKKÓL  ZEMÁN  VE´ËT  LEJOL-JÉFETZ  TÁJAT  HASHSHAMÁIN - Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo” (Kohélet/Eclesiastés 3:1). En otras palabras, o estamos en un tiempo de juicio, como el conteo del Ömer, o en un tiempo de misericordia, como Sukkót. ¿Pero cómo pueden el juicio y la misericordia ocurrir en el mismo tiempo, tal como puede estar indicado por la yuxtaposición de ambos Nombres en una misma frase?

Estamos condicionados a pensar en el juicio como negativo y en la misericordia como positiva. Pero cuando nos referimos al Creador, no existe tal cosa como un aspecto negativo. Más bien, sólo existe la sabiduría suprema y la comprensión de cómo tratar a cada persona exactamente de acuerdo a lo que esa persona necesita realmente. Para cambiar y transformarse, algunas personas necesitan juicio, mientras que otras necesitan misericordia. Y extrañamente, hay incluso algunas personas para quienes el Creador necesita permanecer totalmente oculto.

El Zóhar dice:

Una explicación del pasaje: “Confía en Di-s para siempre”, es que una persona tiene que fortalecerse en Di-s a lo largo de su vida. Nadie puede dañar a una persona que coloca adecuadamente su confianza y su fuerza en Di-s, puesto que una persona que coloca su fortaleza en el Nombre Sagrado perdura para siempre.

Otra explicación de: “Y Elo-hím habló”: este es el decreto de Dín/Juicio, pues el Nombre Elo-hím es juicio, es decir, Maljút. “Y le dijo: Yo soy el Señor”. Hay un grado distinto, es decir, Zéër Anpín (ZA), que es Rajamím/Misericordia, y ahí todo está conectado y unido, el Juicio y la Misericordia unidos, que es el gran Todo. Este es el significado de: “Y le dijo a él: 'Yo soy el Señor'”, que es el atributo de la misericordia. Rabbí Shimön dijo: si estuviera escrito: “Y Elo-hím dijo a Moshé: 'Yo soy el Señor'”, diría que para él, el juicio y la misericordia estaban unidos. Pero no está escrito así. En su lugar primero está escrito: “Y Elo-hím habló a Moshe”, y luego: “Y le dijo: 'Yo soy Di-s”, lo cual significa que están en un grado posterior a otro grado en lugar del Juicio y la Misericordia unidos.

(Zóhar, Vaerá 1:7, 11)

La mayoría de personas están en algún lugar intermedio. A veces, necesitamos misericordia, mientras que otras veces, necesitamos juicio. En realidad, la elección es nuestra, y dicha elección depende de nuestras acciones y nuestra conciencia. Si en el nivel de nuestra alma necesitamos y queremos que se ejerza presión sobre nosotros porque no estamos haciendo lo que se supone que deberíamos estar haciendo, entonces elegiremos el juicio. Pero si después de luchar y sufrir necesitamos el amor y la amabilidad Divinos, podemos elegir recibir misericordia del Creador.

Así pues, cuando entendemos realmente lo que sucede en nuestras vidas, no decimos: “¿Cómo pudo hacerme esto el Creador?”, porque en el sentido más real, nos hacemos “esto” a nosotros mismos; refiriéndose “esto” a las elecciones que hacemos. El Báäl Shém Tóv (Rabbí Israel ben Eliëzer, 1698-1760 e.c) dijo que el Creador siempre está enojado con nosotros por la negatividad que hay en nosotros, pero al mismo tiempo el Creador nos ama por todo lo bueno que hacemos. Ambos elementos -la capacidad para la negatividad y la capacidad para lo bueno- están presentes en cada uno de nosotros; es nuestra conciencia la que atrae del Creador la fuerza del juicio o la fuerza de la misericordia. Lo que recibimos del Creador depende de nuestras elecciones y las acciones que llevamos a cabo. Nosotros determinamos la conexión, así que necesitamos preguntarnos a nosotros mismos, puesto que tenemos libre albedrío, por qué continuamos haciendo las elecciones que hacemos.

