SHEM 51 - SIN CULPA
- החש
Vocalización: Hajash (Moshé Cordovéro); He/Je/Shi (Abulafia,
vocal natural de cada letra).
Valor numérico: 313
Ángel portador del Nombre: Hajashiah. Valor numérico: 328
“Sea la gloria de HaShem para siempre; alégrese HaShem en
sus obras”.
(Tehilim/Salmos 104:31)
Significado: La tradición afirma que la luz de este Nombre,
así como de su Ángel, eleva el alma a la contemplación de las cosas divinas y
al descubrimiento de los secretos de la sabiduría. Jesed de Netzaj expresa el principio de la
Victoria o Eternidad (autoafirmación) expresada mediante la Luz de Jesed (la
luz de misericordia o del bien del primer día de la Creación). Jesed también
recibe el nombre de Guedolá, Grandeza. El título “grandeza” alude a un estado
de conciencia expandida (Mojin de´Gadlut, en arameo) frente al estado habitual
de conciencia pequeña, limitada (Mojin de´Kadnut). Es la conciencia del primer
día de la Creación, en el que Elo-him vio la Luz que era Tov, que era buena.
Netzaj, por otra parte, corresponde al cuarto día en el que son creadas las
Luminarias, es decir, las fuentes de manifestación concreta de la Luz. Está
escrito: Mishlé/Proverbios 20:27: “Ner Y´HVH nishmat adam. Lámpara de Y´HVH es
el alma del hombre”. O sea, el alma es una luminaria para la Luz de Di-s.
Actualizarlo, hacer que esa Luz Divina que inflama el alma, brille a través de
la oscuridad de nuestras vidas, es el trabajo de este Nombre. La Victoria de la
Luz es la Luz que brilla en la Oscuridad.
Porque la tradición dice que esta Luz del primer día era tan
fuerte, que Di-s la disminuyó a una séptima parte (la distancia de Maljut a Jesed,
siendo Maljut la séptima sefirá desde Jesed) y la reservó para los tzadikim en
el Olam HaBá/Mundo Futuro. Es decir, la Luz es ocultada (o apantallada) en
Maljut para el Tikún y el mérito. El valor numérico del Nombre Hajashiah es
328, igual que Joshej, que significa oscuridad,
como en el segundo versículo de Bereshit/Génesis. La palabra Mundo, Olam (primera parte del pasuk/versículo), tiene la misma raíz que
Alam, que significa ocultación.
El primer secreto o misterio es el de la ocultación de la
Presencia Divina. Es necesario quitar a la palabra oscuridad todas sus
connotaciones éticas malignas. Sin oscuridad no hay creación; sin oscuridad no
hay libre albedrío. La oscuridad es la fuerza negativa (o deseo de recibir)
mientras que la luz es la fuerza positiva (o deseo de dar). La raíz del mal no
está en el deseo de recibir en sí, sino en el deseo egoísta de recibir, es
decir, en el deseo de recibir sólo para mí. Esto implica una (aparente)
desconexión en la conciencia con nuestra raíz divina, lo que lleva a la
creencia en nuestra existencia como seres independientes.
Di-s se oculta para crear y se manifiesta al mismo tiempo en
la creación: La manifestación trascendente de la Divinidad es la llamada Gloria
de Di-s (el Kevod Y´HVH del que habla el Salmo). Su manifestación inmanente es
la Obra de la Creación (Asiáh = 385 = Shejináh/Presencia Divina). Puesto que la
Obra de la Creación es la acción de la Energía (el
principio Yin en acción) es la fuente del gozo para el principio trascendente Yang
de la Conciencia (alégrese Y´HVH en sus obras). La oscuridad es relativa a
nosotros. En la Divinidad no hay opuestos. Dice así el Bahir:
“1. Rabí Nehuniah ben HaKaná dijo:
Un versículo (Iyov/Job 37:21) afirma: “Y ahora no se veía la
luz, hay un resplandor (Bahir) en los cielos... [rodeando a Di-s en terrible
majestad]”.
Sin embargo otro versículo (Tehilim/Salmos 18:12), afirma:
“Hizo de la oscuridad un lugar para ocultarse”. También está escrito (Tehilim/Salmos
97:2): “Nubes y penumbra le rodean”. Esto es una aparente contradicción.
Un tercer versículo llega para reconciliar a los otros dos.
Está escrito (Tehilim/Salmos 139:12): “incluso la oscuridad no es oscura para
Ti. La noche brilla como el día –la luz y la oscuridad son lo mismo.””
