SHEM 70 – RECONOCIENDO LA FINALIDAD BAJO EL DESORDEN - יבמ
Vocalización: Yebam (Moshé Cordovéro); Yo/Be/Me (A. Abulafia)
Valor numérico: 52
Ángel portador del Nombre: Yabamiah. Valor numérico: 67
“Justo es HaShem en todos sus caminos, y misericordioso en
todas sus obras”.
(Tehilim/Salmos 145:17)
Significado: Como Netzaj de Yesod, este Nombre rige los
fenómenos naturales, pero desde su interior: es el poder interno de la
Naturaleza. De hecho, podemos considerarlo como la expresión del alma de la
naturaleza, tal como se manifiesta, por ejemplo, en el sendero Netzaj/Yesod. El
signo zodiacal del sendero es Acuario - el aguador vertiendo agua - aunque
realmente es un símbolo de aire, porque nos encontramos en una zona intermedia.
Por una parte encontramos el cielo con su orden eterno, con sus movimientos
estelares, debajo la Tierra y en medio encontramos a esta figura que representa
el alma del mundo, la Gran Madre, la Naturaleza en general. El agua se vierte
desde dos urnas: una derrama sobre el agua y la otra sobre la tierra, es decir,
tanto sobre la parte consciente como sobre la subconsciente.
Hay que tener en cuenta que la guematria de Yud-Bet-Mem es
52, mismo número que la extensión del Tetragrama en el mundo de Asiá:
Yud-Vav-Dalet Hei-Hei Vav-Vav Hei-Hei. 52 es también el número de Behemáh, que
significa animal, bestia, porque en este sendero fluyen los poderes que se
manifiestan como el alma animal e instinto, y que, como indica la guematria,
también son divinos. Así pues, este Nombre de Di-s, Yud-Bet-Mem, que expresa la
conexión de lo instintivo y lo subconsciente con la naturaleza, rige la
autorregulación orgánica de la vida. Ésta funciona por sí misma y siempre
termina autoequilibrándose. La naturaleza es una unidad, una continuidad regida
por las leyes del espíritu. Está directamente conectada con estas leyes. En la
naturaleza siempre hay una autorregulación interna.
Por otro lado, la guematria del ángel portador del Nombre,
Yabamiah, es 67, que también es el número de Bináh, la tercera sefirá.
Nuevamente, Biná es el alma de la Naturaleza en su aspecto más espiritual, más
exaltado. Además, Biná es la esfera de la Creación, y este poder creativo se
manifiesta también mediante este Nombre de Di-s y su ángel correspondiente. De
ahí que en la tradición el versículo que se le hace corresponder es el primero
del Génesis: Bereshit Bará Elo-him Et Ha´shamaim Ve´et Ha´aretz. En el
principio creó Elo-him los cielos y la tierra. El ángel Yabamiah nos une a la
eterna e inagotable fecundidad divina (y que concede todo lo que se le pide,
tal es su naturaleza dadora).
No deja de ser interesante que el Nombre transcrito a letras
romanas es IBM, como el de la multinacional informática. La verdad es que
resulta apropiado, como designando el nivel de inteligencia activa que subyace
a todo y que es propio de Biná. Este es otro de los dones que confiere la luz
de este Nombre: el reconocer un plan y un diseño detrás del aparente caos y
desorden y, en particular, el reconocimiento del plan divino tal como se
manifiesta en nosotros.
La meditación a realizar, como siempre: Visualizar las
letras Yud-Bet-Mem en el firmamento en fuego blanco emitiendo luz blanca y
llenando todo nuestro campo de visión. Hacer descender su luz, que entra por
nuestro Keter y recorre todo nuestro ser interno, iluminándonos y llenándonos
de su plenitud, vitalidad, energía positiva. Compartimos la Luz. Luego podemos
formular nuestra pregunta o intención.
Muy bueno, gracias.
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