jueves, 25 de agosto de 2016

PLEGARIA DEL ESPOSO POR SU MUJER EN EL SÉPTIMO MES DEL EMBARAZO



PLEGARIA DEL ESPOSO POR SU MUJER EN EL SÉPTIMO MES DEL EMBARAZO


Es muy bueno que el marido recite esta plegaria cuando su mujer comienza el séptimo mes del embarazo. También cualquiera de sus familiares puede rezar por ella, y en ese caso, en lugar de decir “mi esposa” debe decir “la mujer…”.

Que sea Tu voluntad, HaShem, Di-s mío y Di-s de mis padres, que disminuyas el dolor del embarazo de mi esposa (………………………hija de…………………………) y le des fuerzas todos los días del embarazo para que ni ella ni el feto se debiliten de ninguna forma. Sálvala del decreto de Javá a quien Tú castigaste diciendo: “Yo incrementaré enormemente tu dolor y tu embarazo; con dolor darás a luz”. Y cuando llegue el momento del parto, que pueda dar a luz fácilmente, y que el bebé nazca rápido y fácilmente, sin que ocurra ningún daño para ella o para él. Que nazca en buena hora y con buena suerte, para la vida, la paz y la salud, para la gracia y la benevolencia, para la riqueza y el honor. Que mi esposa (……………………..hija de……………….) no dé a luz en Shabat, para que no se necesite profanar el Shabat por ella. Otórgale los anhelos de su corazón con bondad, salvación y misericordia, así como lo haces con toda persona del pueblo de Israel que necesita de misericordia. No hagas que vuelva vacío de ante Ti. Amén, por siempre.
En tu mano se encuentra la llave de la vida, y ésta no fue entregada a ningún ángel. Es por eso que te pido que recuerdes Tu misericordia, HaShem, y Tu benevolencia. Tú, Quien deseas la vida, para recordarla para la salvación y la misericordia, y que ella dé a luz con alivio una descendencia duradera y sagrada, como dijo David en los Salmos: “Desde la estrechez he invocado a Di-s, y me ha respondido con holgura. HaShem está conmigo, no temeré; ¡qué podrá hacerme el hombre?...”. Quien escuchó la plegaria de David cuando tenía sufrimiento, escuchará mi plegaria. Y así como le respondió a nuestras sagradas matriarcas Sará, Rivká, Rajel, Leá y Janá, junto con todas las mujeres justas, piadosas y devotas. Él le responderá a ella. Amén. Que sean gratas las palabras de mi boca y los pensamientos de mi corazón ante Ti, HaShem; mi Hacedor y mi Redentor.
Para el menatzeaj, un salmo de David. HaShem te responderá en día de aflicción; el Nombre del Di-s de Yaakov te fortalecerá: Él enviará tu ayuda desde su lugar sagrado y desde Tzión te asistirá. Él recordará todas tus ofrendas y aceptará tu sacrificio por siempre. Te concederá los deseos de tu corazón y cumplirá todas tus aspiraciones. Cantaremos por Tu salvación y en Nombre de nuestro Di-s prevaleceremos; HaShem cumplirá todos tus anhelos. Ahora yo sé que HaShem salva a Su ungido; Él le responde desde los Cielos de Su santidad con el poder victorioso de Su diestra. Algunos confían en las carrozas y otros en los caballos, pero nosotros invocamos el Nombre de HaShem, nuestro Di-s. Ellos se han postrado y han caído, pero nosotros nos hemos levantado y nos mantenemos erguidos. ¡HaShem, sálvanos! El Rey nos responderá el día que lo invoquemos.

(“Derej Yeshará” y “Yimtzá Jaim” de Rabí Jaim Palaggi)


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