Cuando leemos el Zóhar cada día, aunque sólo sea durante unos minutos, estamos usando las herramientas que Rabbí Shimön bar Iojái nos dio para hacer una conexión positiva. La Luz que se revela en tan sólo cinco minutos de Zóhar nos conectará con el aspecto misericordioso del Creador. Al mismo tiempo, debemos recordar que el Báäl Shém Tóv dijo: “Si una persona que reza abandona la sinagoga siendo la misma persona que entró, es como si esa persona no hubiera rezado en absoluto”. Lo mismo sucede con el estudio del Zóhar. Necesitamos abrirnos a la Luz para que pueda ayudarnos en nuestra transformación, tal como está escrito:

“PITJI-LÍ - Ábreme” (Shír HaShirím/Cantar de los cantares 5:2) significa ábreme una abertura tan pequeña como el ojo de una aguja, y Yo abriré para ti las Puertas Celestiales”

(Zóhar, Emór 24:129)

“VELÓ  SHAMEÜ  EL-MOSHÉ  MIKKÓTZER  RÚAJ  UMEÄVODÁ  KASHÁ - Pero ellos no escucharon a Moisés a causa de la congoja de espíritu y de la dura servidumbre” (Shemót/Éxodo 6:9).

Debemos preguntarnos por qué el pueblo, que ciertamente conocía a Moshé y conocía todos los milagros que había realizado, no le escuchó. Las Escrituras parecen sugerir que se debe a que estaban demasiado ocupados trabajando.

“Pero ellos no escucharon a Moshé a causa de la congoja de espíritu y de la dura servidumbre” (Shemót/Éxodo 6:9). él pregunta, ¿qué es “congoja de espíritu”? Rabbí Iehudá dijo, “Ellos no descansaron de sus tareas y no recuperaron el aliento suficiente. Rabbí Shimön dijo que “congoja de espíritu” significa que el Jubileo todavía no estaba liberado, que es Biná, para darles descanso y libertad, y el último espíritu, que es Maljút, no había gobernado todavía en el mundo para implantar solo leyes en el mundo. Por lo tanto, había congoja de espíritu. ¿Qué espíritu es éste? Es el último espíritu que mencionamos, que es Maljút, quien estaba demasiado desamparado para salvar a Israel, lo cual es el significado de “congoja de espíritu”.

(Zóhar, Vaerá 6:65)

Esto parece demasiado difícil de entender, pero en realidad lo hacemos todo el tiempo. El “trabajo” es a menudo nuestra excusa para no leer el Zóhar, para no formar parte de una conexión con la Luz del Creador, o para no “escuchar a Moshé” en las muchas formas en las que continúa hablándonos a cada momento. De todas formas, dado que sabemos que el propósito verdadero de nuestro trabajo es fortalecer nuestra conexión con el Creador, ¿por qué no dejamos a un lado nuestro trabajo mundano y prestamos atención?

La respuesta se halla en la siguiente historia: había una vez un rey que estaba muy enfermo. El rey dijo que a la persona que pudiera curarle se le concederían dos horas en la tesorería real para tomar todo el oro, los diamantes y los rubíes que pudiera recopilar en ese periodo de tiempo. Uno de los consejeros del rey curó al rey. Aunque el rey estaba completamente curado, naturalmente no quería compartir su tesoro con nadie, así que ingenió un plan para frustrar el plan al consejero. Sabiendo que este consejero en particular era un apasionado de la música, el rey contrató a cien de los mejores músicos de su reino para que tocaran dentro de la tesorería mientras el consejero estaba recopilando su fortuna.

Cuando el consejero empezó a recopilar su recompensa, se distrajo con aquella hermosa música. Decidió tomarse unos minutos para sentarse y escuchar; después de todo, tenía dos horas. Pero cada vez que el consejero se daba cuenta de que sus bolsas estaban todavía vacías y que sería mejor empezar a llenarlas, la música sonaba más alto o se introducía un nuevo instrumento, y entonces volvía a distraerse.

Finalmente, con toda su fuerza de voluntad, intentó apartarse de aquella música y empezó a recolectar su tesoro. Pero justo cuando su mano se cerró, envolviendo la primera pieza de oro, uno de los soldados del rey lo tomó de su cintura y dijo: “¡tu tiempo ha finalizado!”.

