PLEGARIA POR EL SUSTENTO
Por Rabí Moshé Cordovero
No es apropiado comer antes de rezar por el alimento, así
como está dicho en el Zóhar. Es por eso que primero es bueno recitar este
salmo:
Un Salmo de David. HaShem es mi Pastor, nada me faltará. En
praderas de pasto hará que me recueste; sobre aguas tranquilas me conducirá. Mi
alma Él restaurará; hará que me encamine por caminos de justicia, por Su
Nombre. Aun cuando vaya por un valle de tinieblas, no temeré de nada malo pues
Tú estarás conmigo; Tu vara y Tu bastón me consolarán. Prepararás delante de mí
una mesa frente a mis adversarios; con aceite has ungido mi cabeza; mi copa
desborda. Sólo el bien y la benevolencia me perseguirán todos los días de mi
vida, y residiré en la Casa de HaShem por largos días.
Y luego esta corta plegaria:
Que sea Tu voluntad, HaShem, Di-s mío, y Di-s de mis padres,
que mi alimento y mi sustento, y el sustento de mi familia, junto con el
alimento y el sustento de todo Tu pueblo, la Casa de Israel, sea asignado,
certificado, y sancionado por Tu mano. Haz que no necesite de la caridad de las
personas ni de sus préstamos, sino solo de Tu mano, que está llena y es amplia.
Los ojos de todos tienen esperanza en Ti y Tú les das su alimento en el tiempo
apropiado. Tú abres Tu mano y satisfaces a todo ser viviente con complacencia. Que
sean gratas las palabras de mi boca y los pensamientos de mi corazón ante Ti,
HaShem; mi Hacedor y mi Redentor.
(Del Sidur “Tefilá LeMoshé” de Rabí Moshé Cordovero)
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