lunes, 22 de agosto de 2016

SHEM 64 - PROYECTÁNDOME BAJO UNA LUZ FAVORABLE - MEM JET YUD



SHEM 64 - PROYECTÁNDOME BAJO UNA LUZ FAVORABLE  -  מחי

Vocalización: Mejí (Moshé Cordovéro); Me/Je/Yo (A. Abulafia).

Valor numérico: 58

Ángel portador del Nombre: Mejiel. Valor numérico: 89

“Oye, oh HaShem, y ten misericordia de mí; HaShem, sé tú mi ayuda”.
(Tehilim/Salmos 30:11)

“He aquí que el ojo de HaShem está sobre los que le temen para los que esperan en su misericordia”. (Tehilim/Salmos 33:18)

Significado: Yesod de Hod. Otorga plenitud vital (Jai significa vida. Mem, gramaticalmente, es la preposición “de” o “desde”. Mem es la matriz, el agua de donde surge la vida). Vida intensa, fecunda, abundante de experiencias. Materialización de ideas. Aúna sensibilidad artística y lógica. Inspiración. Capacidad de plasmar en una forma coherente o integrada – dramática, viva – y de presentar ante los demás el material mental: ideas y toda forma de literatura.  Yesod de Hod tiene también que ver con el personaje que interpretamos ante los demás: Cómo nos presentamos. Nos enseña a mostrarnos de una forma positiva, a manifestar lo mejor de nosotros mismos. La negatividad atrae a la negatividad: focalizarnos en exceso en nuestra parte negativa – la imagen distorsionada que proyecta nuestro ego – atrae hacia nosotros las energías negativas de los demás. ¿Por qué atraer el llamado ‘Ein HaRa (ojo malo) en vez del ‘Ein Y´HVH, como dice el versículo del Salmo? ¿Cómo nos ve Di-s? Esa es la mirada que debemos buscar. El ojo de Di-s sobre nosotros indica que estamos llenos de la luz del Creador y que eso es lo que reflejamos hacia el entorno. De la misma forma debemos mirar hacia los demás. ¿Quiénes son los que le temen: “Yereav”? Por una permutación obtenemos Or Yud-Yud: la Luz de Di-s, es decir, los que están llenos de la Luz de Di-s. Por guematria = 227 = Berajá = bendición.
El Nombre tiene una poderosa carga femenina en las letras: Mem de agua, Jet de Cáncer, Yud de Virgo (regido por Mercurio/Hod). Luna/Mercurio. Proporciona, pues, una fuerte intuición y percepción psíquica. El ángel canaliza una fuerte intuición y percepción psíquica. Es un instructor de la humanidad. Su guematria (Mejiel = 89) indica un estado de pura receptividad y silencio interior (Demamáh = silencio, calma = 89; como la voz silenciosa – kol demamáh – del profeta Eliyahu/Elías en el monte Joreb).
Este es un Nombre de relajación, descanso, sentirse protegido. Mem-Jet-Yud = 58 = Nun-Jet = descansar, de donde deriva Nóaj (Noé), salvado del diluvio de las aguas de la temporalidad, del flujo caótico del tiempo. Di-s le dice a Noé: Entra en el arca, es decir, en la Palabra, porque la palabra Tébah, significa también palabra. Y su valor numérico, 407, es también el de Ot (letra, signo), pero sobre todo de la expresión, Shem Hameyujad, el Nombre Único (el Tetragrámaton), y que curiosamente contiene una permutación de las tres letras de este Nombre Mem-Jet-Yud. Entra en el arca, en la Palabra, en el Nombre Único, tú, tu mujer, tus hijos y sus mujeres, o sea, el ocho arquetípico. Tradicionalmente, y por el significado de sus nombres, los tres hijos de Noé son interpretados como las tres facetas del alma: nefesh, ruaj y neshamá.
Por otra parte, ahondando en el significado de descanso, la expresión Jen = 58, significa Gracia. Cuando estamos en ese estado de gracia, todo fluye. La palabra Jen es tradicionalmente considerada un acróstico (notaricón) de Jojmá Nistará – la sabiduría secreta, otro nombre de la Cabalá. El Nombre transmite, así, una sabiduría interior en el silencio de la mente en calma. En este estado de calma y receptividad se gesta y alumbra un nuevo ser.
Teniendo en cuenta que el Nombre contiene la palabra Moaj = cerebro, el Nombre, o el ángel que lo porta, trabaja en todo lo relativo a una reprogramación cerebral y en todas las formas de terapia, como la PNL (Programación Neurolingüística), que supone un cambio en la propia semántica del individuo.
También 58 es la luz Nógah, (luz, claridad, resplandor, brillo. Y también el nombre del planeta Venus), y el Nombre nos ayuda a liberarnos de las propias alucinaciones mentales. Su ayuda en la meditación es inestimable, tanto para conseguir el estado de serenidad interior como para liberarnos del glamour y la ilusión astral. El ángel conecta los planos astral y mental, consiguiendo que la inspiración interior pueda plasmarse en acciones y logros concretos. Igualmente, protege contra el llamado bajo astral. Sobre todo nos libera de nuestros demonios interiores. Nos protege contra el asalto de las fuerzas instintivas desaforadas y desequilibradas, de nuestras adicciones internas.
58 es también Ozen, oído. Las peticiones (versículo del salmo) son siempre escuchadas. Todo el salmo 30 (salmo de inauguración del Templo) nos habla de las frecuentes aflicciones y frustraciones que preceden al éxito. Podemos aceptarlas como una preparación para el éxito y el júbilo.


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