En nuestras vidas, nos distraemos como lo hizo el consejero del rey. Cuando empezamos a enfocarnos en el propósito verdadero de nuestras vidas, Satán -nuestro principal Oponente -distrae nuestra atención. La única forma de derrotar a Satán en este juego es, en primer lugar, no darle espacio para entrar. Se necesita un trabajo y un esfuerzo constantes: no podemos dejar pasar un solo día sin leer o escanear el Zóhar, ni ningún día sin dar y compartir. No puede existir una conexión de “freno y avance” con la Luz del Creador. Nuestro esfuerzo debe ser diligente y consistente.

El Satán es como un huésped que pide quedarse a pasar la noche. Después de que el anfitrión accede, Satán menciona que no tiene trabajo. Así pues, el anfitrión le da un trabajo. En poco tiempo, Satán no sólo es socio en la compañía, sino que también se ha apoderado de la casa. La única forma de detener a Satán es no dejándole entrar, porque al principio Satán es un invitado, pero al final acaba convirtiéndose en el dueño de la casa.

LA LECCIÓN DE VAERÁ

Hay un refrán que dice: “Si no sabes adónde vas, nunca llegarás”, y otro que dice: “Si no sabes adónde vas, no encontrarás ningún camino que te lleve a allí”. Esto puede aplicarse a nuestro trabajo espiritual. Sin dirección, siempre estaremos perdidos. Y con cada paso que demos, el Satán intentará que retrocedamos cuatro pasos hacia atrás. La lección es que debemos enfocarnos en el objetivo de nuestra transformación -la conexión con la Luz del Creador -a cada minuto de cada día.

Las Diez Plagas de Egipto que tuvieron lugar en esta Parashá representan los diez niveles de la negatividad del Satán. Cuando leemos acerca de las plagas y escuchamos las frases en la lengua hebrea original, somos inoculados con un antídoto espiritual que nos ayuda a vencer a esas fuerzas negativas.

Y el secreto de la materia es que todas las diez señales que realizó HaKadósh Barúj Hú/El Santo, Bendito Sea Él, se originaron en la mano fuerte, que es Guevurá, y esta mano fue más poderosa que todos los niveles de su dominio con el fin de confundirlos. Ellos no sabían qué hacer para ser salvados. Cuando los niveles intentaron hacer algo, fue obvio para todos que no podían hacer nada para ser salvados de las plagas a causa de la mano fuerte que descansaba sobre ellos.

(Zóhar, Vaerá 17:145)

Mientras estuvieron en Egipto, el estado de la conciencia del pueblo había descendido a la 49 Puerta de Negatividad; la 50 Puerta es un nivel del cual no hay retorno. El alcance de la esclavitud interna de la gente era tal que sólo el Creador Mismo podía liberarlos. Ni los ángeles ni los emisarios, ni siquiera las emanaciones de la Luz del Creador, necesitaban la totalidad de la Luz del Creador, el equivalente espiritual de una explosión, para liberarles de sus cadenas espirituales.


domingo, 30 de diciembre de 2018

BUEN CARÁCTER


BUEN CARÁCTER

El Código TZaGaS nos da el poder de crear una mentalidad o forma de ser que sea coherente con nuestros principios y valores internos; además de permitirnos lograr el autocontrol.

Es Segul´lá para el apaciguamiento y evitar reacciones negativas como el enojo, la cólera, la ira y la furia.

“El talento es un don, pero el carácter es una elección”

“El carácter es voluntad educada”

“El carácter es hacer lo correcto cuando nadie mira”

“El carácter es el resultado de dos cosas: actitud mental y la forma en que gastamos nuestro tiempo”

“El conocimiento te dará poder, pero el carácter te dará respeto”

“Preocúpate más por tu carácter que por tu reputación, porque tu carácter es lo que realmente eres, mientras que tu reputación es simplemente lo que otros piensan que eres”

“El carácter es como un árbol y la reputación su sombra. La sombra es lo que pensamos que es y el árbol es la cosa real”

“El carácter es, a la larga, el factor decisivo en la vida de los individuos y de las naciones”

“El carácter no es más que el alma de la personalidad”





SHEM 59 - DEL 21 AL 25 DE TEVET

SHÉM 59 - DEL 21 AL 25 DE TEVÉT 




 

TEHILIM/SALMOS 7 - Hebreo-Fonética-Español


TEHIL´LÍM/SALMOS 7 - Hebreo-Fonética-Español

Por Kabbalah y Torah 

SEGUL´LÓT:

Otro salmo cuyo socorro es rápido.