Por otra parte, el valor numérico del Nombre Hei-Jet-Shim es
313. Si permitimos una unidad más para el
Kolel (313 + 1) nos da el valor numérico de
Metatrón y Sha-dai (314). Metatrón es el arquetipo del Hombre Celeste, el ser humano elevado a
su rango de Chispa de Luz Divina. Esencialmente es la visión del “Hombre en el
Trono sobre la Carroza” del profeta Ezequiel (Cap. I), descrita como la visión
de la apariencia de la semejanza del Kevod Y´HVH (la Gloria de Di-s).
Por otra parte, Jet-Shin es
la raíz de Oscuridad (Joshej
como hemos visto) y también de Silencio. Recorrer el sendero
Tiferet - Jojmá implica
un desvestimiento o un anonadamiento. Dice el Sefer Yetzirá a propósito de este
sendero: “El Sendero Decimoquinto es la Inteligencia Constituyente, así llamada
porque constituye la sustancia de la creación en puras tinieblas, y los hombres
han hablado de estas contemplaciones; es aquella oscuridad de la que se habla
en las Escrituras, Iyov/Job 38:9.: “y las densas tinieblas por pañales”.
Otra forma de verlo: Kevod Y´HVH = 58 = Nógah (luz,
resplandor, claridad, brillo; también Venus y el palacio briático
correspondiente a Netzaj, una de cuyas traducciones es Eternidad, como LeOlam
en el versículo del Salmo, indicando la Eternidad de los Arquetipos Divinos).
Estamos hablando del palacio de Netzaj de Briáh que se manifiesta como Jojmá en
el mundo de Yetzirá. Es, por tanto, la Sabiduría que trasciende, pero que es el
origen arquetípico de todas las formas.
Podemos entonces buscar por una parte la experiencia de
nuestra Chispa Divina en el silencio de la meditación y contemplación
profundas, y por otra la experiencia de la Presencia Divina en todas las cosas.
Estamos aquí para aprender. El sendero Netzaj – Jesed es la Rueda de la
Fortuna, la Rueda de la Vida. Hajashiah nos ayuda a aprender las lecciones de
la vida. Nos permite encontrar a Di-s en cualquier cosa que hagamos o vivamos,
dándole así un sentido divino y próspero a nuestra vida. Nos permite trascender
nuestro deseo de recibir egoico (autoaferramiento) que nos ata a la rueda de la
ignorancia.
La tradición dice que este ángel porta la esencia llamada
Medicina Universal o Piedra Filosofal. La Medicina Universal es la Luz. Y la
naturaleza de la Luz es Dar. Hajashiah nos ayuda a trasmutar el deseo de
recibir sólo para nosotros en deseo de dar mediante el compartir. Esto es
curación: Ha´jiah significa revivir. El agente curativo es la Shin, el fuego
del espíritu que sólo
quema nuestros apegos, liberando las Chispas de Luz ocultas. Hajashiah va a las
causas, no a los síntomas o consecuencias. Si
analizamos cualquier acto nuestro cuyas consecuencias han sido negativas
(causando dolor a otros o a nosotros mismos), veremos que en su raíz está el
deseo egoico (recibir sólo para nosotros). Es necesario retornar (y retornar es
el verdadero significado de la palabra Teshuváh, arrepentimiento) y trasmutar
en origen ese deseo para sí mediante la Luz (es decir, redirigirlo en deseo de
dar). De ese modo transmutamos nuestro lado oscuro.
Esa transmutación de energía es a la vez redención, porque
lo que hacemos es liberar la chispa de luz oculta en la materia. Entre los
dones que confiere el ángel está la revelación de los secretos de la
naturaleza, que es otra expresión de la misma idea: mostrar la luz inmanente,
liberar la chispa de luz. Este ángel de la verdad, de la ciencia abstracta del
espíritu, libera de la charlatanería, de la palabra que no brota de la
sabiduría, y nos protege de falsos maestros y mesías.
Trabajos: Programa Teshuváh (en meditación volver a todas
las experiencias de las que nos queramos arrepentir y transmutar el deseo como
se ha explicado antes. Es volver a pasar la película de mi vida y reprocesarla.
¡Podemos cambiar el pasado!).
Trabajos de curación mediante la Luz.
Asumir la Deidad Interior: ver lo Divino en todas las cosas,
ver todas las cosas a través de los ojos de Di-s. Puede usarse el versículo de
Salmos como mantra, tanto para lo anterior como para alcanzar estados de
contemplación profunda y escuchar la voz del silencio.
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