66. RESPONSABILIDAD - מנק
La vida a menudo nos hiere, de seguro, pero tenemos dos
opciones: aferrarnos a nuestro dolor y revolcarnos en la autocompasión, o
acelerar nuestro proceso de sanación y rápidamente escalar a un nuevo nivel de
satisfacción y entendimiento.
La mayoría de nosotros nos consideramos víctimas cuando
otros nos hacen algo malo o cuando las circunstancias se vuelven caóticas de
repente. Pero cualquier mal hecho a nosotros y cualquier confusión que
confrontemos es resultado de una acción negativa que hemos cometido en alguna
área de nuestras vidas. El daño es simplemente el juicio, el efecto de una
causa que nosotros iniciamos. Esto es difícil de admitir y de aceptar.
Si nos permitimos ser consumidos por sentimientos de
revancha o victimización, perdemos una oportunidad de detener nuestro
comportamiento reactivo, de alzarnos sobre nuestros problemas y de retomar el
control de nuestras vidas. Pero cuando aceptamos el juicio, éste pasa
rápidamente. Cuando nos desprendemos de la autocompasión y el horroroso
síndrome de "yo soy la víctima", nos desprendemos de nuestro dolor en
ese mismo instante.
Meditación
Con estas letras, los impulsos hacia la autocompasión,
represalias y venganza desaparecen. Vemos que una "mentalidad de
víctima" es la base de esos sentimientos y la reemplazamos con el
entendimiento de que somos los creadores de nuestras propias circunstancias.
Sabemos que lo que hemos creado lo podemos cambiar.
“Ama HaShem las puertas de Sión más que todas las moradas de
Yaakov”.
(Tehilim/Salmos 87:2)
No hay comentarios:
Publicar un comentario