Soluciona con celeridad los problemas espirituales.

Protege cuando alguien es acusado de forma injusta.

Este salmo facilita el descubrimiento de secretos.

Sirve para desenmascarar a los enemigos. Ante las adversidades.

Para situaciones difíciles, para vencer a los enemigos o tramas contra ti.


TEHIL´LÍM 7

Por Kabbalah y Torah 


שִׁגָּיוֹן לְדָוִד אֲשֶׁר־שָׁר לַיהֹוָה עַל־דִּבְרֵי־כוּשׁ בֶּן־יְמִינִי

1. SHIGGAIÓN  LEDAVÍD  ASHER-SHÁR  LAADO-NÁI  ÄL-DIVRE-JÚSH  BEN-IEMINÍ

Sigaión de David, que cantó al Señor sobre las palabras de Cus, hijo de Benjamín.


יְהֹוָה אֱלֹהַי בְּךָ חָסִיתִי הוֹשִׁיעֵנִי מִכָּל־רֹדְפַי וְהַצִּילֵנִי

2. ADO-NÁI  ÉLO-HAI  BEJÁ  JASÍTI  HOSHIËNI  MIKKOL-RODEFÁI  VEHATZTZILÉNI

Señor, Di-s mío, en Ti he confiado; sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame.


פֶּן־יִטְרֹף כְּאַרְיֵה נַפְשִׁי פֹּרֵק וְאֵין מַצִּיל

3. PEN-ITRÓF  KEARIÉ  NAFSHÍ  PORÉK  VE´ÉN  MATZTZÍL

No sea que arrebaten mi alma, como león que despedaza, sin que haya quien libre.


יְהֹוָה אֱלֹהַי אִם־עָשִׂיתִי זֹאת אִם־יֶשׁ־עָוֶל בְּכַפָּי

4. ADO-NÁI  ÉLO-HAI  IM-ÄSÍTI  ZÓT  IM-IESH-ÄVEL  BEJAPPÁI

Señor, Di-s mío, si yo he hecho esto, si hay en mis manos iniquidad.


אִם־גָּמַלְתִּי שׁוֹלְמִי רָע וָאֲחַלְּצָה צוֹרְרִי רֵיקָם

5. IM-GÁMALTI  SHÓLEMI    VAAJAL´LETZÁ  TZORERÍ  REKÁM

Si di mal pago al pacífico conmigo, que escape mi perseguidor sin pago.


יִרַדֹּף אוֹיֵב נַפְשִׁי וְיַשֵּׂג וְיִרְמֹס לָאָרֶץ חַיָּי וּכְבוֹדִי לֶעָפָר יַשְׁכֵּן סֶלָה

6. ÍRADDOF  OIÉV  NAFSHÍ  VEIASSÉG  VEIRMÓS  LAÁRETZ  JAIÁI  UJVODÍ  LEÄFÁR  IASHKÉN  SÉLA

Persiga el enemigo mi alma, y alcáncela; y pise en tierra mi vida, y mi honra ponga en el polvo. Sela.


קוּמָה יְהֹוָה בְּאַפֶּךָ הִנָּשֵׂא בְּעַבְרוֹת צוֹרְרָי וְעוּרָה אֵלַי מִשְׁפָּט צִוִּיתָ

7. KÚMA  ADO-NÁI  BEAPPÉJA  HÍNNASE  BEÄVRÓT  TZORERÁI  VEÜRA  ELÁI  MISHPÁT  TZIVVÍTA

Levántate, oh Señor, con tu furor; álzate a causa de las iras de mis angustiadores, y despierta en favor mío el juicio que mandaste.


וַעֲדַת לְאֻמִּים תְּסוֹבְבֶךָּ וְעָלֶיהָ לַמָּרוֹם שׁוּבָה

8. VAÄDÁT  LÉUMMIM  TESOVEVÉKKA  VEÄLÉHA  LAMMARÓM  SHÚVA

Y te rodeará congregación de pueblos; por causa pues de él vuélvete en alto.


יְהֹוָה יָדִין עַמִּים שָׁפְטֵנִי יְהֹוָה כְּצִדְקִי וּכְתֻמִּי עָלָי

9. ADO-NÁI  IADÍN  ÄMMIM  SHOFTÉNI  ADO-NÁI  KETZIDKÍ  UJTUMMÍ  ÄLÁI

El Señor juzgará los pueblos; júzgame, oh Señor, conforme a mi justicia y conforme a mi integridad.


יִגְמָר־נָא רַע רְשָׁעִים וּתְכוֹנֵן צַדִּיק וּבֹחֵן לִבּוֹת וּכְלָיוֹת אֱלֹהִים צַדִּיק

10. IGMÓR-NÁ    RESHAÏM  UTJONÉN  TZADDÍK  UVOJÉN  LIBBÓT  UJLAIÓT  ELO-HÍM  TZADDÍK

Consuma ahora mal a los malos, y establece al justo; pues el Di-s justo es el que prueba los corazones y los riñones.


מָגִנִּי עַל־אֱלֹהִים מוֹשִׁיעַ יִשְׁרֵי־לֵב

11. MAGUINNÍ  ÄL-ELO-HÍM  MOSHÍÄ  ISHRE-LÉV

Mi escudo es en Di-s, el que salva a los rectos de corazón.


אֱלֹהִים שׁוֹפֵט צַדִּיק וְאֵל זֹעֵם בְּכָל־יוֹם

12. ÉLO-HIM  SHOFÉT  TZADDÍK  VE´É´L  ZOËM  BEJÓL-IÓM

Di-s es el que juzga al justo; y Di-s está airado contra los impíos todos los días.


אִם־לֹא יָשׁוּב חַרְבּוֹ יִלְטוֹשׁ קַשְׁתּוֹ דָרַךְ וַיְכוֹנְנֶהָ

13. IM-LÓ  IÁSHUV  JARBÓ  ILTÓSH  KASHTÓ  DARÁJ  VAIJONENÉHA

Si no se volviere, él afilará su espada; armado tiene ya su arco, y lo ha preparado.


וְלוֹ הֵכִין כְּלֵי־מָוֶת חִצָּיו לְדֹלְקִים יִפְעָל

14. VÉLO  HEJÍN  KELE-MÁVET  JITZTZÁV  LEDOLEKÍM  IFÄL

Asimismo ha aparejado para él armas de muerte; ha labrado sus saetas para los que persiguen.


הִנֵּה יְחַבֶּל־אָוֶן וְהָרָה עָמָל וְיָלַד שָׁקֶר

15. HINNÉ  IEJABBEL-ÁVEN  VEHARÁ  ÄMÁL  VEIÁLAD  SHÁKER

He aquí ha tenido parto de iniquidad; concibió de su propio trabajo, y dio a luz mentira.


בּוֹר כָּרָה וַיַּחְפְּרֵהוּ וַיִּפֹּל בְּשַׁחַת יִפְעָל

16. BÓR  KÁRA  VAIAJPERÉHU  VAIPPÓL  BESHÁJAT  IFÄL

Pozo ha cavado, y lo ha ahondado; y en la fosa que hizo caerá.


יָשׁוּב עֲמָלוֹ בְרֹאשׁוֹ וְעַל קָדְקֳדוֹ חֲמָסוֹ יֵרֵד

17. IASHÚV  ÄMALÓ  BEROSHÓ  VEÄL  KODKODÓ  JAMASÓ  IERÉD

Su trabajo se tornará sobre su cabeza, y su agravio descenderá sobre su mollera.

אוֹדֶה יְהֹוָה כְּצִדְקוֹ וַאֲזַמְּרָה שֵׁם־יְהֹוָה עֶלְיוֹן

18. ODÉ  ADO-NÁI  KETZIDKÓ  VAAZAMMERÁ  SHÉM-ADO-NÁI  ËLÍON

Alabaré yo al Señor conforme a su justicia, y cantaré al Nombre del Señor el Altísimo.